Mercados Bursátiles

Tendencias y Expectativas de la crisis

2009-07-06

Las expectativas sobre la economía nacional no pueden ser más desoladoras sobre esta...

José Manuel Rodríguez Solar

"La crisis se agrava todavía más por
nuestra creciente dependencia del exterior"

La crisis económica es ya un tema de conversación habitual entre todos nosotros ya que a todos en mayor o menor medida nos afecta. Nunca como hoy, la respuesta sobre la problemática del país se había concentrado en la crisis económica, a pesar del grave problema generado en la "guerra contra el narcotráfico".

Curiosamente los que más se quejan de la crisis y a los que más golpea ahora es a los ricos y multimillonarios que han visto descender sus fortunas a casi la mitad de lo que tenían o contaban hace un año.  El gobierno también es otro desafortunado que lamenta y se queja de la crisis de la cual no encuentra la salida. Entre la población los que más resienten la crisis es sin lugar a dudas los que han perdido su empleo. A nadie más que a ellos les pega duro la mala racha económica del país.  Muchos pobres, en su pobreza absolutamente, no son más pobres, siguen viviendo igual, de la caridad.

Los ingresos presupuestarios del sector público registraron un desplome histórico de 20.6 por ciento en mayo de este año y fueron menores en 32 mil 727 millones de pesos respecto de los registrados en el mismo mes de 2008. Los ingresos fiscales derivados del impuesto al valor agregado (IVA) cayeron 24.8 por ciento; los del ISR menos 18.6, los del impuesto empresarial a tasa única (IETU) se desplomaron 38.1 por ciento, y los del impuesto aplicado a la importación de productos descendieron 14.7 por ciento.

En cuanto a los ingresos petroleros que provienen de Petróleos Mexicanos (Pemex): el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) de gasolinas y diesel, los derechos sobre hidrocarburos y el impuesto a los rendimientos petroleros, tuvieron una reducción anual de 27.7 por ciento en mayo de este año. Por si fuera poco, los resultados de las finanzas del sector público en el periodo enero-mayo de 2009, se registró un déficit de casi 10 mil millones de pesos en el marco de una caída anual de 6.1 por ciento en los ingresos presupuestarios, y de 14.9 por ciento en los tributarios.

El presupuesto de gastos fiscales 2009 incluye este año una pérdida recaudatoria de casi 465 mil millones de pesos, derivada de la aplicación de regímenes de excepción que se convirtieron en transferencias de recursos fiscales del gobierno federal a sectores productivos y de contribuyentes.

Un dato más que ilustra la magnitud de la crisis lo tenemos en la disminución de las ventas de energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y en las menores cuotas recaudadas por el Seguro Social (IMSS) debido al aumento del desempleo, por lo cual el ingreso de las entidades de control presupuestal tuvo un decremento anual de 5.8 por ciento.

Ante tal astringencia presupuestal Pemex ha colocado este año 20,000 millones de pesos en plazos a tres y siete años, como parte de un plan para colocar un total de 70,000 millones de pesos en deuda para poder seguir adelante y salir del profundo bache financiero en que se encuentra. Pemex aportaba una tercera parte de los ingresos totales del Gobierno y este año la captación por concepto de impuestos, derechos y aprovechamientos, sufrió un desplome de 59.4 por ciento. Así pues la gallina de los huevos de oro del erario público se encuentra estreñida. Los principales indicadores de la industria petrolera nacional continúan dando muestras de un franco deterioro.

Por su parte el Banco de México dio a conocer las cifras de la Balanza de Pagos al primer trimestre de 2009, con resultados deficitarios en todas las cuentas.

Este es el panorama fiscal que soporta las finanzas públicas. De tal forma, digan lo que nos digan, las expectativas sobre la economía nacional no pueden ser más desoladoras sobre esta tendencia actual ya que las finanzas nacionales muestran un franco deterioro y no se vislumbra ninguna señal que nos haga pensar que la crisis haya tocado el piso, sino todo lo contrario, tomando en cuenta y sumando otros indicadores económicos como el Producto Interno Bruto (PIB), la inflación, devaluación, desempleo, balanza comercial, etc. Cómo, por dónde entonces, podría esperarse la recuperación que todos anhelamos.

