Internacional - Economía

El mal clima presiona al alza los precios globales de los alimentos

2012-08-10

Por LIAM PLEVEN, WSJ

Una racha de mal tiempo —desde una sequía en Estados Unidos hasta un verano demasiado caluroso en Rusia, pasando por lluvias excesivas en Brasil— está afectando la cadena global de alimentos y causando un aumento de los precios en todo el mundo.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció el jueves que su índice global de precios de alimentos aumentó 6% en julio, la mayor alza desde noviembre de 2009. El índice, que mide los precios de exportación de los alimentos, se ubica 10% por debajo de su récord de febrero de 2011.

Hay pocas señales de alivio. El jueves, los precios del maíz, el trigo y la soya aumentaron en los mercados de futuros, lo que señala el riesgo de más aumentos de precios de los alimentos. El maíz, que subió 1% el jueves, registra un incremento de 47% desde el 31 de mayo, antes de que se sintiera la sequía, mientras que los precios de la soya subieron 4% el jueves y acumulan un alza de 26% en el mismo período.

Los aumentos reflejan los daños causados por el clima seco y caluroso de la región central de EE.UU. a lo que en su momento se preveía serían cosechas récord de maíz y soya, que son alimentos clave para el ganado, con lo que pueden causar un aumento de los precios de la carne y los lácteos. Los operadores de commodities y los observadores del mercado prevén que el Departamento de Agricultura de EE.UU. recorte sus estimaciones de cosecha para ambos granos en su informe mensual que publica hoy.

La semana pasada, la sequía se intensificó en regiones clave de cultivo de maíz y soya en la región central estadounidense, según un mapa de sequías elaborado por el Centro Nacional de Mitigación de Sequías de la Universidad de Nebraska-Lincoln junto con agencias gubernamentales de EE.UU.

"El mercado está mirando hacia adelante y está muy al tanto de los problemas en todo el mundo", indicó Concepción Calpe, economista de la FAO. "En los próximos meses, tendremos mucha volatilidad", agregó.

Las altas temperaturas en la ex Unión Soviética también están ejerciendo presión sobre el precio del maíz, mientras que la lluvia en Brasil está afectando las cosechas de azúcar, indicó la organización. Los problemas actuales incrementan la necesidad de una producción sólida en los mayores países exportadores en el Hemisferio Sur, como Argentina, Australia y Brasil, donde los agricultores se preparan para plantar su próxima cosecha. Toda la atención ahora se concentrará en los nuevos cultivos, indicó Calpe.

Funcionarios de organizaciones internacionales, como el Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, temen que los gobiernos reaccionen ante un menor suministro y limiten las exportaciones de alimentos o acaparen granos, lo que impulsaría mayores aumentos de precios en momentos en que los compradores tienen problemas para asegurar inventario.

En esas circunstancias, "hay un problema mucho, mucho mayor", indicó Arif Husain, funcionario del Programa Mundial de Alimentos.

Otros aumentos recientes de precios también fueron causados por restricciones comerciales, indican analistas.

En 2010, por ejemplo, una ola de calor en Rusia llevó al Kremlin a prohibir las exportaciones de trigo, mientras un aumento global en los precios de cultivos en 2007-2008 desató protestas violentas en varios países.

Los inversionistas se están concentrando en el riesgo renovado de intervención gubernamental.

"Una vez que comience, será altamente contagioso", señaló Jeremy Grantham, estratega jefe de inversiones de GMO LLC, que administra US$100.000 millones en activos. Los precios de exportaciones no se trasladan directamente a los precios minoristas, pero analistas prevén que la situación afecte el bolsillo de los consumidores, incluidas las ascendentes clases medias donde el consumo de carne ha aumentado.

Unos alimentos más costosos también podrían tener impacto en países como Brasil, China e India, que ya están experimentando una desaceleración de sus economías.

México, por su parte, es un gran importador de maíz. "Estamos relativamente preocupados" por la sequía en EE.UU., anotó un funcionario mexicano. El Departamento de Agricultura estadounidense reportó la semana pasada que compradores mexicanos habían adquirido 1,5 millones de toneladas de maíz estadounidense. No está claro quiénes son dichos compradores.

 



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