Policrato Philodemos
Las enseñanzas de "Karl"
"Los demagogos son capaces de engañar a cualquiera
menos a la naturaleza"
Improvisación, Clientelismo, Corrupción
Los daños provocados por el reciente impacto del huracán "Karl" los días 17 y 18 de Septiembre, en las comunidades que se encuentran en la costa cercana al puerto de Veracruz y en el mismo puerto, le han arrancado de golpe la careta de estadistas que se había diseñado nuestra clase política, máscara que diariamente nos quieren vender a través de todos los medios, reinventando la historia, para ocultar a los demagogos que nos han gobernado desde nuestra independencia, y especialmente después del llamado período revolucionario.
El recuento y análisis de los daños nos deben servir para que contemplemos, en toda la magnitud de su extensión, la diferencia abismal entre lo que nos han dicho en sus discursos y lo que hicieron y hacen, cuando ejercen el poder, desnudando la realidad de su falso "patriotismo" que nunca rebasa el límite de las arengas, promesas incumplidas, y los discursos, así como su muy repetida "homilía" de "de$interesada entrega" al servicio del pueblo.
De la misma manera el huracán "Karl" ha evidenciado la incapacidad de nuestros líderes y gobernantes para elaborar y seguir un proyecto de nación (de Estado, de Municipio, de Sindicato, de Empresa Paraestatal, Etc.), que les sirva de guía y tenga congruencia con un objetivo y modelo que vaya más allá de su gestión administrativa, condenándonos de esa manera al fracaso y a la improvisación, ya que cualquier sociedad organizada que no tenga clara la meta hacia donde se dirige, estará condenada a la mediocridad permanente, y siempre decidirá improvisando soluciones inmediatistas ¿Acaso quienes nos han gobernado y gobiernan actualmente desconocen las estadísticas climatológicas del país en el que ejercen su mandato?... ¿Qué no sabían que en la época de ciclones, vendavales, y turbonadas, las inundaciones se repiten cada año?.
Tal parece que quienes toman decisiones en el gobierno y en las cámaras, son apátridas que solo están preocupados por ejercer el poder para beneficiarse en lo personal, suponiendo que el erario nacional es un botín que les pertenece por el solo hecho de gobernar, motivo y mentalidad por la que nunca se han preocupado de la prevención y del planeamiento, para ser eficaces como "mandatarios" (palabra que desgraciadamente han distorsionado para su conveniencia y que la traducen como sinónimo de "mandamás"), lo que equivale a considerar al pueblo que lo eligió en las urnas, como súbditos y no como ciudadanos, olvidando que somos quienes les pagamos sus salarios con nuestros impuestos, y deben servirnos, además de que lo juraron solemnemente al asumir su mandato en el cargo los hechos y la catástrofe nos muestran ahora de que solamente simularon.
Muchos de los daños pudieron haber sido bastante menores de no haber existido la corrupción y/o la ineptitud, o la apatía, que impidieron el planeamiento de las obras municipales, de la infraestructura carretera y de puentes, mismas que debieron haberse construido para resistir los embates de este tipo de meteoros, aspecto que nunca se preocuparon por hacer, a pesar de que el litoral del Golfo de México y del Mar Caribe se encuentran en una ubicación geográfica que tradicional y estadísticamente ha sido la trayectoria de estas fuerzas de la naturaleza.
Esta vez se ha hecho evidente que las zonas habitadas con mayores daños y pérdidas, ocurrieron en los asentamientos humanos ubicados en zonas vedadas legalmente (por peligrosas, de alto impacto ambiental, o inhóspitas), que no son otra cosa que asentamientos ilegales pero tolerados debido al clientelismo en la política (herencia maldita del PRIísmo), que siempre buscó simpatías y votos a cambio de permitir violaciones a las normas e irregularidades, así como también a la enorme corrupción y connivencia con fraccionadotes delincuentes y voraces, a los que se les permitió hacer desarrollos urbanos en zonas vedadas y de riesgo, e inclusive se les dejó arrasar la zona de manglares en el municipio de Boca del Río, sin importarles que estas formas de humedales arbóreos sirvan como zonas de amortiguamiento durante los fenómenos meteorológicos extremos, como son los huracanes y la "mar de leva" que les acompaña, cuyas consecuencias están a la vista de todo el que quiera ver, siendo los mejores ejemplos las áreas veracruzanas cercanas al puerto, en donde se presentaron inundaciones catastróficas, como las del Fraccionamiento Floresta, del asentamiento urbano en Puente Moreno, en el área urbana de Boca del Río, y en la zona de "Tembladeras", en donde se dieron "autorizaciones$" permeadas por la "corrup$ión".
La ciudadanía veracruzana esta pendiente todavía de escuchar una explicación de las autoridades federales y estatales, sobre las razones por las que desaparecieron las dragas que anteriormente abrían las bocanas de los grandes ríos del Golfo de México (y también del Puerto de Veracruz que ya se encuentra azolvado y con menor calado por falta de mantenimiento), para evitar los alfaques que forman los arrastres sedimentarios de los ríos, taponando la salida de la corriente y provocando la elevación de los niveles del agua, durante las avenidas que se producen durante la temporada de vendavales y ciclones, pues de haberse efectuado dicho trabajo de mantenimiento, el desastre provocado por el huracán "Karl" hubiera sido de menores proporciones.
En Veracruz llama la atención el protagonismo extremo del gobernador saliente, Fidel Herrera Beltrán (quien en su narcisismo desbocado si asiste a un velorio quiere ser el muerto), que abandonando toda ética y decoro humanitario ha utilizado la tragedia provocada por el huracán para lucrar políticamente, pretendiendo de manera subliminal hacerle creer a la ciudadanía, que él en lo personal y el PRI como partido son quienes están asistiendo y apoyando a los damnificados, y no el gobierno federal a través del Ejército y la Armada de México principalmente.
Por la importancia que tiene el sentir ciudadano ante la catástrofe, añado un par de párrafos que están circulando en "Internet" sobre la conducta asumida por Fidel Herrera, descrita por una ciudadana que vive el Puerto.
"Mi indignación crece cuando veo la circulación exagerada de despensas envueltas en bolsas rojas, la proliferación de gorras y playeras del mismo color exhibiendo patéticamente en los medios de comunicación nacional el "estado bananero" en que nos hemos convertido y lastimando la sensibilidad de quienes logramos percibir como los que se encuentran en el poder están lucrando con el dolor ajeno para colgarse medallas y esconder la culpa que deben cargar por el despojo y atrocidades cometidas a lo largo del sexenio.
Indignante la complicidad y complacencia de los paleros, vasallos y cortesanos, todos ellos con nombre y apellido que se ponen playeras y gorras rojas para tomarse y publicar sus fotos como socorristas rojos".
Conductas que hacen notoria la desfachatez y el cinismo oportunista de los cacicazgos, en que estos nuevos señores feudales han convertido a las entidades estatales de la república, en donde (como dijo hace décadas un tristemente célebre capo PRIísta), "La moral es solamente un árbol que da moras".
Con ferviente dedicatoria para los nostálgicos del sillón presidencial, quienes nos dicen que ya cambiaron y que se encuentran listos para regresar como inquilinos de "Los Pinos" y del "Palacio Nacional" en 2012.
EEM