Ante estas vicisitudes todavía se agrega la reciente ola de pánico que acaba de pasar por la gestación en nuestro país de la influenza porcina, que luego paso a llamarse A/H1N1, ese virus invisible que está causando más estragos a la de por si endeble economía mexicana. Para este año se estima que el PIB disminuirá entre 8 y 10 por ciento, lo que equivale a decir que se dejará de producir entre 930,000 millones de pesos y 1.1 billones (de 80 a 86,000 millones de dólares).

Aparte pero en este mismo rubro hay que considerar la afectación económica que sufrió México a causa de la influenza A/H1N1, que asciende a 40 mil millones de pesos, equivalente a 0.4 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Por si fuera poco hay que agregar estos más:

• Cayó 8.2% el PIB en el primer trimestre de 2009, es la tercera baja más fuerte en un siglo. La caída en la actividad económica en el primer trimestre del año es la tercera más pronunciada en cien años. Hasta ahora, la mayor ocurrió en 1932 –cuando el país era arrastrado por la gran depresión en Estados Unidos. Alrededor de una quinta parte del valor de la economía mexicana depende de la elaboración de manufacturas para la exportación, principalmente al mercado de Estados Unidos.

• Un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos de 1.075 millones de dólares en el primer trimestre del año,

• El turismo cayó un 37% en México a causa de la gripe A/H1N1, el turismo extranjero mostró una reducción de entre 55% y 60%, en tanto que el nacional bajó entre 40% y 45%. Este sector representa la segunda actividad económica de México después del petróleo.

• Se desploma 59.4% la renta de Pemex. La captación del gobierno federal por concepto de impuestos, derechos y aprovechamientos pagados por Petróleos Mexicanos sufrió un desplome de 59.4 por ciento en los primeros cinco meses del año, no obstante que en mayo pasado se alcanzó el mayor nivel de ingresos. 

• En mayo, la caída más fuerte de remesas en 12 años. La caída muestra la severidad con la que la crisis económica en Estados Unidos afecta a los mexicanos que trabajan allá y envían con regularidad dinero a sus familias en México. Entre enero y mayo, el monto de las remesas, la principal fuente de divisas del país después del petróleo, fue de 9 mil 154 millones de dólares, 11.25 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008.

• Un descenso de la economía mexicana del 6.3% sería la peor caída desde hace 77 años, cuando en 1932 la economía se desplomó el 14.83%, y superará incluso el del 6.22% de 1995, durante la mayor recesión en este país de los últimos 14 años.

• Que el gobierno y empresas públicas se financian con más de $700 mil millones de pesos de los fondos de pensiones, es decir con el  "ahorro de los trabajadores". En un mercado cada vez más escaso de capitales, el gobierno federal y empresas del sector público concentran más de 700 mil millones de pesos de los recursos de pensiones de trabajadores mexicanos manejados por las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefore).

• La recesión de 1995 duró ocho meses, la actual acumula 15, dice el INEGI. En la recesión de 1995 se perdieron alrededor de 600 mil empleos en el sector formal de la economía. En el caso actual, la recesión comenzó en febrero de 2008, por lo que ya se extiende por un periodo de 15 meses. Entre junio de 2008 y marzo de 2009 el número de personas desocupadas aumentó en un millón. En números cerrados, un millón de mexicanos expulsados del sector formal en 14 meses, sin considerar a la población económicamente activa que, por primera vez, intentó ser considerada en el mercado laboral.

• En marzo pasado, las exportaciones mexicanas registraron un desplome de 25.1 por ciento, en comparación con el nivel observado en el mismo mes de 2008.

• La crisis sacó del carril de alta velocidad a la industria automotriz en México, que dejará de fabricar más de un millón de vehículos en 2009. El desplome de la demanda las ha llevado a ajustar drásticamente sus planes de producción e incluso han modificado a la baja su pronóstico sobre fabricación de entre 30 y 40% a 60% al cierre de 2009, al pasar de 2.1 a sólo un millón de vehículos.

• La crisis económica ha entrado a los hogares mexicanos. La situación económica actual es peor que hace un año y será más grave en 2010, considera la mayoría de la población después de sentir el impacto de la recesión confirmada en el primer trimestre de este año, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) cayó por segunda ocasión consecutiva, lo que trae aparejado el aumento del desempleo, la baja en los ingresos por turismo, remesas e inversión extranjera.

