El peso argentino cotizaba con una leve alza el miércoles, en medio de arduas negociaciones entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr un adelanto de recursos que permita lidiar con una grave crisis económica.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China mantenía al dólar cerca de máximos de dos semanas el miércoles, infligiendo nuevas pérdidas a los mercados emergentes y presionando a las acciones mundiales por cuarto día consecutivo.
El abuso descarado del estatus del dólar como moneda de reserva internacional para influir en los Gobiernos que no les gustan a EU está llevando a que más países, y más rápidamente, opten por esquivar la moneda estadounidense en sus intercambios, advierte un analista estadounidense.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, admitió hoy que su país vive una "emergencia", anunció un mayor ajuste para enfrentar la crisis y dijo que se evitó "convertirnos en Venezuela".
El real brasileño cayó el lunes debido a que las crecientes preocupaciones sobre las elecciones presidenciales de este año se sumaron a la aversión global al riesgo, mientras que el peso argentino extendió su reciente desplome.
Las acciones mundiales cerraron agosto en gran medida como comenzaron el mes: bajo la amenaza de una guerra comercial que podría empeorar.
El peso argentino cotizó en alza el viernes luego del estrepitoso derrumbe de la jornada anterior, aunque los ojos de los inversores estuvieron puestos en las medidas que el Gobierno anunciará el lunes para avanzar en una reducción del déficit necesaria para lograr financiamiento del FMI.
El Fondo Monetario Internacional respaldó el viernes al gobierno argentino ante el recrudecimiento de la crisis cambiaria y afirmó que busca avanzar con el país sudamericano en un nuevo acuerdo para cubrir sus necesidades financieras.
Argentina busca la calma después de la tormenta. Tras el jueves negro, cuando las tasas de interés treparon hasta el 60% y el peso perdió 16% de su valor frente al dólar, el gobierno de Mauricio Macri ha logrado hoy detener una nueva caída de la moneda.
El peso argentino operaba con una moderada alza el viernes luego del estripitoso derrumbe de la jornada anterior, aunque los ojos de los inversores estaban puestos en las medidas que el Gobierno anunciará el lunes para avanzar en una reducción del déficit, para lograr financiamiento del FMI.
Un día de máxima tensión se vivió hoy en Argentina, con el dólar en una disparada de 18,8% a más de 40 pesos por unidad, lo que obligó al Banco Central a subastar 500 millones de dólares de sus arcas y mantiene al Gobierno de Mauricio Macri en crispación.
Argentina subió el jueves a un altísimo nivel las tasas de interés y dijo que el lunes anunciará medidas para reducir aún más su déficit fiscal, en medio de una crisis financiera que llevó a una estrepitosa caída del peso por la desconfianza de los mercados.
En lo que va de año, la lira turca se ha dejado casi un 40% de su valor. Solo en agosto, la bajada acumulada respecto al dólar es de más del 20%, tras varios desplomes abruptos.
Tras siete jornadas consecutivas de caída del peso argentino, el presidente Mauricio Macri dio un discurso el miércoles para asegurar a los mercados que el país sudamericano no tendrá problemas en pagar sus deudas.
El peso argentino caía un 10 por ciento el jueves, incluso después de una leve recuperación tras la decisión del banco central de subir las tasas de interés, lo que provocaba pérdidas generalizadas en activos de mercados emergentes.
El Banco Central de Argentina aumentó la tasa principal de interés en quince puntos porcentuales en un intento de lentificar el desplome de su moneda y de atender los temores de que el país no podrá hacer los pagos de su deuda.
Macri grabó un sorpresivo mensaje por televisión, de menos de dos minutos, en coincidencia con la convocatoria de la Confederación General del Trabajo a un paro general de 24 horas para el 25 de septiembre próximo, en repudio a la política económica y social.
Argentina anunció el miércoles que acordó con el Fondo Monetario Internacional un adelanto de fondos para tranquilizar a los mercados en medio de rumores de que el país no podría enfrentar sus obligaciones financieras, pero el mensaje no convenció, ya que la devaluación del peso se agudizó.
La brasileña Odebrecht desgranó hoy en un congreso hemisférico sobre combate a lavado de dinero la estrategia que ha implementado para recuperar la confianza de los Gobiernos y de la sociedad tras el escándalo sobre el pago de sobornos revelado hace más de dos años.
Turquía es la principal preocupación por el momento, pero lo que realmente ha captado la atención de la gente es la posibilidad de que los problemas financieros en ese país puedan expandirse a otros países de rápido crecimiento pero que ofrecen un mayor riesgo de inversión.
