Internacional - Política

Berlusconi acude a Nápoles para hablar de inmigración y basura

2008-05-21

Por Phil Stewart


NAPOLES, Italia (Reuters) - El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, utilizó el miércoles su primera reunión de gabinete en Nápoles para centrarse en la crisis de la basura en esa ciudad y en delinear controles estrictos contra la inmigración ilegal.

Encabezando la agenda del nuevo Gobierno conservador se sitúa combatir la inmigración ilegal, especialmente de los rumanos, a los que la ultraderecha y buena parte de los medios consideran un problema vinculado a la delincuencia.

Los grupos de derechos humanos y los socios italianos en la Unión Europea advierten de que esto fomentará el racismo.

El magnate de los medios, de 71 años, que se aseguró un tercer mandato como primer ministro al derrotar a la centroizquierda en los comicios de abril, anunciará también un recorte fiscal para ayudar a los italianos a capear la amenazante recesión en la tercer mayor economía de la euro zona.

Pero los napolitanos buscaban soluciones urgentes para afrontar la crisis de la basura, que se remonta a más de una década y que ha empeorado en los últimos meses, anegando de desperdicios las calles, contaminando el aire, enfermando a los niños y manteniendo alejados a los turistas.

Las pilas de desperdicios fueron incendiadas por los vecinos, hartos de la incapacidad de las autoridades para limpiar las calles. El problema se complica más por la implicación de la "Camorra," o mafia local, en la eliminación ilegal de residuos tóxicos.

Mientras los ministros se reunían en el centro de Nápoles, el arquitecto Raffaele Rusciani, tomaba un café y dudaba de que los ministros pudieran proveer una cura milagrosa al problema.

"Nuestros problemas no pueden ser solucionados de un día para otro. Hemos estado lidiando con esta basura durante al menos 15 años y no espero que cambie nada de manera real pronto," afirmó.


ADVERTENCIA EUROPEA

Nápoles también ha sido el centro de una reacción violenta contra los campamentos ilegales de rumanos, descriptos por los integrantes de derecha del nuevo Gobierno de Berlusconi como centros de criminalidad.

La policía evacuó unos campamentos que fueron incendiadas tras las informaciones de un aparente intento de secuestro de un bebé italiano por parte de una chica rumana.

El ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga del Norte, presentará al gabinete medidas que podrían incluir hacer de la inmigración ilegal un delito castigado con la cárcel, condenas más duras para los inmigrantes que delinquen y controles fronterizos más estrictos.

Un borrador visto por Reuters incluía medidas destinadas específicamente contra los rumanos, como convertir en delito hacer mendigar a los niños, punible con hasta tres años de cárcel.

Un destacado grupo de derechos humanos europeo expresó su preocupación por la discriminación en Italia y el comisario europeo de Empleo, Vladimir Spidla, dijo que Bruselas evaluaría las nuevas leyes, advirtiendo contra "cualquier tipo de racismo o xenofobia."



LLG

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