Internacional - Política

Parlamento venezolano comienza a fiscalizar gestión de gobierno de Chávez

2011-02-09

La creciente inseguridad y la ausencia de cifras oficiales de víctimas, la compra de...

Por Beatriz Lecumberri, AFP

CARACAS - El Parlamento venezolano retomó el martes su función de controlar al Ejecutivo en una acalorada sesión en la que diputados opositores exigieron a ministros del presidente Hugo Chávez respuestas concretas para los problemas del país, una imagen inédita en los últimos años.

La creciente inseguridad y la ausencia de cifras oficiales de víctimas, la compra de armamento, la presencia cubana en el ejército, la libertad de expresión o el destino de los ingresos petroleros centraron el debate.

Para el gobierno venezolano, comenzando por Chávez, la comparecencia de los ministros fue un "ejercicio de democracia", pero para la oposición, que ostenta desde enero el 40% de los escaños, los ministros evadieron preguntas y "maquillaron" cifras.

"Ha sido una tremenda jornada el debate en la Asamblea Nacional. ¡El que tenga ojos que vea!", escribió Chávez en su cuenta en la red social Twitter.

El retorno de la oposición venezolana a la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) donde no estaba presente desde 2005, cuando decidió no participar en las elecciones, ha avivado el control del Ejecutivo por parte del poder legislativo, reconocido en la Constitución.

Pero durante el debate, dos visiones opuestas de país y de forma de gobernar chocaron frente a frente.

"Dimos cifras, dimos datos, reconocimos errores (...) Sin embargo vemos que recurrentemente se dice que no hemos respondido", lamentó el vicepresidente Elías Jaua.

"Hemos pasado ocho horas esperando una rendición de cuentas responsable y respetuosa (...) No hay planes de seguridad ni cifras maquilladas que regresen a la vida a las personas asesinadas en 12 años en este país", declaró la diputada opositora María Corina Machado.

La creciente inseguridad, mayor angustia de los venezolanos, ocupó buena parte del debate. Ante la insistencia de la oposición, el ministro de Interior, Tareck El Aissami, acabó divulgando cifras globales de homicidios, algo que el gobierno no hacía desde 2005, aunque fue cauto sobre los objetivos de aquí al 2012.

Según el responsable, en Venezuela hubo cerca de 14,000 asesinatos en 2010, es decir 48 por cada 100,000 habitantes, una cifra récord en el continente americano.

"Para el gobierno un muerto es demasiado (...) pero damos gracias a Dios por el 1,6 millones de vidas salvadas gracias a Barrio Adentro", programa médico instaurado por Chávez, argumentó Jaua.

"Yo quisiera que ustedes les fueran a decir a esos venezolanos que están llorando a sus muertos que las medidas que ustedes han tomado son muy buenas", respondió el diputado opositor Tomás Guanipa.

Sin embargo, los ministros recalcaron no se puede culpar sólo al gobierno de un problema que se arrastra desde hace décadas y subrayaron que los Estados más violentos están gobernados por la oposición.

"Uno escucha a los diputados del gobierno y parece que acaban de empezar. Pero ya tienen 12 años en el poder y acaban de terminar un periodo (legislativo) de cinco años donde estuvieron solos y aún hablan de proyectos", lamentó el diputado opositor Juan Carlos Caldera.

Presente en la comparecencia, el ministro de Defensa, Carlos Mata Figueroa, argumentó que las criticadas compras de armamento se deben a que Venezuela es un país "acechado" que necesita defender su petróleo. Sobre la polémica presencia de cubanos en las Fuerzas Armadas, el responsable fue más tajante.

"Aquí antes había asesores norteamericanos. Nos sentimos orgullosos (de la presencia de oficiales cubanos) porque nos han enseñado cosas que los estadounidenses nunca nos enseñaron", zanjó.

Sobre la libertad de prensa, el ministro de Información, Andrés Izarra, se felicitó por la "progresiva democratización" del espacio radioeléctrico. Sin embargo, la pregunta sobre la propiedad actual de más de 32 emisoras de radio cuyas concesiones no se renovaron en 2009 quedó sin respuesta.

La oposición dio un "espectáculo propio de una vieja cultura política, que la concibe como un show y no como un servicio a la gente", resumió Jaua tras la sesión.

Los ministros dicen "que vamos a ver resultados positivos y claro que los vamos a ver porque en 2012 vamos a cambiar al Presidente de la República", concluyó Guanipa.



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