Cultura

"No escribimos para hacer sentir bien a nadie": Autores de 'narcoliteratura'

2010-07-17

Zacatecas (México), (EFE).- Elmer Mendoza, Martín Solares y Yuri Herrera, escritores de la narrativa mexicana sobre el narcotráfico, coincidieron hoy en que la literatura no está "para hacer sentir bien a nadie", sino para contar historias.

Los tres participaron en un coloquio sobre literatura y violencia que formó parte del calendario de actos del Hay Festival, que esta semana se celebra por primera vez en la ciudad mexicana de Zacatecas (centro).

"La literatura no está hecha para hacer sentir bien a nadie y tampoco puede promover soluciones fáciles", comentó Yuri Herrera, autor de 'Trabajos del reino', que recibió el galardón español 'Otras voces, otros ámbitos' a la mejor novela con menos de 3,000 ejemplares vendidos.

Precisamente, Herrera señaló las soluciones fáciles como "una de las grandes epidemias de México", y utilizó como ejemplo la guerra contra el narcotráfico que Felipe Calderón emprendió al principio de su mandato, a finales de 2006, y "todas las políticas irreflexivas" que giran en torno a ella.

A diferencia de los reporteros -México es, según organizaciones de derechos civiles, uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo- ninguno de estos escritores declaró haber sufrido amenazas a su integridad física.

Sólo Martín Solares explicó que, durante un trabajo de investigación previo a su novela 'Minutos negros' tuvo "la mala pata" de que un policía lo molestara.

"No comprendía por qué le irritaba tanto que inventase algo que no era más que un espejismo sobre la vida en su ciudad. Lo entendí cuando investigué su trayectoria en las hemerotecas", comentó.

Y es que la literatura, explicó, "dibuja al ser humano sin maniqueísmos", a diferencia de sus vilipendiados narcocorridos, composiciones musicales que ensalzan figuras o eventos del narcotráfico, a los que considera "música machacona y repetitiva que profiere elogios hacia el capo local".

El novelista sólo se explica el éxito de esa música pensando "que los narcos obligan a sus empleados a escucharlos en horario laboral".

Porque "a los malos", recordó Elmer Mendoza ('Balas de plata') a veces les gusta que se hable de ellos, a diferencia de los "supuestos buenos": Policías, partidos políticos y gobiernos.

"Aunque, en realidad, los gobiernos no leen novelas, y los narcos tampoco", bromeó con sus compañeros.

La inspiración de estos creadores nace de sus propias vivencias, ya que la sociedad mexicana está, desde hace años, condicionada por las disputas de los distintos cárteles, que juegan -como dijo Solares- "a ser Robin Hood" y a pretender que son sólo los otros los que cortan cabezas.

El tampiqueño recurrió a miedos infantiles como el que le tenía a un conocido que era policía y siempre exhibía su pistola colgando del cinturón, o el impacto que le produjo el asesinato de cuatro niñas de su barrio cuando él tenía cinco años.

"La literatura me ayudó a iluminar un poco una historia que yo presentía muy oscura y que, en mi opinión, ni el cine ni el teatro ni el periodismo han iluminado aún de forma suficiente", confesó.

Mendoza y Herrera, por su parte, destacaron el valor de las cantinas, sus personajes y el lenguaje de la calle que éstos emplean como recurso para sus obras.

En México se están perdiendo palabras, denunció Solares. Herrera indicó que se habla de 'fuego cruzado' para eliminar la responsabilidad de los fallecidos en el tiroteo, y de 'ejecuciones', para no soportar el peso moral que implica un asesinato.

En este contexto, reconoció, la literatura no producirá hombres buenos, "pero sí puede provocar el nacimiento de hombres y mujeres reflexivos".



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