Internacional - Finanzas

La discreta ofensiva internacional de Scotiabank

2012-12-07

Se trata del tercer banco de Canadá por activos, a menudo eclipsado por competidores...

CAROLINE VAN HASSELT

Los bancos canadienses no han tenido reparos en aprovechar la crisis financiera global para expandirse, comprando activos de sus pares europeos y estadounidenses que luchan por recaudar fondos. Ningún banquero ha ido tan lejos como Rick Waugh, el presidente ejecutivo de Bank of Nova Scotia, más conocido como Scotiabank.

Se trata del tercer banco de Canadá por activos, a menudo eclipsado por competidores más grandes como Royal Bank of Canada y Toronto-Dominion Bank . Mientras el primero trata de forjar un negocio global de banca de inversión, el segundo se ha centrado en expandirse en Estados Unidos.

En los últimos años, sin embargo, Scotiabank ha comprado silenciosamente una cartera internacional de activos de banca de personas y comercial muy superior a la de los competidores, al tiempo que ha reforzado su presencia minorista en Canadá. Waugh ha realizado 30 adquisiciones, incluyendo varias en América Latina, en los últimos cinco años por un valor de más de US$15.000 millones, según las estimaciones del banco.

La ola de adquisiciones ha colocado a Scotiabank en el segundo lugar del mundo, detrás de US Bancorp, en el número de acuerdos concretados desde 2007, según la proveedora de datos Dealogic. Al sumar el valor de los pactos, Scotiabank ocupa el quinto puesto durante el mismo período, contando sólo los negocios divulgados.

"Ellos han dicho 'vamos a ser un banco internacional y vamos a estar en condiciones de aprovechar el crecimiento de los mercados emergentes'", sostiene Paul Cantor, ex presidente ejecutivo de National Trust Co., un banco canadiense que Scotiabank compró en 1997.

Las adquisiciones internacionales han contribuido a impulsar los ingresos y las ganancias en un momento en que Scotiabank —que hoy viernes reportará sus resultados trimestrales— y otros bancos canadienses luchan por compensar la debilidad de los mercados de capitales y las menores ganancias provenientes de las operaciones de gestión de patrimonio. Las ganancias de la banca minorista en Canadá han sido robustas, pero luego de varios años de bajas tasas de interés, los canadienses están bastante endeudados. Muchos economistas dicen que ese mercado se está agotando y el crédito se ha empezado a reducir en el país. Los bancos, por ende, han vuelto la mirada al extranjero en busca de nuevas fuentes de crecimiento.

Los ingresos provenientes de las operaciones internacionales de banca comercial y de personas de Scotiabank han superado los de la banca canadiense durante los últimos dos trimestres, aunque la filial local sigue siendo más rentable. El negocio internacional representó 26% de la ganancia neta del banco en el último trimestre y las utilidades internacionales han crecido 46% desde 2007, superando el crecimiento de 30% de la división nacional de banca minorista durante el mismo lapso.

 Waugh cerró su mayor acuerdo —la compra de la división canadiense de ING Groep NV por US$3.160 millones— sólo semanas después de ascender a un antiguo ejecutivo a la presidencia. Ese colaborador es ahora el amplio favorito para ocupar el cargo de presidente ejecutivo en apenas un año.

Cuando se aproxima el final de su gestión, Waugh, que cumplirá 65 años a fines de diciembre, ha más que duplicado los activos de Scotiabank desde que asumió las riendas en 2003 a unos US$700.000 millones. La mayor parte de ese aumento ha tenido lugar en los años posteriores a la crisis financiera.

Waugh sostuvo en una entrevista que la ofensiva internacional es parte de una estrategia de larga data del banco, basada en tener negocios conservadores y locales en las áreas de banca comercial y de personas. "Es muy sencillo y conservador, pero se sustenta en la diversificación", dice. "Se trata de tener el apetito de riesgo adecuado y permanecer en la esencia de su negocio".

Waugh ha tendido a elegir activos en los países del Caribe, donde el banco ha tenido presencia durante mucho tiempo y mercados emergentes como México, Brasil, Vietnam y Tailandia. Ha aprovechado la crisis financiera para quedarse con los activos de entidades como BNP Paribas SA, Royal Bank of Scotland Group PLC y Commerzbank AG, que tratan de vender negocios para apuntalar su capital o pagar rescates gubernamentales.

Scotiabank tampoco ha dejado pasar oportunidades en China, donde acordó el año pasado la compra de una participación de 20% en Bank of Guangzhou.

El banco también cuenta con una participación de 18,1% en Xi'an City Commercial Bank y de 33% en una empresa conjunta de gestión de fondos con Bank of Beijing Co.

La estrategia, no obstante, también acarrea riesgos al atar la suerte del banco a la de las economías en desarrollo.

"Falta por ver si la incursión en todos esos países va a rendir buenos resultados", dice Stephen Jarislowsky, presidente ejecutivo de Jarislowsky Fraser Ltd., uno de los mayores inversionistas de Scotiabank.



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