Internacional - Política

En su segundo período, Evo Morales tendrá más poder, pero también más retos

2009-12-07

Morales, un indígena de la etnia Aimara e hijo de in pastor de llamas debe su ascenso a su...

Por Paulo Prada, Dow Jones Newswires

Los votantes bolivianos parecían haber reelegido al presidente Evo Morales por una aplastante mayoría, resistiendo a una tendencia reciente en la que los gobiernos de buena parte de América Latina se han comenzado a alejar de la izquierda y dándole al primer presidente indígena de Bolivia aún más autoridad para desmantelar la estructura existente del gobierno.

Según las primeras encuestas citadas por la agencia de noticias gubernamental de Bolivia, se cree que Morales sería elegido para un segundo mandato de cinco años con el apoyo de más del 60% de los votantes. Lo que es más significativo es que el Movimiento al Socialismo, el partido del presidente, parecía el más seguro vencedor en las elecciones del Senado, en el que sería mayoría, dándole una ventaja crucial para expandir una agenda que promete revertir una historia de exclusión económica y política para la mayoría campesina e indígena de Bolivia.

La victoria se presenta en momentos en que votantes en otros países de Sudamérica, preocupados por la recuperación luego de la crisis global, están comenzando a alejarse de muchos de los mandatarios de izquierda que subieron al poder a lo largo de la última década. Los candidatos de izquierda a la presidencia de Uruguay y Chile recientemente hicieron campaña como centristas y los índices de aprobación de los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Rafael Correa de Ecuador, dos de los aliados clave de Morales, están cayendo. Las encuestas en esos dos países reflejan el malestar con los problemas económicos y financieros y el descontento debido a los problemas de infraestructura, desde racionamientos de agua hasta apagones.

Morales, un indígena de la etnia Aimara e hijo de in pastor de llamas debe su ascenso a su popularidad entre los pobres y la clase trabajadora boliviana. Después de una serie de presidentes que fueron derrocados a través de protestas populares, que el antiguo cultivador de hoja de coca ayudó a orquestar, el nuevo presidente tenía un mandato explícito para cumplir con dos metas: convocar una asamblea constituyente para darle poder a los campesinos bolivianos y reformar las leyes de hidrocarburos del país para tomar una mayor participación de las regalías de las compañías extranjeras.

Morales logró ambas, primero al nacionalizar la industria del gas natural y segundo al conseguir la aprobación de una nueva constitución que contempla un estado "plurinacional" que entrega mayor autonomía a las regiones y autonomía a decenas de comunidades indígenas. "El es percibido como si hubiera cumplido con su mandato", dice Sinclair Thomson, profesor de historia latinoamericana de la Universidad de Nueva York y autor de varios libros sobre política indígena en los Andes.

Ahora, con incluso más apoyo, muchos esperan que el segundo mandato de Morales sea más ambicioso en sus reformas económicas. En adición a la industria de gas natural, la cual es responsable por casi la mitad de los ingresos por exportaciones de Bolivia, Morales nacionalizó el sector de telecomunicaciones y ha prometido ejercer un mayor control gubernamental sobre otros, incluyendo la industria minera del país, otra fuente clave de ingresos.

Los planes preocupan a los opositores del presidente en la comunidad de negocios del país, muchos de los cuales creen que el gobierno debería concentrarse en mejorar la infraestructura del país y diversificar una economía que históricamente ha dependido de los minerales el gas y otros commodities.

Aunque no ha sido inmune a la crisis global, Bolivia ha capeado la tormenta mejor que muchos de sus vecinos. Los precios de metales clave, como el zinc, el oro y la plata han sido más resistentes que los de otros commodities importantes en la región. En un informe de octubre, el Fondo Monetario Internacional dijo que la economía boliviana probablemente crecería en cerca de 3% este año, más que cualquier otro país en Latinoamérica y aplaudieron la decisión del gobierno de acumular reservas monetarias de cerca de US$8,000 millones, como un amortiguamiento en contra de la volatilidad internacional.

Sin embargo, esta acumulación se ha llevado a cabo a costa de las inversiones del gobierno, notablemente en los sectores en los que Morales ha buscado desplazar a sus socios extranjeros, como el gas natural. Con la demanda futura por otras exportaciones aún sin materializarse y con la inversión extranjera reduciéndose a una mínima expresión, el gobierno tendrá que usar sus reservas para seguir financiando los populares programas sociales que ayudó a sostener.

Además, al entregar más poder a los políticos y a las pequeñas comunidades en los lugares más remotos del país, Morales, pese a su nuevo poder, podría tener que hacer grandes compromisos para balancear los intereses regionales y étnicos. "la misma gente a la que le da poder va a venir a golpear a su puerta", dijo Carlos Toranzo un economista de La Paz. "El gobierno tendrá que ser más pragmático que ideológico".



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