Reportajes

El espectacular rescate de los 33 mineros de Atacama en cifras

2011-10-12

El primer descenso a bordo de la cápsula de metal, bautizada Fénix 2, tardó 16...

SANTIAGO. (AFP) - Tras 78 viajes de ascenso y descenso recorriendo un trayecto de 622 metros cada vez, una cápsula de metal especialmente diseñada llevó a los 33 mineros de Atacama a volver a ver la luz tras 69 días de encierro, en el final de una inédita operación de rescate.

He aquí algunos hechos de esa odisea:

- La operación se inició exactamente a las 00H11 (03H11 GMT) del 13 de octubre de 2010, con el descenso del primer rescatista, Manuel González.

- El primer descenso a bordo de la cápsula de metal, bautizada Fénix 2, tardó 16 minutos, tras recorrer un trayecto de 622 metros sobre un túnel de 66 cm de diámetro, que tardó 33 días en construirse.

- El primero de los mineros rescatados, Florencio Avalos, emergió a las 00H55 locales (03H55 GMT), mientras que el último, el jefe de turno Luis Urzúa, lo hizo a las 21H55 locales (00H55 GMT).

- La cápsula de metal, de 53 cm de diámetro, cuatro metros de alto y unos 450 kilos de peso, realizó un total de 78 viajes de ascenso y descenso.

- Se calcula que unos 1.000 millones de espectadores de todo el mundo vieron la salida del primer minero, trasmitida en directo por medios como CNN International, la británica Sky News, las francesas iTele y BFM, así como la europea Euronews.

- Unas 3.500 personas, 2.000 de ellas periodistas, aguardaron el rescate en las afueras de la mina San José, ubicada en Copiapó, a unos 800 km al norte de Santiago, donde el 5 de agosto de 2010 habían quedado atrapados los 33 mineros.

- Tres excavadoras cavaron en paralelo túneles para el rescate, que al final se realizó por el ducto perforado por una máquina modelo T-130, que tardó 33 días en realizar la vía de salida.

- La máquina, diseñada para perforar pozos de agua y no roca dura como la de la mina San José, gastó 30 martillos de acero en perforar el pozo.

- Antes, nueve máquinas de sondaje realizaron pequeños orificios para encontrar a los mineros, hasta que una de ellas los halló el 22 de agosto, cuando habían transcurrido 17 días desde el derrumbe, sin que se supiera si estaban vivos o muertos.

Por el pequeño orificio, adosado al martillo, los mineros hicieron llegar a la superficie mensajes de vida. Uno de ellos es el ya famoso: "Estamos bien en el refugio, los 33".



KC

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