Internacional - Población

Chiitas afganos entierran a sus muertos tras inusuales atentados

2011-12-07

Entre 300 y 400 personas participaron en los funerales de siete de las víctimas en el...

Por Sardar Ahmad, AFP

KABUL - Los chiitas afganos enterraron este miércoles a las 59 víctimas de los dos atentados de la víspera que constituyeron el primer ataque entre corrientes distintas del Islam en Afganistán en más de 10 años, mientras algunos señalan a grupos extremistas paquistaníes como posibles responsables.

Un atentado suicida en una procesión en Kabul mató el martes a 55 personas, entre ellos un ciudadano estadounidense, durante la conmemoración de la Ashura, una de las fiestas más importantes.

Casi simultáneamente, en Mazar-i-Sharif, norte de Afganistán, una bicicleta bomba estalló al paso de un grupo de peregrinos chiitas, matando a cuatro de ellos.

La embajada de Estados Unidos no aportó ninguna información sobre el estadounidense muerto en Kabul.

El presidente afgano Hamid Karzai, que volvió en forma precipitada a Afganistán, después de haber acortado una gira europea, dirigió en Kabul una reunión de responsables de la seguridad.

En la tarde del miércoles, Karzai debía visitar a los heridos hospitalizados.

Por la mañana, entre 300 y 400 personas participaron en los funerales de siete de las víctimas en el cementerio de Kart e Saji, en el centro de la capital.

Cuatro personas habían sido enterradas en el mismo cementerio en la tarde del martes.

Aunque por el momento no se registró ningún acto de violencia, persiste el temor de una reacción de la minoría chiita, que representa 20% de la población y pertenece sobre todo a la etnia hazara.

"De ahora en más todo va a depender de la gestión de las reacciones de los hazaríes y otros chiitas", dijo a la AFO una fuente occidental.

Las principales figuras de esa comunidad llamaron públicamente a la calma.

Los servicios de seguridad y observadores atribuyen los atentados del martes a grupos extremistas paquistaníes y descartan una participación de los talibanes afganos, quienes por su lado los "condenaron con firmeza" diciendo que eran "contrarios al islam".

El kamikaze que perpetró el atentado en Kabul es un paquistaní oriundo del distrito de Kurram, en las zonas tribales de Pakistán fronterizas con Afganistán, indicó un responsable de un servicio afgano de seguridad.

Esa zona es uno de los bastiones de los talibanes paquistaníes, santuario de Al Qaida y retaguardia de los talibanes afganos.

"Está ligado a Sipah-e-Sahaba (SSP)", agregó la fuente, que acusó a los servicios secretos paquistaníes (ISI) de colaborar co el SSP para "desencadenar violencias sectarias en Afganistán".

Lashkar-e-Jangvi (LEJ), un grupo extremista implicado en numerosos ataques contra los chiitas en Pakistán, es el brazo armado del SSP.

Las dos organizaciones están prohibidas en Pakistán.

"Si hay una implicación de los talibanes afganos, es una implicación mínima", agregó la fuente, quien mencionó que varios sospechosos habían sido detenidos.

Una fuente de seguridad occidental también duda de la pista talibana y se inclina más bien por responsables paquistaníes, sin pronunciarse en lo inmediato sobre una complicidad de los servicios secretos o del ejército paquistaníes.

Los ataques antichiitas tuvieron lugar tres meses después del asesinato del ex presidente Burhanuddin Rabbani, figura importante de la etnia tadyik, encargado por el gobierno de Kabul de negociar con los talibanes.

"Después de atacar las líneas de fractura étnicas, ahora apuntan a las divisiones confesionales", indicó la fuerza occidental.



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