Aficionados brasileños mostraron este domingo su frustración y clamaron contra la actuación del árbitro mexicano César Arturo Ramos tras el sorprendente empate a uno que cosechó la Canarinha ante Suiza en su debut en el Mundial de Rusia.
Tras el triplete de Cristiano Ronaldo ante España y la actuación de Leo Messi, mancillada por el fallo en el lanzamiento de penalti, se esperaba mucho de Neymar, pero este apenas brilló, lastrado por la lesión en el tobillo que le tuvo tres meses fuera de los terrenos de juego.
Tanto tiempo había pasado desde nuestra última vez, que nadie esperaba cantar el himno: había que gritarlo. La larga espera terminó por fin y al despertar de la pesadilla esta tarde luminosa en las orillas del Volga, esas estrofas fueron, para el hincha de Perú, explosión, desborde, fuga.
Cristiano Ronaldo no dejó escapar la primera oportunidad de reclamar los focos hacia su persona y con una nueva lección de pegada logró un triplete que permitió a Portugal salvar un empate ante España en Sochi (3-3) en el encuentro más atractivo de Rusia 2018 hasta el momento.
Ha llegado la hora de Neymar. Lleva cuatro años esperando un Mundial que le confirme como el heredero de pleno derecho al trono de Messi y Cristiano. El hat-trick del portugués contra España le obliga a una actuación sublime ante Suiza.
El 'Tri' llegó a Rusia después de perder el último amistoso en Dinamarca (2-0). Antes, había ganado 3-0 a Islandia, perdió 0-1 con Croacia y empató sin goles contra País de Gales, en tres partidos disputados en EU. Y antes de volar hacia Europa, le ganó 1-0 a Escocia en el estadio Azteca.
La Argentina, la orgullosa patria del mejor del mundo, la supuesta potencia futbolera, chocó contra el equipo de un país que nunca antes había estado en un Mundial: Islandia. Messi lamentó que le "duele haber errado el penalti", que le habría dado la victoria a su equipo.
Aunque jugara desnuda, cualquier aficionado al fútbol identificaría a Argentina. Vestida de negro fue la selección igualmente aburrida que cuando se pone la casaca Albiceleste. No juega a nada, concede ocasiones y desaprovecha las situaciones más ventajosas, como un penalti que marró Messi.
España jugaba contra Portugal: muchos anunciaban un empate y, oh sorpresa, sucedió. Nada de lo que sucede en España en estos días era lo anunciado: cayó un gobierno, el nuevo tiene dos tercios de mujeres y acoge refugiados, el presidente echa en doce horas a un ministro por un fraude fiscal.
De repente, la transmisión en vivo de la propia FIFA abandona las imágenes del sorteo de la sede del Mundial 2026. La pantalla pasa a informar el insólito despido del técnico Julen Lopetegui a solo 48 horas del debut de España en Rusia 2018.
Rusia dará este jueves inicio a la vigesimoprimera Copa del Mundo, la primera que se disputa en el 'gigante' europeo y en la que Alemania tratará de ser el primero en 56 años en reeditar título amenazado por una amplia nómina de aspirantes entre los que vuelve a estar una España convulsionada.
Fue una reacción lógica, sobre todo para los que llevan años obsesionados con asistir a un Mundial, no lo consiguieron por lo costoso y ahora en la mayoría de los casos consideran posible presenciar el que iniciará de una nueva era de esos certámenes.
Los mundiales son, al fin y al cabo, mojones que te van marcando la vida: yo no sé bien dónde estaba en junio de 2005 o 2007, pero sé dónde en junio de 2006, porque había un mundial en Alemania, el primero de Messi, y lo recuerdo y recuerdo tanto alrededor.
La selección mexicana, que debutará el próximo domingo contra la actual campeona del mundo, Alemania, en el primer partido del grupo F del Mundial de Rusia 2018, intentará lograr su primer triunfo contra los germanos en una fase final del torneo por selecciones más importante del mundo.
Los mundiales siempre han convertido a futbolistas en estrellas que suben a brillar desde el firmamento, a hombres que tras la competencia pasan a ser dioses del olimpo, y Rusia 2018 será la oportunidad para observar al próximo de ellos, a quien por genialidad y éxito levante la Copa de la FIFA.
¿Qué podemos esperar? En Rusia, hay un temor genuino de que, aun si la Copa del Mundo es un éxito en general, en el campo se conviertan en la segunda nación anfitriona -además de Sudáfrica en 2010- en ser eliminada en la etapa de grupos.
"Los que creen que el deporte no tiene nada que ver con la política o no saben nada de deporte o no saben de política", es una frase que hace tiempo me dijo Gerardo Caetano, exfutbolista y hoy destacado historiador uruguayo.
Tanto Messi como Cristiano han anotado entre ambos más de 1,000 goles y han ganado 10 balones de oro -cinco cada uno-, lo que les ubica entre los mejores jugadores del fútbol de todos los tiempos, protagonistas que incluso pueden compararse con Pelé o Maradona, afirmó en entrevista con Efe Burns.
El argentino Leo Messi desató hoy la locura en el primer entrenamiento abierto al público de la Albiceleste desde su llegada a Rusia.
Piense en un país cuya selección de fútbol es la única que ha disputado todas las Copas del Mundo y, en unos días, disputará en Rusia la 21.ª edición. La selección de ese país ha ganado el 25 por ciento del total de los Mundiales disputados.
