Internacional - Política

Alarma de guerra por Irán deja en olvido a palestinos

2012-03-08

Por primera vez en años, las reuniones realizadas esta semana entre los líderes de...

Por Noah Browning, Reuters

RAMALLAH, Cisjordania (Reuters) - Una monumental silla de madera erigida en Ramallah como un monumento que simboliza el codiciado asiento de los palestinos en Naciones Unidas se derrumbó esta semana después de meses de viento y lluvia.

En silencio, las excavadoras se llevaron durante la noche los restos destrozados.

El colapso del simbólico monumento y la eliminación sigilosa de sus restos bien podría servir como un emblema de las esperanzas palestinas de ser un Estado.

Por primera vez en años, las reuniones realizadas esta semana entre los líderes de Estados Unidos e Israel no tuvieron como tema central el proceso de paz estancado desde hace tiempo por el conflicto palestino-israelí.

El debate entre Israel y Washington se centró básicamente en un ataque militar contra Irán, dejando las conversaciones de paz entre palestinos e israelíes en la parte inferior de la agenda entre Barack Obama y Benjamin Netanyahu.

"El Gobierno israelí tiene una estrategia: mantener el 'status quo' (...) Nosotros decimos que no aceptaremos las reglas de este juego", dijo el jefe negociador palestino, Saeb Erekat.

Sin embargo, para frustración de muchos palestinos comunes y corrientes, no hay ningún otro juego. Dividido por luchas internas, los palestinos están luchando para hacer oír su voz. La atención mundial se ha desplazado a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la escalada de la violencia en Siria y el programa nuclear de Irán.

Funcionarios palestinos han dicho durante semanas que están elaborando un ultimátum formal al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, indicando las quejas de larga data y la repetición de la demanda para detener la construcción de asentamientos judíos en la ocupada Cisjordania como condición previa para reanudar las negociaciones que se rompieron en el 2010.

Los israelíes, sin duda, rechazarán las demandas, si alguna vez llegan, y no enfrentarán una presión internacional para dar marcha atrás a su postura mientras la atención del mundo permanece fija en la disputa nuclear iraní.

Ante esta eventualidad, los palestinos han sugerido la reactivación de una campaña llevada a cabo en el 2011 para dejar atrás las negociaciones directas y solicitar nuevamente a Naciones Unidas el reconocimiento de su condición de Estado.

"Iremos a la Asamblea General (de la ONU) en el momento en que los líderes palestinos deseen, en coordinación con la Liga Arabe. Esto es sólo una de las opciones", dijo Nabil Abu Rdainah, portavoz de presidente palestino, Mahmoud Abbas.

ESTRATEGIA SIN RUMBO

Un creciente número de analistas palestinos han criticado esta estrategia, calificándola como sin rumbo. La condición de Estado total sólo puede venir por parte del Consejo de Seguridad de la ONU y Estados Unidos ha dejado claro en numerosas ocasiones que vetará cualquier iniciativa de ese tipo.

Citando los repetidos retrasos para plantear esta estrategia, el ex ministro del gabinete Hassan Asfour, escribió esta semana en la revista por internet Amad que los líderes palestinos no están dispuestos a impulsar el tema por temor a alterar los lazos de seguridad y económicos con Israel.

Abbas ha invertido mucho tiempo en las conversaciones de reconciliación con el grupo islámico Hamas, una facción rival que tomó el control de la Franja de Gaza en el 2007 y que se niega a reconocer a Israel.

Después de casi un año de negociaciones, con la mediación de Egipto y Qatar, Abbas, conocido también como Abu Mazen, tiene poco que mostrar de sus esfuerzos, lo que provoca más cuestionamientos entre una opinión pública palestina que lo ve como un líder distante e indeciso.

"La estrategia palestina se ha visto obstaculizada por la capacidad diplomática, bastante limitada, de Abu Mazen y los que le rodean", dijo Rami Khouri, un investigador de la American University de Beirut.

"En ausencia de un liderazgo más efectivo, estos problemas internos han hecho a los palestinos vulnerables a ser dejados de lado", dijo.

Hamas también se enfrenta a divisiones internas sin precedentes por sus esfuerzos para alcanzar la reconciliación, que envuelve en la penumbra a toda la clase política palestina.

"Ahora estamos oyendo eso de 'proceso de reconciliación'", dijo Hany al-Masri, analista político palestino. "Hay más proceso que progreso real para poner fin a las divisiones. Está pasando igual que con el 'proceso de paz'", agregó.



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