"Experiencias de todo el globo muestran que siempre hay riesgo de que los proyectos fracasen y de que se utilicen mal los fondos. Incluso cuando se escoge el proyecto adecuado, con frecuencia surgen dificultades durante su implementación", advirtió Lagarde en un foro celebrado en Pekín.
El presidente de China, Xi Jinping, prometió acelerar la apertura de la economía del país y reducir los aranceles sobre importaciones de productos, incluyendo la industria de automóviles, en un discurso visto como un intento por impedir una escalada de la disputa comercial con Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, mostró "muy agradecido" con su homólogo chino, Xi Jinping, por haber decidido reducir los aranceles a la compra de vehículos extranjeros y de otros productos procedentes del exterior, para equilibrar su balanza comercial que registra un elevado superávit.
Las acciones y las materias primas industriales subían, mientras que activos considerados seguros, como el oro y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, recibían presión, reflejando la confianza entre operadores e inversores de que cada vez es más improbable una guerra comercial.
La estrategia de desarrollo de la segunda potencia económica mundial consistirá en abrirse al exterior, sobre todo en sectores como el financiero (banca y seguros) o el automovilístico, para el que anunció una reducción de los aranceles a la compra de vehículos extranjeros.
China intensificó el lunes sus ataques contra el Gobierno de Donald Trump por la amenaza de aranceles de miles de millones de dólares, culpando a Washington de las fricciones y repitiendo que es imposible negociar en "las circunstancias actuales".
El tuit no explica por qué es optimista sobre la resolución de un creciente conflicto comercial entre las dos mayores economías del mundo, pero sí dice que él y el presidente chino Xi Jinping "siempre seremos amigos, sin importar lo que suceda con nuestra disputa comercial".
El enfrentamiento comercial entre el presidente Donald Trump y el gobierno de China se intensifica mientras Beijing promete "contraatacar con enorme fuerza" si Trump cumple sus amenazas de imponer 100,000 millones de dólares adicionales en aranceles a productos chinos.
Los bombardeos apenas han comenzado, pero la guerra ya ha sido declarada. Estados Unidos ha anunciado aranceles sobre la importación de 1,300 productos chinos por valor de 50,000 millones de dólares y China ha contratacado poniendo sobre la mesa su propia lista, por un montante similar.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves un memorándum presidencial con el que impone aranceles de hasta 60,000 millones de dólares en importaciones procedentes de China, en otro paso que alienta temores de una guerra comercial.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, defendió hoy en una reunión ministerial del G20 los aranceles a las importaciones del acero y el aluminio anunciados por el presidente Donald Trump, ya que, alegó, son una respuesta ante "prácticas desleales" de comercio.
Los dos líderes hicieron énfasis en los estrechos lazos entre los dos países, que se enfrentan al planeado aumento de los aranceles al acero y el aluminio por parte de Estados Unidos, y acordaron profundizar su sociedad estratégica, indicó el portavoz Steffen Seibert en un comunicado.
Un funcionario del Tesoro de Estados Unidos dijo la semana pasada que el país norteamericano trataría de buscar apoyo en la cumbre del G20 para hacer retroceder los subsidios estatales y políticas económicas similares.
La promoción de Liu señala la intención de Pekín de seguir adelante con la campaña contra el financiamiento de alto riesgo y la acumulación rápida de deuda, a fin de reducir los riesgos sistémicos en la segunda economía más grande del mundo.
"Canadá verá cualquier restricción al acero y el aluminio canadiense como absolutamente inaceptable", apuntó el gobierno en una nota oficial, donde añadió que Canadá tomará "medidas de respuesta para defender sus intereses".
En una visita a una remota región montañosa de la provincia de Sichuan para reunirse con habitantes de etnia Yi, una mujer dijo a Xi que ella solía creer que los fantasmas eran la causa de las enfermedades, dijeron el lunes medios estatales.
Sin embargo, medir el tamaño y la salud de la segunda economía más grande del mundo puede ser, en el mejor de los casos, difícil. Sus cifras oficiales se han vuelto uniformes y constantes a un grado inverosímil, mientras que otros países publican resultados con varios picos y valles.
China está dispuesta a trabajar con América Latina y el Caribe para profundizar las relaciones comerciales, la cooperación y el desarrollo común, en beneficio de ambas partes, afirmó hoy el ministro de Relaciones Exteriores asiático, Wang Yi.
"El presidente Trump expresó su decepción de que el déficit comercial de Estados Unidos con China ha seguido creciendo. El presidente Trump dejó claro que la situación no es sostenible", indicó la Casa Blanca en un comunicado.
