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Dilma Rousseff en la tierra natal de su padre: "jamás olvidaré este momento"

2011-10-06

Por Miguel Enesco, AFP

GABROVO, (AFP) - "Jamás olvidaré este momento". Solemne y emocionada, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff concluyó así este jueves un discurso en el patio del colegio donde estudió su padre, en Gabrovo, al pie de los Balcanes búlgaros, antes de que emigrara en 1929 a Brasil.

"Hoy realizo el sueño de mi padre, al que sin duda le gustaría estar aquí", dijo Rousseff. "Agradezco a ese habitante de Gabrovo", añadió, aludiendo a su progenitor, "que me enseñó a amar la vida".

La presidenta brasileña Dilma Rousseff cerró dos días de visita de Estado a Bulgaria con este desplazamiento a Gabrovo, pequeña ciudad búlgara a 230 km de la capital, Sofia, un "emocionado" retorno a sus raíces familiares.

Bajo un sol radiante, centenares de personas de Gabrovo ocuparon el patio del colegio Vassil Aprilov, donde Petar Roussev acabó sus estudios en 1918, y más de una década después emigró a Brasil, donde se instaló definitivamente con el nombre de Pedro Rousseff.

Todos querían escuchar a la "presidenta búlgara de Brasil", como es llamada en este país, y que apareció con contenida emoción en el rostro, vestida con chaqueta roja y pantalón oscuro.

Rousseff agradeció "tanto cariño" pero sobre todo se felicitó de que su país, Brasil, un conglomerado de razas y culturas, "permita que la hija de un emigrante búlgaro se convierta en presidenta de la República".

En las calles engalanadas de Gabrovo, una localidad antes industrial y ahora deprimida por el desempleo, Emilia Koleva. ex profesora de 70 años, expresaba su "orgullo de que la presidenta de Brasil tuviera un padre nacido aquí".

"Ojalá eso traiga inversiones, la ciudad está en declive, los jóvenes huyen" añade la mujer. Valentín Giortchev, de 17 años, dice que la visita de Rousseff "es lo más importante ocurrido en Gabrovo desde hace mucho tiempo", y agrega: "En cuanto pueda, me iré de la ciudad, no hay perspectivas".

Bajo aclamaciones de "¡Dilma, Dilma!", la presidenta visitó luego una exposición, "las raíces búlgaras de Dilma Rousseff", en el museo histórico de Gabrovo.

Sin embargo, según familiares búlgaros y un libro recientemente aparecido, Pedro Rousseff dejó en este país a una esposa embarazada que, como los demás miembros de la familia en Bulgaria, lo creyó muerto.

Casi 20 años después, en 1948, Pedro Rousseff escribió a su madre, Tsana, anunciándole sus éxitos como empresario de la construcción en Brasil, que había formado con una brasileña una nueva familia y que era padre tres hijos, entre ellos la pequeña Dilma-Vana, de la que enviaba un foto al haber cumplido un año.

En ningún momento Dilma Rousseff aludió en Gabrovo a esas versiones, y sí habló en cambio de un padre que le enseñó a amar la literatura y "el amor por los libros".

"Me emociona profundamente estar aquí, en Gabrovo, donde mi padre nació", dijo. "Quería conocer las calles donde él caminó, la escuela donde estudió" explicó la presidenta, desde el pequeño estrado colocado en el patio de la escuela, flanqueada por banderas de Bulgaria y Brasil.

Pedro Rousseff jamás volvió a Bulgaria y murió en Brasil en 1962. La visita oficial de su hija Dilma a Bulgaria es la primera que efectúa un jefe de Estado brasileño a este pequeño país ex comunista del sudeste europeo.



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