Vidas Ejemplares

Nuestra Señora de Lourdes

2013-02-11

Lourdes ha sido fuente de sanación física para mucha gente, y quizás ha sido...

Autor: F. Felipe Santos | Fuente: Archidiócesis de Madrid

Nuestra Señora de Lourdes

Advocación Mariana

Martirologio Romano: Memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes. Cuatro años después de la proclamación de su Inmaculada Concepción, la Santísima Virgen se apareció en repetidas ocasiones a la humilde joven santa María Bernarda Soubirous en los montes Pirineos, junto al río Gave, en la gruta de Massabielle, de la población de Lourdes, y desde entonces aquel lugar es frecuentado por muchos cristianos, que acuden devotamente a rezar.

Bernardita de Soubirous fue la elegida por Dios para ser testigo y mensajera de tan extraordinaria iniciativa del Creador. La Madre de Jesús, nuestra Madre también, supo como siempre enamorar a las multitudes y convocar a los pueblos de las naciones alrededor de la majestuosa imagen que de Ella se difundió.

Lourdes ha sido fuente de sanación física para mucha gente, y quizás ha sido este el milagro más visible que Dios ha realizado para confirmar y sostener la fe en la obra. Pero sin dudas que la sanación espiritual, la conversión de las almas, ha sido el fruto más extraordinario que las generaciones han manifestado como evidencia de la potencia de los actos de Dios en esta tierra.

Bernardita fue también instrumento de confirmación del Dogma de la Inmaculada Concepción, para alegría de los que amamos la pureza de María, reconocida de este modo en las propias palabras de la Reina del Cielo: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Hoy, después de 150 años, las palabras de María resuenan en nuestros oídos con la misma fuerza, como un cristal puro que resuena y sacude con su timbre los tímpanos del mundo.

Gloria a Dios por Su Amor manifestado en regalo tan extraordinario. Nuestra Señora de Lourdes renueve nuestros corazones y nuestras mentes, para que emerja sonriente y esplendorosa nuestra propia conversión.

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Las dos veces que he visitado Lourdes, mi alma se ha sentido feliz. Con una felicidad que sobrepasa todos los límites de lo espiritual y trascendente.

He visitado todo lo ha habido y por haber en la gruta de las apariciones. Incluso un antiguo alumno, que pasa allá sus vacaciones haciendo el bien a la gente como camillero, me ha contado que ha visto con sus propios ojos los milagros maravillosos que hace cada día la Madre de Dios.

Fue el 11 de febrero cuando la Virgen se le apareció a Bernardita, una joven de 14 años en la gruta de Massabielle. Vio una nube dorada y a la Virgen vestida de blanco con un rosario en la mano.

Esta aparición se repitió 18 veces. El 25 de febrero fue cuando la chica escarbó en el suelo y salió un manantial de agua. Le dijo la Virgen que levantaran un templo y que rezara el rosario por los pecadores.

Comenzó a acudir mucha gente. Las autoridades eclesiásticas, comenzando por el párroco, no le daban crédito a la joven.

Era impensable que a su edad y dada su falta de cultura, supiera algo acerca del misterio del dogma de la Inmaculada Concepción, declarado así por el Papa Pío IX en 1854.

El mismo Papa le dio el nombre de Basílica al templo levantado en honor de las apariciones. Estas, por fin, fueron declaradas auténticas y no pura fantasía de una adolescente ignorante.

¿Cuál es la síntesis del mensaje de Lourdes?

En primer lugar, se trata de un acto de gratitud por la definición del dogma, que se había declarado oficialmente cuatro años antes. En segundo lugar, exaltar la pobreza y la humildad, virtudes eminentemente cristianas. En tercer lugar, la importancia de la Cruz como camino para ser feliz aquí y en el más allá. Y en cuarto lugar, la clave para llevar una vida cristiana auténtica, es la oración, sintetizada en el rezo del santo rosario.

Pero lo importante, además de las curaciones físicas, es que todo el mundo sale curado en lo espiritual, siempre y cuando se vaya de buena fe.

Eloisa, Santa

Religiosa

Etimología: Eloisa = guerrera ilustre. Es de origen germánico.

Nos encontramos hoy con una santa francesa. Pertenecía a una familia noble. Después de quedar viuda muy joven, se lo pasó francamente mal.

Pronto pensó que los bienes del marido pasarían a la abadía benedictina de Notre Dame de Coulombs, en la diócesis de Chartres. Además del dinero, también le cedieron a la abadía dos iglesias parroquiales en 1033 y sus tierras anejas.

En su peregrinación por este mundo, volvió a casarse y enviudó en seguida.

