Internacional - Finanzas

China saca el garrote para castigar a la brasileña Vale

2012-11-14

Pero el esfuerzo enfrentará obstáculos considerables en un país donde, al...

Por COLUM MURPHY, WSJ

BEIJING—La minera brasileña Vale SA VALE5.BR -1.29% ha invertido alrededor de US$2.000 millones en una flota de enormes barcos para transportar mineral de hierro desde Brasil a China. El problema es que China no los deja entrar.

Las autoridades chinas han aducido razones de seguridad para impedir el ingreso de los Valemax, como se conoce a los gigantescos buques de carga. Sin embargo, los analistas y observadores de la industria apuntan a otro motivo: la oposición de un grupo que representa a la industria naviera de China y que es dominado por una firma estatal.

La batalla de los Valemax ofrece un vistazo a uno de los mayores conflictos que los nuevos líderes de China enfrentarán al asumir esta semana las riendas de la segunda economía del mundo. Los economistas coinciden en que para lograr un crecimiento sostenible, China debe abrir sus puertas a una mayor competencia y reestructurar las compañías estatales.

Pero el esfuerzo enfrentará obstáculos considerables en un país donde, al parecer, la línea que separa a las empresas estatales y a los reguladores sigue siendo tenue.

Las empresas estatales dominan los negocios como la banca y las telecomunicaciones, dejando a los consumidores con apenas tres operadores de telefonía móvil mientras que el crédito es controlado por compañías públicas. En el sector energético, un puñado de empresas nacionales controla la exploración y la producción. Las automotrices extranjeras deben formar empresas conjuntas con socios locales y compartir tecnología importante.

Los buques Valemax miden 360 metros de largo, casi cuatro veces la longitud de una cancha de fútbol.

Vale empezó a ordenar la fabricación de los primeros 35 Valemax en 2008 a astilleros asiáticos y pagó más de US$100 millones por cada uno.

En un inicio, China estaba de acuerdo. Astilleros chinos fueron contratados para construir 24 barcos, la mayoría de los cuales ya están en operación, mientras que el resto fue encargado a astilleros surcoreanos. El Banco de Exportaciones e Importaciones de China y Bank of China Ltd. 601988.SH 0.00% concedieron un préstamo de US$1.300 millones para financiar la mitad de los buques fabricados en China.

El pedido de Vale representó un cambio para la minera, que normalmente acudía a navieras extranjeras para transportar el mineral de hierro, un ingrediente del acero. La decisión colocó a Vale en una potencial competencia con las llamadas líneas de transporte marítimo de carga a granel, que se dedican al traslado de materias primas.

El primer Valemax, el Berge Everest, atracó en el puerto chino de Dalián en diciembre del año pasado, donde descargó 350.000 toneladas de mineral de hierro en 55 horas, un récord mundial. El responsable de la asociación de la industria siderúrgica de China dijo que los buques ayudarían a reducir los costos.

Un mes después, no obstante, el Ministerio de Transporte de China, refiriéndose a las preocupaciones sobre la capacidad de los puertos chinos para recibir buques de tal magnitud de manera segura, emitió una circular que, en la práctica, los prohibía. La asociación de china de navieras había denunciado a los Valemax como "una cuestión de monopolio y competencia desleal, que no sólo perjudica los intereses de los envíos de China continental, sino también de Corea del Sur, Japón y el área de Taiwán". El organismo no quiso opinar para este artículo. El Ministerio de Transporte no respondió a las solicitudes de comentarios.

La aparición de una grieta de 60 centímetros en el casco de un Valemax en Brasil en diciembre pasado reforzó la preocupación del ministerio. Pero los ingenieros especializados en seguridad naviera dijeron que el incidente fue aislado e insuficiente como para arrojar serias dudas sobre la seguridad de los Valemax. Los buques Valemax han atracado en países como Japón, Italia, Holanda y Filipinas.

El presidente de la asociación china de navieras es Wei Jiafu, que también preside la estatal China Ocean Shipping Co. (Cosco), la mayor naviera del país en términos de capacidad. El capitán Wei, como suelen llamarlo, es un ejecutivo excéntrico que una vez fue capturado por piratas. El presidente de Cosco también es un alto dirigente del Partido Comunista y miembro del poderoso Comité Central de Control Disciplinario.

Wei ha criticado la sobrecapacidad de la industria y en una conferencia en septiembre denunció "una competencia feroz" de los nuevos participantes en el sector. La filial de Cosco en China registró una pérdida de US$1.690 millones el año pasado.



ROW
Utilidades Para Usted de El Periódico de México