Internacional - Finanzas

J.P. Morgan acumula una cuota clave en el mercado del cobre

2010-12-07

La revelación de que J.P. Morgan es el propietario del cobre alivió algunas de esas...

Por Carolyn Cui y Dan Fitzpatrick / Dow Jones, WSJ

J.P. Morgan Chase & Co. surgió como el tenedor de US$1,000 millones en cobre, lo que convierte al banco estadounidense en propietario de más del 50% del metal almacenado en las bodegas oficiales de Londres. La operación genera preocupación de una inminente escasez de la materia prima.

Las compras del banco de Nueva York han sacudido a los círculos de los commodities en semanas recientes. La Bolsa de Metales de Londres reveló el mes pasado que un comprador misterioso se había quedado con una parte significativa de los suministros de cobre del mundo, lo que planteó dudas de si un operador estaba tratando de acorralar el mercado del metal.

La revelación de que J.P. Morgan es el propietario del cobre alivió algunas de esas preocupaciones. La entidad compró el metal a nombre de clientes, según una fuente al tanto del asunto, así que no posee directamente la materia prima. En todo caso, la oleada de compras deja una cantidad significativa de cobre en manos de un banco y sus clientes.

"Ese porcentaje de los inventarios totales de la Bolsa de Metales de Londres es suficiente para llamar la atención. Ciertamente tienen el control del mercado", dijo Louis Zawislak, presidente de la consultora de metales Commodity Management Solutions Ltd. Puesto que nadie sabe cuántos clientes controlan el stock y cuáles son sus intenciones, es difícil decir que tienen una posición concentrada en el mercado, agregó.

Posiciones como esta no son inusuales. La semana pasada, la Bolsa de Metales de Londres informó que operadores individuales también tenían en sus manos la mayoría de aleaciones de aluminio y de níquel.

De todos modos, aunque constituyen una pequeña parte del suministro anual de cobre (que totalizará 19 millones de toneladas en 2010), las compras de J.P. Morgan son importantes. La Bolsa de Metales de Londres, el principal centro de transacciones de los metales base, ha señalado que guarda unas 350,000 toneladas del metal, una caída frente a las 550,000 de febrero.

El organismo divulgó la semana pasada que un comprador había adquirido entre 50% y 80% del cobre de la bolsa. Una fuente cercana indicó que el cobre en poder de J.P. Morgan está en la parte más baja de ese rango, que supera las 175,000 toneladas.

El cobre se usa en la fabricación de varias cosas, desde cables eléctricos a tuberías y aires acondicionados, y se espera que la demanda se dispare a medida que se afianza el repunte de la economía global.

Se proyecta que la demanda global de cobre supere la oferta en hasta 500 toneladas en 2011, según Casimir Capital, un fondo de cobertura especializado en recursos naturales.

"La estrechez del cobre queda en evidencia con el hecho de que un participante puede controlar más de la mitad del suministro disponible", dijo Justin Lennon, analista de metales básicos de Mitsui Bussan Commodities en Nueva York. "Esto indica que no hay mucho metal disponible".

El cobre para entrega a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres saltó 7,2% a US$8.729,5 por tonelada frente al cierre del 23 de noviembre, cuando se conoció la presencia de un comprador misterioso. El cobre en Nueva York ha registrado un alza de 8,1% en el mismo lapso.

En estos momentos, los precios del cobre para entrega inmediata son más caros que los para entrega dentro de unos meses, un fenómeno que se conoce en la jerga de los inversionistas como backwardation. Esto contradice la tendencia normal del mercado y sugiere que algunos están preocupados por una escasez de suministro a corto plazo.

Además de estar atentos a una mejora del panorama económico, un factor que aumenta la demanda por el metal rojo, los operadores también han estado preparándose para el inicio de las transacciones de tres fondos que cotizan en bolsa que serán respaldados por el cobre. Esos fondos, conocidos en inglés como ETF, tienen la posibilidad de abrir el mercado del cobre a nuevos inversionistas, muchos de ellos pequeños, lo que promete alimentar un alza en la demanda.

J.P. Morgan también se ha transformado en un jugador de peso en los mercados globales de materias primas después de gastar más de US$2,000 millones en una serie de adquisiciones. Bajo la batuta del ejecutivo Blythe Masters, la división de commodities se ha expandido a 1,800 empleados, ha restado énfasis a la negociación con recursos propios y ha pasado a depender más de los ingresos de sus clientes. Pero este año, el desempeño no ha cumplido las expectativas debido a tropiezos en las negociaciones.



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