Gina Haspel, la veterana agente encubierta de la CIA que el presidente Donald Trump escogió el martes como nueva jefa de la agencia, tiene el respaldo de muchos en la comunidad de inteligencia pero ha enfrentado críticas por supervisar una prisión secreta en Tailandia donde se torturó a detenidos
"Con Mike Pompeo tenemos una forma de pensar similar. Tiene una tremenda energía, un tremendo intelecto; siempre estamos en la misma onda", dijo hoy Trump minutos después de anunciar por Twitter el cese de Tillerson y la consecuente llegada de Pompeo.
"Ahora vuelvo a la vida privada, como un ciudadano privado, un estadounidense privado", dijo hoy Tillerson en una declaración a los periodistas en el Departamento de Estado, en la que aseguró que había hablado por teléfono con Trump hoy.
La salida de Tillerson ocurre tras meses de fricciones entre el mandatario republicano y el expresidente ejecutivo de Exxon Mobil, de 65 años. Las tensiones alcanzaron su cenit en el otoño boreal de 2017, cuando hubo reportes de que Tillerson llamó"idiota" a Trump y amenazó con renunciar.
La jefatura de la CIA será ocupada a su vez por la tenebrosa Gina Haspel, quien supervisó las torturas practicadas en la cárcel secreta de Tailandia. Tanto el puesto de Pompeo como el de Haspel requieren de confirmación del Senado.
De esta manera, tras el cambio de fichas en un Gabinete, que según dijo el presidente, está "cada vez más cerca" de ser el que él quiere, Haspel, que hasta hoy ocupaba el cargo de subdirectora de la Agencia, se convertirá en la primera mujer en dirigir la CIA en sus 70 años de historia.
Goldstein, uno de sus asistentes más cercanos de Tillerson en el Departamento de Estado, agregó que el destituido secretario de Estado "no habló con el presidente" y que "desconoce la razón" de su reemplazo.
"Si se le confirma, esperemos que el señor (Mike) Pompeo dé un paso atrás y comience a endurecer nuestras políticas hacia Rusia y (Vladímir) Putin", añadió el líder demócrata en alusión al futuro secretario de Estado, Mike Pompeo, quien dirige de momento la Agencia Nacional de Inteligencia (CIA).
"(Pompeo) continuará nuestro programa de restaurar el papel de EU en el mundo, fortaleciendo nuestras alianzas, confrontando a nuestros adversarios, y buscando la desnuclearización de la península de Corea", remarcó Trump en el comunicado.
"Con Mike Pompeo tenemos una forma de pensar similar. Tiene una tremenda energía, un tremendo intelecto; siempre estamos en la misma onda", señaló Trump a los periodistas minutos antes de embarcar en el helicóptero presidencial para partir rumbo a California.
En la mañana de hoy, el presidente de EU, Donald Trump, anunció a través de la red social Twitter que había decidido prescindir de los servicios de Tillerson al frente del Departamento de Estado, y que a partir de ahora ese cargo será ocupado por el director de la CIA, Mike Pompeo.
McEntee, que trabajaba para Trump desde la campaña electoral de 2016, fue despedido abruptamente el lunes por la tarde y ni siquiera se le permitió recoger sus pertenencias ni llevarse su chaqueta, según indicaron fuentes de la Casa Blanca al diario The Wall Street Journal.
Sally Yates.- Fiscal general adjunta con Barack Obama, ejerció como fiscal general interina hasta que fue despedida el 30 de enero por pedir al Departamento de Justicia que no defendiera en los tribunales una orden ejecutiva que vetaba la entrada de inmigrantes de siete países de mayoría musulmana.
El secretario de Estado señaló que hay que dar "varios pasos" que serán "necesarios" para llegar a un acuerdo sobre el lugar y el alcance de las conversaciones entre Trump y Kim, y agregó que los planes de la cumbre están todavía en "una muy primera fase".
Según la Casa Blanca, en esa llamada "los dos líderes saludaron la perspectiva de un diálogo entre Estados Unidos y Corea del Norte, y se comprometieron a mantener la presión y las sanciones" hasta que el gobierno de Pyongyang avance hacia desnuclearización "completa, verificable e irreversible".
El sorpresivo anuncio de una futura cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un es el último, y más impresionante, avance diplomático registrado en la crisis de la península coreana.
Los líderes mundiales dieron la bienvenida el viernes a la perspectiva de una posible tregua en la crisis por el programa de armas de Corea del Norte, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que está preparado para reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong Un.
"Mis comentarios han sido que las condiciones no son las correctas para las negociaciones, pero hemos estado diciendo durante algún tiempo que estamos abiertos al diálogo", afirmó Tillerson en una rueda de prensa en Yibuti, durante su primera gira oficial por la África Subsahariana.
"Tendrá que ser administrada cuidadosamente, con un gran nivel de trabajo previo", dijo en Twitter. "De lo contrario, corre el riesgo de ser más un espectáculo que otra cosa. Ahora mismo, Kim Jong Un está marcando la agenda y el ritmo, y la Administración de Trump está reaccionando.
No obstante, Japón prefirió mostrarse cauto y en una llamada telefónica el jueves, su primer ministro se comprometió con Trump a seguir implementando las sanciones hasta que Pyongyang dé "pasos tangibles (...) hacia la desnuclearización", indicó la Casa Blanca en un comunicado.
