MENSAJERÍA
Todo sobre ruedas
El tren llegó a tiempo. El jefe estuvo más amable que nunca. El pronóstico de buen tiempo se cumplió. La comida salió bien. En casa no hubo discusiones.
El tren llegó a tiempo. El jefe estuvo más amable que nunca. El pronóstico de buen tiempo se cumplió. La comida salió bien. En casa no hubo discusiones.
San Felipe de Jesús fue el primer santo mártir mexicano en ser canonizado. Junto con un grupo de misioneros españoles, mexicanos y japoneses, entrega su vida por Cristo en el Japón a los 24 años de edad. Se celebra el día 5 de Febrero. Aprende el viaje de martirio y misión de este santo aquí.
Este es el punto donde se dividen los espíritus y donde se decide si somos o no cristianos. Somos cristianos de verdad desde el momento en que aceptamos la cruz, porque es en la cruz donde se prueba nuestro corazón de hijos.
Durante décadas fueron escasísimos los instantes de respiro. Ciertamente, la naturaleza no se portó bien con ella. Nada agraciada en sus facciones y con el cuerpo marcado por una incipiente discapacidad, considerada culpable de su condición femenina y subestimada al extremo, sufrió el desprecio.
Vino al mundo en Tarímbaro, Michoacán, México, el 10 de junio de 1880 en el seno de una humilde familia que supo transmitirle su piedad y hacer de él un muchacho sensible y dispuesto siempre a volcarse en los demás. Creció habituado a rezar el rosario y a buscar el bien del prójimo.
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.» Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer.
El encuentro del Señor con Simeón y Ana en el Templo acentúa el aspecto sacrifical de la celebración y la comunión personal de María con el sacrificio de Cristo, pues cuarenta días después de su divina maternidad la profecía de Simeón le hace vislumbrar las perspectivas de su sufrimiento
Luego, él mismo se percató de la urgencia de su conversión. Se habituó a rezar el rosario completo, hacía oración, se extremaba en la entrega cotidiana, y fue dando pasos hacia la perfección sin apenas darse cuenta.
En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas»
Tenía que ser así, porque un santo no busca prosélitos, no espera que revierta en él la atención y gratitud de las personas a las que se dirige, sino que vuelen hacia Dios. De tanta generosidad emana una fuerza misteriosa que atrae a todos con independencia de edades y condiciones
Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.
Un amor derrochado de forma personalizada, de un modo que cada uno podía pensar que era único para él. Su creatividad, que parecía no tener fronteras, dio lugar a talleres diversos donde, al tiempo que los mantenía a cobijo, les proporcionaba formación.
La codicia (o a veces la avaricia) se considera un pecado capital, y como tal, en cualquier sociedad y época, ha sido demostrada como un vicio. En efecto, al tratarse de un deseo que sobrepasa los límites de lo ordinario.
El buen ejemplo y la congruencia de los padres en los valores y virtudes será fundamental, lo mismo que la coordinación entre el padre y la madre para unificar los objetivos en la formación. Concluyen, que estos consejos conducirán hacia una generación de padres más sabios e hijos más humanos.
Se aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva».
La austeridad conventual se contravenía con la tendencia a la laxitud de la adolescente, que, atraída con irresistible fuerza por lo mundano, se complacía en ello. Coqueta y vanidosa, se jactaba abiertamente del ilustre abolengo de su familia y las prebendas que llevaba anejas.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas.
De la familia de los condes de Aquino y de Teano, emparentada con reyes europeos, vino al mundo en el castillo de Roccasecca, Nápoles, Italia, hacia 1.225. Fue el benjamín de doce hermanos. Precoz en su interés por Dios sobre el que se preguntaba siendo muy pequeño «¿Qué és?»
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Jesús a sus discípulos: «Pasemos a la otra orilla». Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con Él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal.