Zapatero confía en que recuperación comience este año y pide "temple"

Madrid, (EFE).- El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó hoy "temple" para salir de la crisis este mismo año y pidió "responsabilidad" a la oposición, que desoyó al Ejecutivo y le acusó de dejar al país en "caída libre".

En un discurso a los diputados y senadores del Partido Socialista (en el Gobierno) reunidos en el Senado, Rodríguez Zapatero defendió la propuesta de su Ejecutivo para la reforma laboral y del sistema de pensiones, y restó importancia al reciente desplome de la bolsa española, que atribuyó a un "reajuste" de los mercados.

En un clima muy distinto, Zapatero tuvo que defender horas después esa misma esperanza de recuperación económica en una sesión de control del Senado, contra los ataques de la principal fuerza de la oposición, el Partido Popular, que acusó al Gobierno de "improvisación" y de abandonar a España al "caos".

El líder socialista había hecho antes un llamamiento al esfuerzo colectivo y el "máximo diálogo" de las fuerzas políticas, dejando a un lado los intereses partidistas para afrontar la crisis.

Zapatero se mostró "plenamente convencido" de que la recuperación económica será "sólida" y subrayó que su propuesta de reforma laboral es un elemento "pacífico" destinado a favorecer ese diálogo.

Ese plan de reforma laboral, presentado el pasado viernes aunque sin demasiados detalles, ha recibido un cauteloso visto bueno de las organizaciones empresariales y los principales sindicatos españoles.

El "gran reto" de la reforma es acabar con la precariedad laboral y la excesiva temporalidad del empleo, el "problema capital" del mercado de trabajo español, recordó hoy Zapatero.

Los sindicatos, sin embargo, han rechazado los cambios del sistema de pensiones anunciados una semana antes, con la propuesta del Gobierno de subir la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.

Zapatero llamó hoy a un debate "sereno y racional" sobre el espinoso tema de las pensiones a fin de alcanzar un "gran consenso nacional".

Sobre el plan de austeridad también propugnado por el Ejecutivo, instó a sumarse al mismo a todas las Administraciones del Estado y a las regiones, a la par que subrayó que no se reducirán las prestaciones sociales, el esfuerzo en investigación ni la ayuda oficial al desarrollo.

"Estoy convencido de que vamos a ganar la recuperación económica con las iniciativas y reformas en marcha", dijo el presidente del Gobierno español.

El jefe del Ejecutivo insistió en que el déficit que sufre la economía española se ha debido al "aumento extraordinario del gasto público" que fue necesario en 2009 para afrontar la crisis y sin el cual los efectos de ésta habrían sido "más negativos".

Zapatero subrayó que no había habido ningún cambio de rumbo en su política económica y que el objetivo seguía siendo avanzar hacia la recuperación y cambiar el modelo productivo, preservando la cohesión social.

Esta postura no fue aplaudida por los principales partidos de la oposición, que hoy reiteraron su poca confianza en los planes del Gobierno para afrontar la crisis.

Así, el conservador Partido Popular (PP) acusó al Gobierno de Zapatero de dejar al país en "caída libre" y de escudarse en presuntas "conjuras mundiales" para explicar la desconfianza mundial en la economía española.

El Gobierno da "bandazos como un pollo sin cabeza" y está en manos "del desconcierto, la improvisación, el caos y la torpeza", acusó el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero.

En declaraciones fuera del Legislativo y ante la llamada al consenso por parte de Zapatero, la coalición Izquierda Unida, también en la oposición, advirtió de que sólo ayudarán al Gobierno si éste abandona su "volantazo de derechas" y su "ruptura" con los trabajadores, en referencia a la reforma de las pensiones.

También criticó el anuncio del Gobierno de reducir el déficit público en tres años de forma drástica, pues tendría "gravísimos efectos" sociales.

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