Internacional - Política

A falta de carisma, la perseverancia como arma política

2011-11-14

Poco conocido en el extranjero, criticado por su indecisión, este hombre ha logrado, sin...

Por Ingrid Bazinet, AFP 

MADRID - A falta de carisma, el conservador Mariano Rajoy, probable futuro presidente del gobierno español tras dos fracasos frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, ha hecho de la perseverancia un arma política, mostrando una imagen tranquilizadora en medio de la crisis.

"Soy Mariano Rajoy, español y gallego, nacido en Santiago (de Compostela) hace cincuenta y seis años", así comenzó su autobiografía, publicada antes de las elecciones, este hijo y nieto de juristas, educado en la tradición católica y que cultiva una imagen sobria, incluso tediosa.

Poco conocido en el extranjero --habla francés, pero admite tomar clases de inglés--, criticado por su indecisión, este hombre de pelo castaño, de barba blanca y gafas rectangulares, ha logrado, sin embargo, reagrupar en torno suyo al Partido Popular y hacer olvidar sus dos duras derrotas en los comicios de 2004 y 2008.

"Rajoy, es la victoria de la perseverancia", cree Antón Losada, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Santiago de Compostela.

Tras estudiar en una escuela jesuita y en la facultad de derecho, entra "tímidamente" en política adhiriéndose a Alianza Popular (AP), partido de derecha fundado por el ex ministro franquista Manuel Fraga Iribarne, que se convertirá luego en el PP.

Discreto pero temerario, será elegido diputado regional con 26 años, antes de seguir subiendo hasta convertirse en el hombre de confianza de José María Aznar, presidente del gobierno de 1996 a 2004, que lo nombrará para sucederle.

Varias veces ministro, portavoz del gobierno y vicepresidente, Rajoy se forja una imagen de mediador fuera de serie, además de ser el hombre que da la cara ante las críticas por la desastrosa gestión de la marea negra del petrolero "Prestige" en 2002 y la entrada de España en la guerra de Irak, en 2003.

Borrando poco a poco su imagen de conservador puro y duro, se presenta como un dirigente "previsible, patriota, independiente, moderado" en contraste con "la inconsistencia" y la "frivolidad" supuestas de Zapatero.

"De mi padre heredé un sentido muy marcado por el respeto a las reglas, el sentido de la justicia y el esfuerzo", destacó en su libro titulado "En confianza".

Nacido el 27 de marzo de 1955, gran amante de los deportes, aficionado del Real Madrid y al ciclismo, se presenta como un buen padre de familia, capaz de tranquilizar a sus electores y de coger el timón mientras "el milagro español" hace aguas.

"Su principal punto fuerte es la crisis y el paro. Su gran debilidad que era ser un hombre aburrido, previsible, se ha acabado convirtiendo en su gran fortaleza", comenta Losada.

Presentándose como un hombre de Estado, llegó a acuerdos con los socialistas sobre la reducción del déficit y se congratuló por el anuncio de ETA de su renuncia a la violencia. Tras protestar contra la liberalización del aborto y el matrimonio homosexual, se mantiene ambiguo sobre sus intenciones.

"Es un reparto de trabajo. Rajoy se mantiene neutro y los líderes del PP se distribuyen las posiciones para responder a un electorado muy heterogéneo. Es una estrategia, pero el problema es que al final, le da la imagen de alguien que no sabe comprometerse y eso se puede volver contra él", puntualiza el editorialista José Maria Ridao.

"Yo tomo las decisiones cuando creo que hay que tomarlas", dijo Rajoy en una entrevista que otorgó junto a su esposa "Viri", Elvira Fernández. La entrevista, que fue acompañada de fotos de sus dos hijos, pintaba la imagen de un marido y padre atento, con un gran sentido del humor.

Pero, al igual que su rival socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, su pasión por el deporte no le impide reconocer su afición por los cigarros "a un precio estratosférico".



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