Caso Assange abre puerta en Suecia a debate sobre sexualidad y violación

 Rita Devlin Marier /AFP

Estocolmo. - El caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien se defiende ante la justicia en Londres para impedir su extradición a Suecia donde está acusado de violación, ha desatado un debate en el país nórdico sobre las agresiones sexuales en las "zonas oscuras de las alcobas".

Los hechos reprochados a Assange han provocado en el mundo, y de parte de la defensa del australiano de 39 años, severas críticas hacia la legislación sueca.

Se ha dicho en particular que esas acusaciones tienen un fundamento político --se trataría de desacreditar el portal internet que ha publicado miles de documentos confidenciales poniendo en situación embarazosa a numerosos gobiernos-- y que "lo que es considerado como violación en Suecia no lo es en otros países".

Pero en Suecia, la opinión parece por el contrario acordar más simpatía y crédito a las dos mujeres que dieron origen al procedimiento judicial contra Assange.

"La balanza, que para algunas personalidades culturales se inclinaba a favor de la inocencia de Assange y de las sospechas que despertaban sus acusadoras, ha cambiado claramente ahora de lado", estimaba el martes la editorialista Hanna Kjoller en el diario Dagens Nyheter (DN).

Según ella, el vuelco en la opinión se explica por la reciente publicación en internet de los informes de policía que "aclaran significativamente el panorama", aportando "pruebas sobre lo que denuncian las mujeres y dejan a Assange solo con su versión".

Para el jefe de redacción del sitio internet Nyheter 24, Aaron Israelson, esos documentos de investigación hacen aparecer los hechos bajo una luz bastante cruda y muestran "hasta que punto el caso se encuentra en una zona gris".

Uno de esos informes de interrogatorio describe la manera en que Assange aprovechó que una de sus amigas dormía para iniciar un nuevo acto sexual, esta vez sin protección, y que ella, de cansancio, terminó por aceptar.

"Las dos mujeres que han presentado demandas ante la policía para acusar a Assange no lo han considerado amenazante, pero de otro lado se sintieron ofendidas y consideraron que él no respetó su integridad", comentó Israelson a la AFP.

La sociedad civil se apoderó de la cuestión después que la periodista y escritora Johanna Koljonen describiera en Twitter una experiencia personal similar, y lanzara un foro bajo la palabra clave "hablemos de eso", consagrado a las "zonas oscuras de las alcobas".

"Lo que me llama la atención es que hay un problema estructural en la legislación sobre la violación. Hay que hablar de eso", recuerda ella que escribió poco tiempo después de la detención de Assange en diciembre en Gran Bretaña.

Centenares de personas compartieron en el sitio sus propias experiencias negativas, antes de que los grandes medios de comunicación e internet se apoderaran a su vez del tema.

Como resultado, "una puerta ha sido abierta para una discusión sobre el sexo", según la periodista independiente Rebecka Aahlund, y el caso ha dado pie a un debate en el seno de la población sueca sobre los elementos que constituyen una agresión sexual o una violación.

Para Rebecka Aahlund "las agresiones sexuales más frecuentes son perpetradas entre personas que se conocen (...) y abrir un diálogo sobre el tema es verdaderamente importante".

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