Internacional - Población

Paneles solares palestinos bajo amenaza del ejército israelí

2011-11-18

Desde entonces, las 34 familias de Imneizil entraron de lleno en el siglo XXI, instalando...

Por Jonah Mandel, AFP

IMNEIZIL - Los habitantes de un poblado palestino de Cisjordania que disfrutan de las ventajas modernas de la electricidad, luego que una ONG les instaló paneles solares, viven ahora el temor de perder este bienestar a manos del ejército israelí que quiere demoler la infraestructura.

Hace dos años, la organización española Seba se asoció con la Universidad Al-Najah, de Nablus, para instalar dos paneles solares en Imneizil, en el extremo sur de Cisjordania, para remplazar los generadores que hasta entonces eran la única fuente de energía en el poblado.

Desde entonces, las 34 familias de Imneizil entraron de lleno en el siglo XXI, instalando ampolletas en sus tiendas o viviendas improvisadas, compraron televisores y electrodomésticos.

La energía solar permite también activar un motor para que el poblado tenga agua corriente.

Pero el mes pasado el ejército israelí, que administra los asuntos civiles en este poblado en zona ocupada bajo total control militar, ordenó la destrucción de los paneles solares, aludiendo que habían sido instalados sin autorización.

Desde entonces la suerte de este nuevo bienestar de los pobladores palestinos está sujeto a la voluntad de los militares israelíes que puede anular o no y cuando lo deseen su decreto de demolición.

Algunas ONG israelíes así como la agencia ONU-Habitat han presionado al ejército israelí para que suspenda su decisión, que tomó por sorpresa a los habitantes de Imneizil.

El gobierno español trató de intervenir a través de los canales diplomáticos para impedir la destrucción de la infraestructura, cuyo costo -365,000 euros- fue financiado en su mayoría por la ONG Seba.

"Estamos entre el paraíso y el infierno. Los paneles solares representaban una luz de esperanza para nosotros", lamentó el jefe del poblado, Alí Mohammed Ihrizat. "Vivimos aquí desde 1948 y no tenemos otro lugar donde ir".

Para Ihrizat, solicitar una autorización para la instalación no habría tenido sentido alguno, dado que Israel no reconoce el poblado y que ninguna de sus infraestructuras nunca recibió permiso de construcción.

Según un responsable español del proyecto, un permiso fue solicitado después de la instalación de los paneles solares, pero el departamento militar encargado de entregar la autorización nunca respondió.

En la carpa donde vive con su marido y sus tres hijos, Nihad Nur no comprende por qué el ejército de ocupación insiste en la destrucción de la instalación solar, "altamente ecológica, instalada en nuestra tierra y que no molesta a nadie".

Pero para la administración militar israelí, que se declara "sensible" y "favorable" a los proyectos de las organizaciones internacionales, el "respeto a la ley (impuesta por ella) debe prevalecer por sobre todo".

"La instalación fue construida si permiso ni coordinación, es por eso que el decreto de interrupción de los trabajos y de demolición fue formulado. Las organizaciones tenían el derecho de imputarlo ante una comisión, pero sus miembros rechazaron participar", afirmó en un comunicado.

No obstante, después del cuestionamiento español, el jefe de la administración militar, general Elitan Dangot, decidió "suspender el proceso de demolición" y pidió que la ONG Seba presente los detalles del plan de instalación.

El miércoles, un portavoz militar manifestó a la AFP su esperanza de legalizar retroactivamente la infraestructura. "Nuestro objetivo es autorizar la instalación, pero ésto debe hacerse dentro del marco de la ley", insistió.



EEM

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