Mercados Bursátiles

Explotación profunda y sin límite de PEMEX

2009-08-17

Pese a ser el séptimo productor mundial de petróleo, México importa alrededor...

José Manuel Rodríguez Solar

El petróleo ha sido por siempre el caldo de la corrupción

El petróleo ha sido desde el siglo pasado la principal riqueza de México. Gracias al sector energético, el país ha podido desarrollarse económicamente y generar más riqueza en otras áreas de producción. De la tierra han brotado como por arte de magia grandes cantidades de dinero, cientos de miles de millones de dólares, que si los sumáramos nos daría una cantidad exorbitante.  Si de esta hubiéramos guardado tan solo una vigésima parte, seguramente que no deberíamos un solo centavo de la deuda pública y otra sería nuestra situación económica.  Más todavía, podríamos haber multiplicado por dos o tres veces más esta riqueza petrolera, si hubiéramos trasformado e industrializado el petróleo y fabricado productos derivados como aceites y gasolinas, en lugar de venderlo como materia prima sin ningún valor agregado.

Pero, la triste realidad es que el petróleo ha sido por siempre el caldo de la corrupción y fuente de riqueza solamente para los privilegiados en el poder, de políticos, gobernantes, líderes sindicales, empresarios venales. El balance de la industria petrolera así lo revela y la historia lo relata en cada una de sus páginas.

Estas son tan solo algunas precisiones sobre el tema que hablamos. En resumen este es el diagnóstico a la fecha de nuestro petróleo que se pensaba que nunca habría de acabarse.  Este es el panorama sobre la industria petrolera en nuestro país. Al mismo tiempo podemos leer algunas consideraciones y reflexiones que seguramente nos harán pensar al respecto.

Precisiones de la historia contemporánea

• Pese a ser el séptimo productor mundial de petróleo, México importa alrededor de 40 por ciento de la gasolina que consume, debido a su insuficiente capacidad de refinación.

• El precio de 53 dólares por barril de petróleo que EIU proyecta para 2010 hará extremadamente difícil para el gobierno mexicano cubrirse con las exportaciones petroleras, como ha hecho este año, lo cual intensificará las presiones sobre las finanzas públicas.

• Los retos cada vez mayores que plantean la decreciente producción y los pobres ingresos fiscales pondrán de relieve los graves problemas del sector energético mexicano. La cuestión energética será un desafío considerable para lo que queda de este sexenio de gobierno y el próximo.

• La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) registró un beneficio neto por 1,200 millones de pesos (100 millones de dólares) en el segundo trimestre de este año, cifra 92,8% menor al registrado en el mismo periodo del año pasado. Durante abril y junio de 2008, Pemex registró una ganancia neta de 16,700 millones de pesos (unos 1,600 millones de dólares, según la cotización de hace doce meses).

• La reducción de los ingresos se debió principalmente al desplome de los precios del petróleo este año y al menor volumen de exportación.

• El ingreso antes de impuestos, derechos y aprovechamientos se ubicó en 146,200 millones de pesos (unos 10,900 millones de dólares), cifra 41% inferior a la registrada en el mismo periodo del año pasado.

• La deuda total consolidada de la empresa se ubicó en 47,000 millones de dólares.

• La producción diaria de petróleo alcanzó un promedio de 2,66 millones de barriles, un 7,78 por ciento menos que en los mismos meses del año anterior, de los cuales 1,27 millones de barriles se destinaron a la exportación.

• Durante los primeros seis meses de este año, los resultados operativos de Petróleos Mexicanos (Pemex) continuaron con un deterioro constante al caer la producción de petróleo crudo 7.6 por ciento; las exportaciones casi 15 por ciento y la captación de divisas 57 por ciento.

• De acuerdo con los reportes difundidos por los Indicadores Petroleros a la primera mitad de este año, la producción de crudo de enero a junio de 2009 fue de 2 millones 628 mil barriles y cayó 7.6 por ciento con respecto del mismo periodo de 2008, que fue de 2 millones 845 mil barriles en promedio por día.

• En tanto, el volumen de exportación de crudo en dicho periodo de 2009 fue de un millón 237 mil barriles y cayó 14.9 por ciento con respecto a enero-junio del año pasado cuando alcanzó un millón 454 mil barriles diarios.

• Por su parte, el valor de las exportaciones de crudo en los primeros seis meses de 2009 fue de 10 mil 605 millones de dólares y cayó 57.3 por ciento con respecto a enero- junio 2008, cuando fue de 24 mil 483 millones de dólares. En junio se obtuvieron ingresos derivados de las exportaciones de crudo por 2 mil 360 millones de dólares, su nivel más alto en ocho meses.

• En las seis refinerías del sistema, Pemex elaboró un millón 520 mil 200 barriles por día de productos, tales como gasolinas, diesel, combustóleo y otros, volumen similar al registrado de enero a junio del año anterior.

• El volumen de ventas de estos petrolíferos en el mercado nacional fue de un millón 732 mil 500 barriles diarios, en promedio, con un valor de 231 mil 446.4 millones de pesos.

• Las importaciones de petrolíferos pasaron de 539 mil 300 barriles diarios en el primer semestre de 2008 a 476 mil 200 barriles al día en igual periodo del año en curso, lo que representó una disminución de 11.7 por ciento.

Después de esta síntesis informativa sobre el sector más importante de la economía nacional, el energético, que representa la mayor parte de los ingresos del gobierno, no podemos cantar victoria y decir que la crisis ya pasó, que tocó fondo. Aunque demagógicamente presumamos que la economía no está petrolizada, ahora vemos que en realidad siempre lo ha estado. De tal forma la crisis seguirá agudizándose en la medida que la ineptitud y la corrupción sigan imperando en la industria petrolera y que no hagamos nada para rescatarla y ponerla a flote. Es una desgracia que en plena crisis despertemos y nos demos cuenta de semejante abandono en el área energética y que hayamos malbaratado y malgastado la producción cuando los precios fueron tan bajos en épocas pasadas, que no podamos ahora aprovechar las oportunidades que surgen; que apenas estemos pensando en construir una refinería más, después de 50 años.

No podemos, entonces, esperar tiempos mejores y que dejemos la crisis a un lado. Estos trastornos seguramente que incidirán determinantemente en los demás indicadores económicos, financieros y monetarios, y desde luego en la bolsa de valores, que es un termómetro de la economía del país. Si no, ya veremos.

Con esta panorámica sobre el pilar de la economía nacional, la industria petrolera, podemos darnos cuenta que tan endeble están las estructuras que la sostienen y cuales son las expectativas sobre las finanzas públicas que abastecen el desarrollo económico de nuestro país en todos los sectores. Por lo pronto este diagnóstico podemos tomarlo aunque sea como un indicativo de la tendencia actual de nuestra economía y por ende de la crisis. Hacia dónde vamos.



EEM

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...



Ver publicaciones anteriores de esta Columna