Todos los mensajes de Trump apuntan en una misma dirección. Pese a su disparidad geográfica, asumen siempre las tesis más duras de los halcones republicanos. Es decir, rompen puentes, amenazan equilibrios de alta complejidad y pulverizan el legado diplomático de Barack Obama.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado su apoyo a las protestas antigubernamentales en Irán, pero en dos semanas enfrentará una decisión sobre la política de su país hacia la República Islámica que repentinamente parece más arriegada.
El presidente estadounidense, Donald Trump, acusó hoy a su exasesor Steve Bannon de haber "perdido la cabeza" y dijo que no tiene "nada que ver" con su Presidencia, después de que salieran a la luz críticas del ex estratega jefe a una reunión con rusos que mantuvo en 2016 el hijo del mandatario.
Según Yafarí, muchos de quienes participaron en las protestas antigubernamentales, que comenzaron el pasado 28 de diciembre, "estaban formados por antirrevolucionarios y monafeqin (en referencia a la opositora Organización Muyahedin Jalq)" y contra ellos se actuará con firmeza.
Detrás de estos indicadores, sin embargo, se hallan graves problemas, que figuran entre los detonantes de la crisis, que enseguida ha adquirido un corte profundamente político, con críticas dirigidas al conjunto del sistema y que van más allá de reivindicaciones meramente económicas.
En Libia, la Organización del Tratado del Atlántico Norte dirigió una campaña de bombardeos para ayudar a destituir a Muamar Gadafi en 2011, y tanto los Emiratos Árabes Unidos como Catar aún apoyan a grupos aliados en Libia que siguen peleando en la guerra civil ahí.
"Solo dos personas apoyan las protestas en Irán: Netanyahu y Trump. Queremos que los enfrentamientos terminen lo antes posible. Los países que critican a Irán deben ser sinceros y abandonar el doble rasero", declaró Çavusoglu a la prensa en Ankara.
Las manifestaciones de protesta contra la política económica del Gobierno iraní comenzaron el pasado jueves en la ciudad de Mashad y se extendieron a numerosas localidades, y hasta ahora han causado más de 20 muertos, mientras que más de mil manifestantes han sido detenidos.
La representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, aseguró hoy que harán todo lo necesario para debatir en el Consejo de Seguridad sobre Irán y las recientes protestas en ese país.
Tras señalar que Irán continuará con el proceso de construcción y desarrollo y apoyo a las causas justas de los pueblos, la cancillería siria consideró el papel destructivo de determinados países que se proponen fomentar la inseguridad en la zona para controlarla.
El Gobierno yemení encabezado por el presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, acusa a Teherán de apoyar a los rebeldes chiíes que le disputan el poder en el Yemen y que actualmente controlan la capital, Saná, y regiones del norte y el oeste del país.
El líder supremo iraní, Alí Jameneí, culpó hoy a los "enemigos de la República Islámica de Irán" de estar detrás de las manifestaciones que han causado al menos 20 muertos, y de querer perjudicar al país, en su primera reacción ante los acontecimientos.
"Cada día que pase y las personas sean detenidas, aumentará su crimen y castigo y nosotros ya no los consideramos manifestantes por sus derechos, sino que quieren perjudicar al régimen", dijo Ghazanfarabadí, según la agencia iraní de noticias Tasnim.
Las manifestaciones antigubernamentales contra la corrupción y la carestía de la vida han dejado ya al menos veinte muertos en los enfrentamientos entre manifestantes y agentes de seguridad y 450 personas han sido detenidas solo en Teherán.
El Portavoz de la comisión de la Seguridad Nacional y Politica Exterior del Parlamento, Seyed Hosein Naqaví Hoseiní, dijo que "el pueblo de Irán no tolerará que un grupo perturbe el orden público y ocasione daños" a los demás, informó la agencia iraní de noticias ISNA.
Sanders, que se crió en el distrito neoyorquino de Brooklyn, dijo que la gestión de De Blasio en Nueva York coloca a la ciudad en una "dirección muy diferente" de la de Washington, ya que tiene en cuenta "las necesidades de las familias trabajadoras".
Netanyahu criticó a los gobiernos europeos por quedarse en silencio mientras los "jóvenes heroicos iraníes son golpeados en las calles", y terminó diciendo que "iraníes e israelíes volverán a ser grandes amigos, cuando caiga la República islámica, algo que sucederá algún día".
"Es inadmisible la injerencia foránea que desestabiliza la situación", dijo a la prensa un portavoz de la Cancillería rusa al comentar las protestas en Irán que comenzaron el pasado jueves y que han dejado, según las autoridades iraníes, al menos una decena de muertos y 200 detenidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo hoy que "el gran pueblo iraní ha sido reprimido durante muchos años" y que "es hora de un cambio" en el país persa, después de varios días de protestas contra las políticas económicas del Gobierno de Irán que han dejado 10 muertos y 200 detenidos.
Si hace seis años el presidente Enrique Peña Nieto alumbraba un sexenio esperanzador con una serie de reformas logradas con el consenso de la mayoría de las fuerzas políticas, la segunda mitad del mandato ha empañado -y en ocasiones desdibujado- la imagen del país.
