Internacional - Finanzas

El dilema billonario de las empresas en EU

2011-10-07

Las enormes hordas de dinero en efectivo que las empresas EU han acumulado en los últimos...

Bruno Mallart, WSJ

Si la economía se dirige a una recesión, las empresas estadounidenses cuentan con un plan de defensa de US$2 billones (millones de millones).

Las recesiones suelen tomar por sorpresa a las empresas. La contracción del crédito y la disminución de los ingresos agotan los fondos operativos de las empresas y provocan despidos, lo que agrava el dolor de la economía y genera más incertidumbre. La situación hace todavía más difícil conseguir crédito y desincentiva la inversión de las empresas para aprovechar una eventual recuperación.

No esta vez. Las enormes hordas de dinero en efectivo que las empresas estadounidenses han acumulado en los últimos dos años mientras esperaban señales de una sólida recuperación podrían permitirles escapar de los peores efectos de una nueva contracción económica.

"El dinero debería servir como amortiguador", sostiene John Lonski, economista de Moody's Investors Service. "Con más dinero en efectivo, las empresas estarían menos inclinadas a hacer recortes de gastos de capital y de personal".

En ese sentido, los líderes corporativos que hasta ahora se han resistido a los gastos no esenciales y a la presión para devolver efectivo a los accionistas podrían sentirse reivindicados.

La desventaja es que si las empresas buscan equiparar la acumulación de efectivo con la prudencia, ahorrar dinero podría conducir a un círculo vicioso de escasez de inversión y menores perspectivas de crecimiento.

"La economía es muy incierta", opina Bruce Besanko, director financiero de la cadena minorista de suministros para oficinas OfficeMax Inc. Su empresa redujo sus dividendos a finales de 2008 y ha acumulado efectivo para reducir su dependencia de los mercados de capitales. Por lo pronto, no tiene planes de cambiar el rumbo.

Economistas sondeados por The Wall Street Journal en septiembre asignaron una probabilidad de 33% de que EE.UU. caiga en una recesión el próximo año. En julio, la cifra sólo llegaba a 17%.

El efectivo de las empresas estadounidenses se redujo en 2008 a US$1,39 billones, frente a US$1,53 billones del año anterior, dado que la recesión tuvo su efecto en los balances empresariales.

Desde entonces, mejores ingresos —y ganancias récord en algunos de los últimos trimestres— ayudaron a llenar las arcas de las empresas no financieras. La Reserva Federal dijo que ascendían a US$2,05 billones en efectivo y otros activos líquidos a finales de junio, la nota más alta desde 1963.

Las empresas de tecnología tienen la mayor parte del efectivo, con US$388.000 millones al cierre del segundo trimestre, seguidas por compañías de salud y empresas industriales, afirma Howard Silverblatt, analista de Standard & Poor's Corp. Silverblatt estima que las empresas que forman parte del S&P 500 tienen suficiente dinero como para operar durante 73 meses.

Gran parte de la reciente dependencia de las empresas en el efectivo surge del trauma de la crisis financiera, cuando los bancos y los mercados dejaron de prestar, dificultando la recaudación de capital por parte de muchas corporaciones.

La restricción crediticia y la recesión causaron para fines de 2009 un alza de 13% en la tasa de morosidad de las empresas más endeudadas, casi el triple del 4,4% alcanzado a fines de 2008, según Moody's. Golpeadas por la crisis, muchas compañías mantuvieron más dinero en efectivo en sus balances, como un colchón de liquidez.

"Decidimos que, contra viento y marea, la firma se apoyaría en sus propios recursos y no dependería de alguien que quizás no podría suministrar [el capital]", dice Joe Kaeser, director financiero de Siemens Inc.

El conglomerado alemán elevó su reserva de efectivo a US$16.400 millones en el segundo trimestre, frente a los US$9.400 millones con que contaba a finales de 2008. En el camino, despidió a unos 12.000 trabajadores. Kaeser atribuye la mayor parte de los recortes a un plan de reestructuración anunciado antes de la crisis financiera.

Siemens planea utilizar parte del dinero para comprar empresas debilitadas en los meses venideros, pero Kaeser afirma que la empresa está preparada para mantener un importante colchón de dinero en efectivo por un tiempo.

Gerentes y analistas parecen estar convencidos de que una eventual recesión en EE.UU. será menos grave que la anterior. Ello se debe a que muchas compañías han reducido su deuda y refinanciado bonos que están por vencerse, de modo que incluso las empresas muy endeudadas y con bonos basura no están en tan mala forma como lo estaban en 2008.

Según S&P, las tasas de morosidad para los bonos basura se encuentra apenas por debajo de 2% y, aunque es probable que la cifra aumente en caso de recesión, no se espera que la tasa vaya más allá de su nivel más alto en 2009.

Los precios de los bonos basura han bajado, sin embargo están lejos de los mínimos registrados en diciembre de 2008, cuando las tasas de morosidad de las empresas más endeudadas comenzaron a subir.

Los analistas señalan que la reciente caída de los precios es más un reflejo de un movimiento general hacia activos ultraseguros que el temor a una nueva ola de incumplimiento de pagos.

Aún así, y a pesar de la mejora de los ingresos en los últimos trimestres, OfficeMax sigue aplicando las lecciones aprendidas en la última recesión. Bruce Besanko, su director financiero, señala que el minorista ha casi triplicado su efectivo, a US$458,3 millones.

La empresa ha reducido sus gastos de capital de trabajo mediante la reducción de sus cuentas por cobrar en 17% en los tres años posteriores al segundo trimestre de 2008, y redujo su inventario en 22%. Para ayudar a aumentar su efectivo, OfficeMax suspendió sus dividendos tras el tercer trimestre de 2008, con lto que liberó cerca de US$45 millones al año.

Esos pasos dejaron a la empresa menos dependiente de los mercados de capital a los cuales, según Besanko, era muy difícil acceder luego de la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers.



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