Religión
Católicos celebran hoy 50 años del inicio del Concilio Vaticano II
Héctor Figueroa Alcántara, Excelsior
CIUDAD DE MÉXICO.- Hace 50 años, el 11 de octubre de 1962, el Papa Juan XXIII inauguró en la Basílica de San Pedro el Concilio Vaticano II, el cónclave de la jerarquía católica más importante en los últimos cuatro siglos, que cambió la liturgia y el rostro de la Iglesia.
A partir de ese concilio ecuménico, que se prolongó por tres años y que fue concluido por el Papa Paulo VI, tras la muerte de su predecesor, el catolicismo dejó como rito ordinario la Misa Tridentina, es decir oficiada en latín, y decretó que en cada país la misa se oficiara en el idioma de uso común.
Para recordar tal suceso, el cardenal Norberto Rivera Carrera oficiará una misa solemne mañana viernes al mediodía en la Basílica de Guadalupe, e iniciará en México el Año de la Fe decretado por el Papa Benedicto XVI.
Esta celebración Eucarística también recordará la coronación pontificia de la Virgen Morena en 1895, el inicio de la evangelización del Continente Americano, la consagración de la nueva Basílica de Guadalupe en 1976 y el vigésimo aniversario del actual Catecismo de la Iglesia Católica.
El Año de la Fe tiene como objetivo dar un renovado impulso a la misión de toda la Iglesia católica y será clausurado el 24 de noviembre de 2013, durante la fiesta de Cristo Rey.
Con motivo de los 50 años del Concilio Vaticano II, el Papa Benedicto XVI, señaló que las Constituciones en las que derivó aquel encuentro son "una brújula que permite a la barca de la Iglesia navegar en mar abierto, en medio de las tempestades o de la calma, para llegar a la meta".
Tras la conclusión del Concilio Vaticano II en 1965, los católicos de todo el mundo vieron como se fue modificando el rito de la misa que existió durante siglos: quedó en desuso el Latín como única lengua litúrgica; el sacerdote oficiaría ahora de frente a la feligresía y no viendo al Cristo del altar dando la espalda a la concurrencia, las mujeres ya no usarían la mantilla para cubrirse la cabeza.
En el nuevo rito, la misa católica tendría dos pilares: la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística,con lo cual ahora también tomaría relevancia no sólo el acto simbólico de la hostia consagrada comoCuerpo de Cristo, sino las lecturas bíblicas y la homilía, también llamada sermón.
En la historia de la Iglesia católica, varios concilios precedieron al Vaticano II: Nicea, Efeso, Calcedonia, Trento y por regla general, se convocaron para definir elementos fundamentales de la fe, y corregir, sobre todo, los errores que la ponían en peligro.
En el caso del Concilio Vaticano II, Juan XXIII aclaró en el discurso de apertura del 11 de octubre de hace cincuenta años que tendría como objetivo renovar la fe y acercar más a la Iglesia al mundo actual; encomendó el encuentro al Espíritu Santo.
"La fe debía hablar de forma más renovada, más incisiva porque el mundo estaba cambiando rápidamente, manteniendo, sin embargo, sus contenidos perennes sin fisuras o compromisos", destacó Juan XXIII.
Como resultado del cónclave que se prolongó por más de tres años, los obispos de todo el mundo aprobaron las cuatro constituciones conciliares: Sacrosanctum Concilium, sobre la liturgia que habla de la centralidad del misterio de la presencia de Cristo en la Iglesia; Lumen gentium, que subraya la tarea fundamental de la Iglesia de glorificar a Dios.
Dei Verbum sobre la Revelación divina que habla de la Palabra viva de Dios que convoca a la Iglesia y la vivifica en su camino a lo largo de la historia; y por último Gaudium et spes, sobre el modo en que la Iglesia lleva al mundo entero la luz que ha recibido de Dios.
En 1971, el Papa Paulo XVI aprobó el Novus Ordo del rito romano par ala Misal y promulgó el nuevo misal.
ROW
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