Familia

Urge base de datos nacional sobre niños robados y extraviados

2008-07-14

La asociación y la fundación enfatizaron que el apoyo de los medios de...

Por Maricela Palacio García


México, (Notimex).- Cuando un hijo es secuestrado, robado o se extravió la vida nunca vuelve a ser igual; la familia, en particular los padres, vive en una perpetua angustia y preocupación, es una especie de mutilación.

En México no hay cifras oficiales sobre el robo y extravío de menores, pero algunas organizaciones no gubernamentales como la Fundación de Padres y Madres de Niños Perdidos estiman que 500 mil menores han desaparecido en los últimos cinco años.

Ante ello, legisladores y organizaciones sociales consideran que es urgente crear un banco nacional de datos sobre niños robados y desaparecidos para avanzar en el tema, que ha rebasado tanto a las autoridades como a las agrupaciones civiles.

La Fundación Nacional de Investigaciones de Niños Robados y Desaparecidos expuso que la mayoría de esos menores son vendidos para adopciones ilegales dentro y fuera del país, explotación laboral y sexual, incluso para tráfico de órganos, además del secuestro.

Aunque no existen datos precisos, las organizaciones civiles señalaron que el problema aumenta cada año, por lo cual es necesario cruzar datos entre las distintas entidades y oficinas estatales del DIF para agilizar la recuperación de esas personas.

Artemisa González, de 38 años de edad, es una de las miles de personas que en México han pasado por el "martirio" de perder temporalmente a un hijo, pues hace seis años Pablo, quien apenas contaba con tres años, le fue arrebatado en un mercado.

"Estaba comprando las cosas para el mandado, yo tenía a mi hijo agarrado de la mano pero de pronto sentí un tirón y pude ver cómo un hombre se lo llevaba. Aunque corrí y traté de alcanzarlo no pude", comentó con la voz entrecortada al recordar ese momento.

Relató que enseguida dio parte a las autoridades y tres meses después logró recuperar a su pequeño, a quien encontraron en Baja California sin saber si la intención era sacarlo del país o no.

La presidenta de la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos, María Elena Solís, indicó que el gobierno no tiene una cifra global y menos por estado sobre el robo y la desaparición de infantes, por lo que la estadística es de cada organización.

Explicó que no hay una edad específica de los niños que son robados, ya que hay casos de menores de tan sólo unas horas de nacidos hasta jóvenes de 16 o 17 años.

Precisó que la asociación a su cargo recibe en promedio al mes 20 casos, de los cuales se logra recuperar a cuatro o cinco menores en el mismo lapso.

Solís detalló que Jalisco y el municipio Ecatepec, en el estado de México, son los sitios donde con mayor frecuencia se registran esos casos.

Mencionó que la actuación de las organizaciones civiles encargadas de apoyar a los padres a recuperar a sus hijos robados, sustraídos o extraviados consiste en acopiar información sobre el menor para difundir su fotografía y señas particulares de inmediato.

"Ese tiempo es oro y en cuanto nos llega un caso les pedimos a los familiares una fotografía reciente del menor, y lo antes posible le damos difusión en los medios de comunicación porque en unas horas se puede sacar a un niño del país", comentó.

Desgraciadamente, dijo, "también hemos tenido casos de infantes que se encuentran fallecidos, porque quienes los roban o sustraen de su familia los matan para no ser descubiertos".

Señaló que la asociación a su cargo realiza una investigación en cuanto recibe alguna llamada con datos del posible paradero de algún infante o adolescente desaparecido.

"Si nos hablan y nos dicen que vieron al niño en tal parte voy por lo padres y vigilamos la casa por el tiempo que sea necesario hasta ver al menor, y si lo logramos pedimos el apoyo de las autoridades; si es falsa la pista esperamos un nuevo dato".

En esa materia el senador panista Felipe González González aseguró que se pretende dar un nuevo impulso a una iniciativa de ley presentada en 2007 para tipificar como delito federal el robo de infante y que haya cifras oficiales sobre ese fenómeno.

"Para que haya bancos de datos de niños desaparecidos y de los niños encontrados y para que haya un área en la Procuraduría General de la República (PGR) dedicada a investigar, con personal especializado, casos de niño robado y desaparecido", planteó.

La diputada local María de la Paz Quiñones Cornejo, del Partido Acción Nacional (PAN), lamentó a su vez que para dar por desaparecida a una persona tenga que pasar un determinado tiempo y no se pueda levantar la denuncia e iniciar la investigación de inmediato.

"Por eso se tiene que hacer una tipificación de los delitos de robo y desaparición de menores y para ello tratamos de elaborar la propuesta de una nueva ley para atender este problema, que es grave y doloroso, y es más grande de lo que nos gustaría pensar", advirtió.

En una nueva legislación, apuntó, se debe contemplar el apoyo psicológico para los familiares de los niños robados, desaparecidos, sustraídos o secuestrados, porque los efectos son devastadores.

En esa vertiente el senador mencionó que "desafortunadamente se ha perdido sensibilidad en el tema de una familia que pierde a un niño, porque después jamás vuelve a vivir, se mutila y no se hace mucho por atender esa situación".

"Del total de asuntos que recibimos, 50 por ciento corresponde a sustracción de menor por el padre o la madre sin el consentimiento de la pareja, 20 por ciento a robo de infante, y 30 por ciento a desaparición de menores, personas adultas y discapacitados", indicó María Elena Solís.

María Concepción Vázquez no sabe del paradero de su hija de nueve años desde el 28 de mayo, y aunque tiene fuertes sospechas de que se la llevó el hombre que hasta ese día era pareja de su madre no ha podido recuperarla.

"Estoy preocupada y angustiada de que ese hombre (identificado como Moisés Cuadra) pueda abusar sexualmente de mi hija, porque siempre le compraba ropa y cosas para que ella lo siguiera. Es una angustia terrible no saber dónde están nuestros hijos", externó.

El presidente de la Fundación Nacional de Investigaciones de Niños Robados y Desaparecidos, Guillermo Gutiérrez, destacó que aun cuando no se trata mucho el tema algunos menores son llevados a Estados Unidos, Canadá y Medio Oriente para traficar con sus órganos.

Resaltó que los plagiarios estudian la compatibilidad de los niños robados con otros menores que necesitan algún órgano y se les prepara con tiempo para la intervención quirúrgica.

Al respecto el asesor jurídico de esta fundación, Max Morales, abundó que el robo de infantes para esos fines se comete mayormente contra niños de clases media o baja, porque los delincuentes saben que sus familias cuentan con pocas posibilidades de defensa jurídica.

El legista advirtió que otro delito que aumentó contra los infantes es el secuestro y "en estos casos, a diferencia del robo de niños para tráfico de órganos, explotación laboral o sexual, los delincuentes van sobre menores de familias de clase económica alta".

El secuestro de niños se incrementó 70 por ciento y lo lamentable es que en general de todos los delitos contra ese sector de la población sólo 10 por ciento de los casos se resuelve y se consigna a los responsables.

Por ello, la Fundación Nacional de Investigaciones de Niños Robados y Desaparecidos, legisladores y la asociación urgieron a crear un grupo policial especial para atender los delitos contra los infantes y adolescentes.

La asociación y la fundación enfatizaron que el apoyo de los medios de comunicación es fundamental para recuperar a los menores robados o extraviados, así como la contribución de empresas privadas para difundir los datos de los infantes.

Recomendaron a los padres tener una cartilla de identificación de sus hijos con una fotografía del menor de no más de seis meses de antigüedad, las huellas dactilares estampadas en un papel blanco y un cabello con raíz, por si es necesario hacer pruebas de ADN.



LLG

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