Curiosidades

Los comerciantes de Madrid contratan a grafiteros

2011-02-09

 Daniel Silva /AFP


Madrid.- Los comerciantes de Madrid han invitado a artistas grafiteros a pintar las persianas de metal con que cierran las tiendas por la noche con la esperanza de que los aficionados dejen de estampar pintadas de menor calidad.

Unos 130 grafiteros de toda Europa, incluyendo Bristol y Milán, decoraron el lunes 140 persianas del céntrico barrio de Malasaña, que durante mucho tiempo fue el núcleo de la cultura alternativa madrileña.

Aunque pintar encima de otros grafitis, especialmente de peor calidad, está considerado como un serio insulto por los artistas callejeros, los comerciantes creen que ya no encontrarán por la mañana sus persianas cubiertas con pintadas feas, a veces obscenas y además caras de quitar.

"Me gusta bastante", opina Marcela Orquera mientras mira el dibujo de una gran estrella azul dentro de una pelota roja rodeada de amarillo pintada en la persiana de su locutorio por tres adolescentes.

"Si dejas la persiana limpia, la van pintar. Ellos respetan mucho la obra de cada uno, así que se quedará así como está", estima esta argentina de 31 años.

En algunos casos las pinturas tienen relación con la actividad de la tienda, por ejemplo, una silueta negra de un chef amasando una pizza adorna la persiana de una pizzería, pero en la mayoría de los casos esta conexión no existe.

La persiana de una tienda de bicis muestra a una joven con un vestido rojo saltando a la cuerda con un alambre de espinos con un tanque y un helicóptero de fondo que recuerdan a los trabajos del conocido grafitero británico Banksy.

Otros muestran a monstruos azules con expresiones de asombro, una joven lavándose en un balde y luchadores mexicanos con sus vistosos colores a quienes sólo se les ve la nariz, la boca y los ojos.

Los organizadores esperan que la iniciativa, respaldada por la asociación de vecinos ACIBU, transformará el vecindario en una "galería de arte urbana al aire libre". Los artistas podrán cambiar sus obras cada 80 días.

"Nos gustan los grafitis, lo que rechazamos son las pintadas que nadie autoriza y que afean el barrio", explicó la presidenta de la asociación de vecinos, Isabel Rodríguez.

El barrio era el corazón de la llamada "movida madrileña", la explosión de creatividad en moda, teatro, cine y vida nocturna que removió Madrid a finales de los años 70 y en los 80, tras la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975.

La zona sigue teniendo un ambiente alternativo como el Camden Town londinense y el East Village neoyorquino, con sus tiendas de ropa y objetos originales y bares donde se bebe fuera.

"Está fenomenal porque es un museo al aire libre donde todo el mundo lo va a ver", se alegra Carlos Reverte, estudiante de 21 años sentado con amigos en una terraza.

Los grafiteros también ven el proyecto entusiasmados.

"La iniciativa de Malasaña nos ha parecido una muy buena idea, no solo por el hecho de utilizar un barrio como un enorme lienzo para los artistas, sino también para dar salida a todas personas que disfrutan haciendo arte y expresando sus emociones", dijo el dúo de grafiteros "Totemjau".

"No nos ganamos la vida con esto, solo queremos opinar con imagenes para que lo vea todo el mundo y ésta nos parece la mejor manera."



TRO

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