Ecología y Contaminación

Convención marco del cambio climático, antesala de Durban

2011-10-06

Ya había advertido que en Panamá no se aspira a tomar decisiones, sino a preparar una...

Panamá, (PL) La Convención Marco de Naciones Unidas del Cambio Climático llega hoy a su penúltimo día confirmando una alerta de su secretaria ejecutiva Christiana Figueres, de que se agota el tiempo para negociar.

Ya había advertido que en Panamá no se aspira a tomar decisiones, sino a preparar una cumbre que no deje morir el Protocolo de Kyoto y que los compromisos que lo rodean se reestructuren de forma transparente en un nuevo período con metas de reducción de emisiones más amplias.

Las negociaciones, que son muy complejas y atomizadas porque particularizan al detalle, dejan en claro las posiciones de los cuatro grupos de países que deben ponerse de acuerdo para aprobar en Durban, Suráfrica, un segundo período de reducción de emisiones.

Los países en desarrollo, principales víctimas del cambio del clima, piden a los desarrollados compromisos más sustantivos, pero entre estos hay posiciones encontradas como las de Unión Europea y Estados Unidos, que complican el problema.

Rusia, Japón y Canadá insisten en no ir a un segundo período como lo vienen haciendo desde antes de Cancún, lo cual traba también las negociaciones porque los europeos no quieren cargar solos con el costo de la reducción y la mitigación si los demás emisores no hacen un mayor esfuerzo.

Ese tema se arrastra hace tiempo, y nadie es capaz de aventurarse a decir que se solventará en Durban. Como dijo la propia secretaria ejecutiva de la Convención, es en la llaga de la cumbre donde hay que poner el dedo.

Pero como también dijo Figueres, en esta reunión de Panamá el mundo no puede darse el lujo de mantener insoluble el problema y ella estima que, para bien de todos, se está comenzando a flexibilizar posiciones y hablarse en un mismo lenguaje.

Durban, evidentemente, no va a ser la solución pero debe ser un punto de inflexión en la Conferencia de las Partes, cuya meta debería ser obligar a todos los países a estar dentro del Protocolo de Kyoto y aceptar un marco de compromisos vinculantes con metas concretas de reducción de emisiones.

Como expresaron los indígenas abya yala en una sesión del grupo de trabajo sobre cooperación a largo plazo, el mundo no se puede dar el lujo de permitir disidencias en el Protocolo cuando la que está en peligro es la Madre Tierra y con ella la existencia del hombre como especie.



gilberto

Notas Relacionadas