El jefe de gabinete de Andrés Manuel López Obrador será un magnate y exjinete olímpico de salto ecuestre, que apostó con tino político por el presidente electo de izquierda y ahora tendrá que ser cauto para evitar conflictos de intereses.
El Partido Encuentro Social, formación evangélica que concurrió en coalición con Andrés Manuel López Obrador, y el centrista Nueva Alianza (Panal) perderán su registro como partidos al no haber alcanzado el 3 % de los votos en las elecciones federales del 1 de julio.
Las encuestadoras sufrieron serios golpes en su reputación tras el referéndum que decidió el Brexit, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea o los comicios que dieron el triunfo a Donald Trump en Estados Unidos, pero en México salvaron la cara.
La relación del Ejército y la Marina con el presidente electo Andrés López Obrador está marcada por la tensión y la desconfianza a raíz de algunas de sus propuestas, como la creación de una Guardia Nacional sobre la fusión de militares con cuerpos policiales.
El futuro presidente de México Andrés López Obrador, que será el primer gobernante de izquierda en la historia del país, perfila su agenda de política exterior con prioridad en la relación con Estados Unidos, pero también volver la mirada a América Latina.
El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PES y PT) para gobernador de la entidad se ha atrincherado en un lujoso hotel de la capital mientras se resuelve el que ha sido, y está siendo, el proceso electoral más violento y farragoso de todo el país.
La información es contundente: Morena y su coalición obtuvieron casi el doble de votos que el PRI. "Aquí todos éramos priistas y no le hacíamos caso a nadie más, pero empezamos a ver que ya no nos escuchaban, además a la gente ya no le alcanza el dinero y nadie les ayuda".
El Partido Revolucionario Institucional, que gobernó a México los últimos 76 años con una pausa de apenas 12 y es la formación política más antigua de América Latina, comenzó a enfrentar los primeros brotes de una rebelión que podría ir en ascenso.
El nombre de este municipio se ha vuelto sinónimo del dominio del partido sobre la vida política de México. La gente habla del Grupo Atlacomulco, una agrupación legendaria de líderes empresariales y políticos con raíces en esta región y que tiene una gran influencia sobre el PRI y la nación.
El varapalo del domingo, propinado por Andrés Manuel López Obrador, ha hecho ver aquel descalabro como anecdótico. Los resultados del 1 de julio obligan tanto al PRI como al conservador Partido Acción Nacional (PAN) a abrir un periodo de autocrítica y comenzar sendas sucesiones internas.
El Partido Acción Nacional, que liderará la oposición a Andrés López Obrador, ganador de las presidenciales del domingo pasado, se encuentra seriamente debilitado y se desgarra en una feroz lucha por el poder que podría beneficiar al futuro mandatario.
El presidente electo mexicano Andrés López Obrador se reconcilió con los principales "capitanes de empresa", a algunos de los cuales había llamado miembros de la "mafia del poder" y obtuvo su respaldo para un ambicioso plan de empleo para jóvenes cesantes.
El Instituto Nacional Electoral de México afirmó hoy que alrededor de 75 % de los votos emitidos en la jornada del 1 de julio serán recontados para tener una mayor certeza, aunque esto no cambiará el sentido de los resultados, que dieron como ganador a Andrés Manuel López Obrador.
La alianza de partidos que postuló al izquierdista Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México tendrá más de la mitad de los asientos en ambas cámaras del Congreso, una mayoría que no será suficiente para aprobar reformas constitucionales, mostraron proyecciones.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), hasta ahora el principal referente de la izquierda en México, es otro de los damnificados de la elección del pasado domingo y con ello perdió su principal baluarte, la capital, en el cual mantuvo una hegemonía de 21 años.
El próximo presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, destacó hoy la "confianza mutua" lograda tras la reunión con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que garantizará una "transformación del país" en un ambiente de "concordia".
El primer paso para el proceso de transición política mexicana comenzó hoy luego que el presidente Enrique Peña se reunió con el hombre que lo sucederá en el cargo Andrés López Obrador, para acordar los procedimientos para la transferencia del mando.
El próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró hoy que la transición de gobierno será "ordenada, pacífica" y sin "sobresaltos", tras reunirse con el actual mandatario, Enrique Peña Nieto, en el Palacio Nacional.
La transición en México comenzó y tanto el presidente saliente, el priista Enrique Peña Nieto, como su sucesor electo y antiguo rival político, Andrés Manuel López Obrador, decidieron que se hará de manera ordenada y pacífica.
La avalancha de votos para Morena ha impedido el ingreso de los candidatos independientes en el Congreso mexicano. Las dos cámaras han cambiado radicalmente su configuración de tal forma que la izquierda contará con la mayoría de legisladores.
