El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, ha anunciado este miércoles en la Asamblea Nacional que el Gobierno ha decidido retirar la subida de los impuestos sobre los combustibles para el próximo año, respondiendo así a las multitudinarias movilizaciones de los 'chalecos amarillos'.
Manifestantes celebraban la victoria, pero algunos dijeron que la medida de Macron llegó demasiado tarde y que ya no es suficiente para apaciguar el creciente enojo contra su presidente, a quien consideran que desconoce los problemas de la gente ordinaria.
El gobierno francés cedió después de los peores disturbios en París décadas y retrasó el aumento al impuesto a los combustibles, pero la medida fue considerada insuficiente y tardía por muchos manifestantes cuyo enojo parece enfocarse cada vez más contra el asediado presidente Emmanuel Macron.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, inició esta mañana del lunes una ronda de reuniones para recibir a los responsables de los partidos políticos y buscar una salida a la crisis de los "chalecos amarillos", que continúan las protestas y bloqueos en diferentes puntos del país.
La hora es grave. Hay que hacer algo. Sobre estas dos afirmaciones hay consenso en Francia, tras el violento fin de semana y el desafío de los chalecos amarillos.
El primer ministro de Francia se reunió el lunes con los partidos de la oposición mientras el presidente Emmanuel Macron buscaba una forma de neutralizar las protestas en todo el país por el alto costo de vida, que llevaron a incidentes de violencia y vandalismo en París durante el fin de semana.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ordenó el domingo a su primer ministro que sostenga conversaciones con líderes políticos y manifestantes, mientras busca poner fin a una ola de protestas en todo el país después que manifestantes convirtieran el centro de París en un campo de batalla.
El presidente argentino Mauricio Macri llamó el viernes a los líderes del G20 a impulsar la cooperación internacional. Pero todo indica que las conversaciones no estarán dominadas por la ambiciosa agenda de trabajo sino por la polémica presencia del príncipe saudí.
América Latina enfrenta hoy devaluada la cumbre del G20 con dos presidentes en retirada y otro, el anfitrión Mauricio Macri, jaqueado por una severa crisis interna y necesitado más que nunca de un Donald Trump garante de su severo plan de ajuste.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, dijo el jueves que el caso del príncipe saudí, Mohammed bin Salman, quien fue acusado de crímenes de guerra y de la muerte de un periodista, podría ser tratado en el temario de los líderes del G-20, que se reunirán el viernes y el sábado en Buenos Aires.
"Basado en el hecho de que las naves y los marineros no han regresado a Ucrania desde Rusia, he decidido que sería mejor para todas las partes concernientes cancelar mi reunión previamente establecida en Argentina con el presidente Vladimir Putin", escribió en Twitter hoy el mandatario.
Las naciones miembro del G-20 seguían luchando por llegar a un acuerdo sobre temas clave como comercio, inmigración y el cambio climático, mientras los líderes mundiales comenzaban a llegar a Buenos Aires antes de una cumbre que comenzará el viernes.
Los presidentes de Argentina y Francia admitieron el jueves que la polémica que rodea al príncipe heredero de Arabia Saudita por su supuesta responsabilidad en el crimen de un periodista podría convertirse en uno de los temas conflictivos de la cumbre del G20 en Buenos Aires.
El presidente Donald Trump, que arriba hoy a Buenos Aires como uno de los grandes protagonistas de la cumbre del G20, donde enfrentará algunos temas cruciales como su guerra arancelaria con China, canceló la posibilidad de mantener una reunión bilateral con el ruso Vladimir Putin.
El mundo está en manos de unas pocas personas. Son las que se reúnen a partir de mañana viernes en Buenos Aires. El llamado Grupo de los 20, o G20, raramente genera soluciones. Pero abre vías para el diálogo y, en sentido contrario, revela las fracturas más amenazantes para la humanidad.
Organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda marcharon el miércoles por el centro de la Ciudad de Buenos Aires para protestar contra la cumbre de líderes del G-20 que se realizará en la capital argentina entre el viernes y el sábado.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó hoy que el movimiento de "chalecos amarillos" propició "violencias inaceptables", pero aseguró que no confunde "a los vándalos con los ciudadanos que quieren dar un mensaje".
El Gobierno francés no cerrará ninguno de sus reactores nucleares más allá del de Fessenheim antes de que acabe el actual mandato presidencial, que finaliza en 2022, dijo el martes el presidente francés, Emmanuel Macron.
El encuentro del G20, que se realizará en Buenos Aires entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, será el acontecimiento más importante de la historia diplomática argentina.
El vocero del gobierno francés Benjamin Griveaux lamentó los venenosos tuits del presidente estadounidense Donald Trump en contra de Francia publicados por el mandatario este martes.
