Internacional - Seguridad y Justicia

Soldados israelíes confiesan asesinatos y brutalidad en la ofensiva en Gaza

2009-03-20

Varios soldados declararon que, durante la última ofensiva militar contra la franja de Gaza...

Ana Cárdenes

Jerusalén, (EFE).- Los testimonios de varios soldados israelíes que aseguran que asesinaron a civiles y cometieron actos de vandalismo en Gaza cumpliendo órdenes levantaron hoy una oleada de críticas y han obligado al Ejército a abrir una investigación interna.

"En las últimas semanas se ha estado estudiando el asunto y esta mañana el jefe de los servicios jurídicos, general de brigada Avichai Mendelblit, a cargo de la disciplina del Ejército, ha ordenado la apertura inmediata de una investigación penal", dijo a Efe un portavoz militar.

Los medios israelíes difundieron las declaraciones de varios soldados que aseguran que, durante la última ofensiva militar contra la franja de Gaza -del 27 de diciembre al 18 de enero pasados-, tenían órdenes "permisivas" y que dispararon contra mujeres y niños palestinos desarmados y dañaron de manera gratuita propiedad privada.

El diario "Haaretz" describe en su editorial este "comportamiento escandaloso" que tuvo lugar durante la operación "Plomo Fundido", en la que murieron más de 1.400 palestinos, en su mayoría civiles, como "actos de desprecio hacia la vida humana y una tendencia hacia la brutalidad" .

El rotativo atribuye los hechos a la "desconexión entre los comandantes de los batallones y sus oficiales superiores".

Los controvertidos testimonios fueron hechos el pasado 13 de febrero por pilotos y soldados de infantería que daban una charla en un curso preparatorio para el servicio militar en el Instituto Académico de Tivón.

En la conferencia, un jefe de escuadrón narró cómo el comandante de la compañía "ordenó que se disparase y matase a una anciana palestina que caminaba por una carretera a unos cien metros de la vivienda que la compañía se había incautado", lo que calificó de "asesinato a sangre fría".

Otro soldado aseguró que, después de que un jefe de escuadrón discutiera con su comandante sobre la permisividad del código de actuación y éste fuera cambiado, otros militares del mismo rango se quejaron y dijeron: "Deberíamos matar a todos aquí (en el centro de Gaza). Todos aquí son terroristas"

"En Gaza hicimos cosas que diez días antes nos hubieran parecido horribles y que en aquellos momentos, con los bombardeos y viendo a los compañeros heridos, nos parecían normales", dijo a Efe un soldado que declinó dar su nombre.

Un militar cuyo testimonio recoge el diario "Yediot Aharonot", aseguró que "cuando entrábamos en una casa debíamos tirar la puerta y empezar a disparar dentro y subir piso a piso. Yo a eso le llamo asesinato. En cada piso, identificábamos a una persona y la disparábamos, yo me preguntaba: ¿cómo puede esto tener sentido?".

El director del curso de Tivón, Dani Zamir, aseguró a ese medio que "esperábamos tener una discusión sobre la guerra, en la que oiríamos sobre experiencias personales y lecciones de los soldados, pero no esperábamos los testimonios que escuchamos. Nos quedamos absolutamente conmocionados".

Zamir "escribió al jefe de personal del Ejército, que traspasó la responsabilidad al director de Educación, Eli Shirmeister, a cargo de los asuntos morales y quien, tras hablar con él sobre el asunto, decidió traspasárselo al jefe de los servicios jurídicos, que hoy ordenó abrir una investigación penal", explicó un portavoz del Ejército.

La difusión de los duros testimonios de los militares ha provocado una oleada de protestas, como la del diputado árabe Ahmed Tibi, para quien esas declaraciones demuestran que se cometieron crímenes de guerra durante la operación Plomo Fundido.

La organización pro derechos humanos israelí "Yesh Din" ha exigido que se establezca una comisión no militar para investigar las alegaciones.

"Hasta hoy (...) no se ha iniciado ninguna investigación penal pese a los cientos de testimonios que levantan sospechas sobre violaciones de la legislación internacional y crímenes de guerra", dice "Yesh Din" en un comunicado, que añade que "si Israel no investiga sus delitos, otros países tendrán que hacerlo".

El director de la ONG Rabinos por los Derechos Humanos, Arik Asjerman, declaró hoy en una nota que aunque "sólo una porción de los testimonios resulte verdadera e incluso si hubiera explicación para alguna de esas acciones, estaríamos hablando de un tsunami moral que nos obliga a hacer ayuno, luto y un examen de conciencia".



AGVR
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