• Las familias mexicanas adeudan a la banca comercial más de 1.5 billones de pesos, equivalentes a 13.62 por ciento del producto interno bruto (PIB), reveló la Comisión Nacional de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Un estudio del organismo determinó que la deuda en los hogares mexicanos, un billón 22 mil millones de pesos, está compuesta mayoritariamente por créditos hipotecarios en los que se incurrió para adquirir una vivienda propia, mientras 502 mil millones han sido utilizados en la adquisición a plazos de bienes de consumo.

• El valor de la riqueza de 194 mil 695 inversionistas con intereses en la Bolsa Mexicana de Valores, de marzo de 2008 al mismo mes de 2009, se redujo en 15.79 por ciento, indicó la CNBV. Pasó de cuatro billones 545 mil 526 millones de pesos a tres billones 827 mil 748 millones de pesos, que significa una disminución del capital de 717,778 millones de pesos (54,000 millones de dólares).

• En riesgo 71% del PIB, por impactos del cambio climático. Hace unos días se presentó el huracán Andrés, el primero de la temporada, y éste es uno de los principales impactos que enfrenta el país frente al cambio climático.

• Y, finalmente, no hay que olvidar la Deuda Pública, que cada día se devora más de 3,000 millones de pesos, aproximadamente 90,000 millones mensuales, poco más de 1 billón de pesos anuales, por concepto de intereses, amortizaciones, y los agregados de nuevos créditos para pagar los déficits que se originan por este concepto, cuando todo el presupuesto de ingresos no alcanza para financiar el presupuesto de egresos. Aquí encontramos la deuda interna, externa, Piridegas, Deuda de Pemex, CFE, Fondos de Pensiones y Jubilaciones, IPAB-FOBAPROA, SAR, INFONAVIT, etc.

Después de conocerse estos datos, la firma estadounidense Moody's expuso que la crisis internacional "ha puesto en evidencia las carencias y debilidades" de la economía mexicana, "arrastrada hacia una de la recesiones más profundas de los últimos 15 años".

La crisis se agrava todavía más por nuestra creciente dependencia del exterior, consiguientemente por la crisis mundial que ahora azota al mundo; agregando como efecto fulminante la falta de capacidad  de quienes gobiernan para enfrentar la crisis y sortear las dificultades. Aún en estas circunstancias no aparecen ni por casualidad consideraciones y acciones serias para encausar debidamente la política económica gubernamental, ni siquiera un solo intento. Los encargados y responsables de las finanzas públicas están muy lejos de encontrar soluciones acertadas. No se les ocurre otra cosa que buscar explicaciones, justificaciones, pretextos  y culpables, no van más allá de ver los problemas y quejarse de ellos. Quisieran que todo el camino fuera pavimentado, sin baches ni hoyos, sin obstáculo alguno.

La política económica del gobierno federal para sacar al país de la crisis es errada, contradictoria e insuficiente; los programas contra cíclicos chocan con las medidas de austeridad decretadas; se opta por contraer el gasto público a pesar de que limita el crecimiento; se promueve el desempleo y se reduce la captación fiscal; se gasta poco y mal, afirma Francisco Suárez Dávila, quien fue subsecretario de Hacienda en el gobierno de Miguel de la Madrid.

Finalmente la crisis se resume y expresa en un malestar social que llega a todos los rincones del país por el incremento del desempleo a la par de la corrupción generalizada, abusos del poder de las autoridades judiciales y falta de justicia, tráfico de influencias, impunidad, inseguridad, violencia, delincuencia, militarización, violación de los derechos humanos, insalubridad y enfermedades, empobrecimiento, miseria y desesperanza de la población mayoritaria. Grave el diagnóstico. Efectivas y severas entonces deberían ser las recetas de la medicinas.  Pero quién para recetarlas. Dónde pues podremos encontrar un buen doctor en economía.

Ante tales circunstancias no deberíamos estar tan confiados y despreocupados por las consecuencias que pudieran aparecer y transformarse en intolerancia y desobediencia civil, perfilándose un escenario de explosividad con manifestaciones públicas de protestas. Ya basta decimos todos, pero eso no es suficiente. Habría que pasar  de las protestas a las propuestas concretas.

Quién dice entonces que lo peor de la crisis ya pasó. "Signos alentadores" sólo son vistos por el presidente Calderón,  el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y el gobernador del Banco de México, Ortiz Martínez.



EEM

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...



Ver publicaciones anteriores de esta Columna