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Terremoto de Chile y conspiración cardenales marcan celebración del Tedéum
Santiago de Chile, 18 sep (EFE).- El terremoto de magnitud 8,4 que azotó gran parte de Chile el miércoles y la polémica filtración de unos correos electrónicos que evidenciarían conspiración en la Iglesia chilena marcaron hoy la celebración del tedéum ecuménico celebrado en Santiago de Chile con motivo de Fiestas Patrias.
Durante su homilía en la Catedral, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, envuelto en una polémica por encubrimiento de abusos sexuales, explicó que en los últimos días se sintió expuesto a una "crítica descalificadora".
El cardenal pidió perdón "a quienes se sintieron ofendidos" y homenajeó a los doce muertos y a los cinco desaparecidos que dejó el terremoto y el posterior tsunami que azotó el país el pasado miércoles.
Las palabras de Ezzati fueron bien recibidas por las autoridades políticas presentes en la ceremonia, como la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quienes al concluir el Tedéum valoraron sus disculpas y la apelación a la unidad y la solidaridad.
"Se ha hecho un hermoso homenaje y un gran saludo de apoyo a todos quienes están sufriendo en el norte, además de un llamado a enfrentar juntos los problemas", destacó la mandataria.
"Que (el cardenal Ezzati) partiera con una petición de perdón es algo muy positivo que mucha gente esperaba. Cuando uno comete errores es bueno reconocerlos. Espero que estas disculpas fueran sinceras", dijo el presidente del Senado, el democristiano Patricio Walker.
Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Burgos", dijo que "le llamó la atención" que el arzobispo de Santiago pidiera perdón.
En tanto, el rector de la universidad jesuita Alberto Hurtado, Fernando Montes, afirmó que "la Iglesia tiene que aprender a pedir perdón para que la gente vuelva a recuperar la confianza".
El Tedéum ecuménico, una ceremonia que se realiza en Chile desde 1811 y que congrega a las máximas autoridades políticas, venía precedido este año por la polémica que generó la publicación de correos electrónicos privados entre dos cardenales chilenos.
Uno de ellos era el propio Ezzati y el otro, el cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo emérito de Santiago y uno de los ocho elegidos por el papa Francisco para integrar el Consejo de Cardenales que busca ayudarle en el gobierno de la Iglesia y reformar la Curia romana.
En esos mensajes, Ezzati y Errázuriz evidenciaban maniobras para minimizar escándalos de abusos sexuales e imposibilitar el nombramiento de Juan Carlos Cruz, una de las víctimas, para que integrara la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, al tiempo que criticaban a Felipe Berrios, un sacerdote muy popular en Chile por su trabajo con los más desfavorecidos.
El cardenal Ezzati inició la homilía recordando a las víctimas de la catástrofe y expresando su respaldo a las acciones del Gobierno para enfrentar la emergencia, tras lo cual se refirió al crispado clima político que vive el país.
"Chile está viviendo una profunda crisis de esperanza y solidaridad", sostuvo el cardenal, quien mencionó la guerra civil de 1891 y el golpe de Estado de 1973, "cuyas heridas no terminan de sangrar".
También se refirió a la polarización política y desconfianza institucional en la que, a su juicio, vive sumido el país y que se evidencia en la desaprobación del Gobierno que muestran las encuestas.
El cardenal aprovechó la ocasión para criticar el proyecto de ley que despenaliza el aborto en tres circunstancias, que actualmente se debate en el Parlamento.
"El ser humano no le pertenece solo a ella (a la mujer), sino también a toda la familia, y porque le pertenece a la familia nuclear, le pertenece a la familia humana", consideró Ezzati.
La ministra del Servicio Nacional de la Mujer, la comunista Claudia Pascual, comentó al respecto que respeta la opinión de la Iglesia católica, pero puntualizó que al Gobierno le corresponde "dar cuenta de la diversidad del conjunto del país".
Una veintena de mujeres vestidas de blanco, pertenecientes a un grupo antiaborto, manifestaron su rechazo al proyecto de ley portando pancartas dentro de la Catedral metropolitana durante la ceremonia.
Tras concluir el Tedéum, la presidenta Bachelet tiene previsto viajar a la región de Coquimbo para seguir evaluando en terreno los daños del terremoto.
"Esta es una fecha que tiene matices, algunos tienen cosas que celebrar y otros no. Lo importante es que la gente no está sola porque vamos a seguir trabajando de forma incansable", enfatizó la mandataria.
ROW
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