Internacional - Seguridad y Justicia
Ejecución de mexicano en EU causa desconsuelo e ira en familia y vecinos
Erick Muñiz / AFP
MONTERREY- Familiares de un mexicano ejecutado este jueves en una cárcel de Estados Unidos reaccionaron con desconsuelo e ira y fustigaron a las autoridades del estado de Texas, que ignoraron los pedidos de varios gobiernos para detener la aplicación de la pena, constató la AFP.
"Se hizo todo lo posible. Dios es el que los va a juzgar algún día a ellos (las autoridades de Texas)", dijo a la prensa Alberto Rodríguez, tío de Humberto Leal, en Guadalupe (Nuevo León, norte).
Leal fue condenado a la pena de muerte por la violación y asesinato de una adolescente de 16 años en 1994, crimen que siempre negó.
"Ay, Dios mío, los quiero matar...ay diosito, él fue inocente", dijo una mujer en el domicilio de la familia de la víctima, donde Humberto Leal pasó parte de su niñez y este jueves se congregaron unas 20 personas para rezar.
El gobierno de México rechazó "en los términos más enérgicos la ejecución del nacional mexicano Humberto Leal García, efectuada hoy en Huntsville, Texas, en claro desacato al fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ)", que ordenó desde 2004 la revisión y reconsideración del veredicto y de la pena impuesta.
Según un comunicado de la cancillería, "las autoridades de Texas nunca informaron al connacional de su derecho a comunicarse con sus representantes consulares" en el momento de su detención.
Las autoridades de Texas también ignoraron los pedidos del gobierno del presidente Barack Obama. El 1 de julio el gobierno federal pidió a la Suprema Corte suspender la ejecución aduciendo que "pondría a Estados Unidos en violación irreparable de su obligación frente al derecho internacional".
Leal formaba parte de una lista de medio centenar de mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos cuyos procesos violan la legislación internacional, según un fallo emitido en 2004 por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), pues no se notificó su detención a los consulados como estipula la Convención de Viena.
Pese a ello, uno de esos condenados, José Ernesto Medellín, fue ejecutado en 2008 en Texas, lo que originó una nota de protesta de México al país vecino.
La cancillería mexicana solicitó la suspensión de la ejecución de Leal. A la solicitud de clemencia se sumaron los gobiernos de Brasil, Honduras, El Salvador y Suiza, así como la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y diversas organizaciones no gubernamentales.
Amnistía Internacional inició el mes pasado una campaña mundial para pedir a las autoridades texanas suspender la ejecución.
Leal fue sentenciado a la pena de muerte tras ser declarado culpable en forma unánime por un jurado de la violación y asesinato de una adolescente en 1994 en la ciudad estadounidense de San Antonio.
La defensa alega que la joven, que estaba bajo el efecto de alcohol y drogas, murió accidentalmente al caer sobre una roca cuando Leal trataba de brindarle ayuda tras ser violada en una fiesta.
El reo cumplió el miércoles por la noche el último deseo que se concede a los condenados a muerte: una cena con seis piezas de pollo frito acompañadas de salsa pico de gallo (jitomate, cebolla y ají picados), tres tacos de carne asada y tres de guisado, un plato de legumbres y dos bebidas gaseosas, según su familia.
Leal pidió que durante su ejecución estuvieran presentes su abogada Sandra Babcock, su hermana Mary Tello, su amigo Tom Waggoner y sus amigas Miriam Corvina y Marianne Habilite.
KC