Reportajes

Los narcos se mueren de la risa

2007-07-07

Aquí se mueren, pero de la risa, entre otros el Chapo Guzmán, de quien dicen algunos...

Félix Fuentes, Revista Siempre


Es como para adoptar la posición de El pensador de Rodin y cavilar. ¿Cuál fue el propósito de quitar de sus puestos de mando a 284 prominentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), manteniéndolos en las mismas organizaciones y conservando sus grados, los más privilegiados?

Nadie concibe que tan elevado número de "jefazos" reprobara requisitos mínimos de preparación y confiabilidad y permanecieran años y meses, dedicados a combatir a la delincuencia organizada.

Menos se justifica que quienes asumen ahora posiciones de mando tuvieron "experiencia de 20 a 37 años" y pese a ello se les desplazó. Si durante décadas se adiestraron en la investigación y su conducta es aceptable, debieron permanecer en sus puestos. Tampoco es válido que releven a quienes se han desempeñado en por lo menos 5 años. ¿O acaso éstos son corruptos, ligados al hampa del narcotráfico?

La sorprendente transformación de dichos cuerpos policíacos pudiera relacionarse con el reciente informe de la DEA, agencia estadounidense antinarco, de que sólo 184 elementos de casi 5 mil de la Federal Preventiva son "confiables para compartir información de inteligencia". Esto difiere de la afirmación del titular de la SSP, Genaro García Luna, quien afirmó: "Yo insisto en que todos son honrados". ¿Y por eso son reincorporados los que ya estaban despedidos?

Lo anterior se relaciona con el informe extraoficial  sobre la entrega al presidente Felipe Calderón de grabaciones en las cuales se comprueba la conexión del narcotráfico con agentes de la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública.


De ser así, la batalla contra el hampa está perdida. Porque mientras los militares exponen sus vidas en la búsqueda de delincuentes, éstos son informados por policías federales de cuantas acciones son planeadas en su contra.

Otra versión del bajo mundo revela que los volúmenes de cocaína incautados son devueltos a pandillas del narco para su venta, pues de ninguna manera pierden ese millonario negocio los "altos mandos", quienes así se convierten en socios del hampa. Entonces, ¿no son incinerados los cargamentos de estupefacientes exhibidos ante los medios informativos luego de cada captura?, ¿acaso es teatro de opereta?

Así se explicaría por qué el narcomenudeo se ha extendido a los lugares más recónditos de la República con la calidad de intocable y la población mexicana es hoy la gran consumidora de drogas en el mundo. Los niños son enviciados desde los 12 años de edad.

En este escenario, el Ejército mexicano no resultará vencedor en la guerra proclamada por el presidente Felipe Calderón sobre la delincuencia y tampoco es factible esperar nada de los cuerpos policíacos, si casi todos sus agentes ¡no son confiables!, y únicamente se les enroca, como piezas de ajedrez.

En China son ejecutados los narcotraficantes. Tres de ellos fueron ajusticiados en Beijing por transportar 42 kilos de heroína. Aquí se mueren, pero de la risa, entre otros el Chapo Guzmán, de quien dicen algunos politólogos que ya no opera y tal vez esté muerto. Así se quiere relevar de esa carga al calderonismo.



LLG

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