A raíz de esta muerte, Eloisa determinó vivir como una religiosa en la misma abadía de Coulombs. Le donó todos sus bienes, sin tener en cuenta nada de herencias para sus propios familiares. Mandó que le construyeran una pequeña habitación junto a la iglesia.

Aquí se recluyó para siempre. Vivió como una verdadera santa hasta que murió en 1060.

Sus restos mortales fueron enterrados en la catedral de Chartres, en donde se conservan en la actualidad.

Cuando en la vida se toma a Dios en serio, le es fácil al ser humano el desprendimiento de todo aquello que le impide alcanzar la meta de la santidad y el consuelo que dan los favores del cielo a quienes saben ser adoradores del Dios vivo.

Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Santo

Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En Chihuahua, en México, san Pedro Maldonado, presbítero y mártir, que durante la persecución, arrestado mientras administraba el sacramento de la penitencia, alcanzó el triunfo del martirio al ser golpeado en la cabeza (1927).

Es el primer santo y mártir de Chihuahua, México.

Fecha de beatificación: 21 de mayo de 2000, hunto a 24 compañeros mártires, por el Papa Juan Pablo II.

Pedro de Jesús fue hijo legítimo del señor Apolinar Maldonado y de la señora Micaela Lucero, y tuvo siete hermanos. Nació en un barrio de la ciudad de Chihuahua conocido como San Nicolás. Pedro Maldonado entró al seminario docesano a los 17 años de edad, donde tuvo un buen desempeño, sin ser el mejor de los estudiantes. En los años de 1913 a 1914 ante la persecución religiosa muchos seminaristas huyeron a El Paso Texas, pero Pedro permaneció en la capital de Chihuahua, aunque fue también ordenado en El Paso Texas, ya que el Obispo de Chihuahua se encontraba enfermo en el Distrito Federal.

Trabajó por los indígenas Tarahumaras y buscó reducir la cantidad de bebidas alcohólicas que se consumían. Vivió en el distrito de Jiménez y allí fue perseguido y en múltiples ocasiones, y golpeado por grupos masónicos aún dentro de la iglesia.

El Padre Maldonado era sensible a las necesidades de la gente. Solía ayudar a los pobres con dinero y ropa y él mismo crió y educó a un huérfano pobre. Le gustaba visitar los campos en tiempo de cosecha y los campesinos le pedían que les bendijera los campos invadidos por plagas de langosta. Son muchos los testimonios de que más de una vez expulsó las langostas de los campos con su oración. Tuvo un interés especial en la educación católica de los niños, los jóvenes y los adultos y les explicaba la historia de la salvación por medio de fotografías.

Entre 1926 y 1929 fue constantemente cazado según biógrafos "como a un animal". Los tres periodos de la persecución religiosa vieron al Padre Maldonado huyendo constantemente de la policía y de los agentes de gobierno. El Viernes Santo de 1936, mientras regresaba a su escondite en el poblado llamado La Boquilla, en Santa Isabel, después de una visita para ayudar a una mujer moribunda en la vecindad de la estación del tren del mismo pueblo, fue emboscado junto con sus acompañantes. Al día siguiente se contaron doscientos cartuchos en el lugar de la emboscada.

Su Martirio

El Padre Pedro de Jesús Maldonado murió en la ciudad de Chihuahua el 11 de febrero de 1937, en el día del aniversario número 19 de su cantamisa.

Fue sacerdote de la diócesis de Chihuahua y hasta el momento de su muerte había estado ejerciendo su ministerio en la parroquia de Santa Isabel, que tiene su sede en el pueblo del mismo nombre, al que los revolucionarios pocos años antes habían cambiado por el de General Trías, con la intención de borrar de la geografía chihuahuense toda alusión al catolicismo.

La causa de su muerte fue una brutal y salvaje golpiza que le causó un severo daño cerebral y heridas en diversas partes del cuerpo. Esto sucedió en la presidencia municipal de Santa Isabel el 10 de febrero, Miércoles de Ceniza en aquel año, y terminó al día siguiente en Chihuahua.

En el Registro Civil de la ciudad de Chihuahua, en el libro número 117, de la Sección de Defunciones, está registrada el acta número 171, firmada por el Juez del Registro Civil en la que hace constar que a las 17 horas. 15 minutos, del jueves 11 de febrero de 1937, recibió un oficio del Juzgado 1o. de lo Penal, número 106, del Distrito Morelos, Chihuahua, en el que se le comunica que le fue practicada la autopsia de ley al cadáver de quien en vida llevara el nombre de PEDRO MALDONADO y se ordena proceder de inmediato a su inhumación.

Según esa misma acta, el difunto contaba al momento de fallecer 42 años de edad, era sacerdote católico originario de la ciudad de Chihuahua y vecino de General Trías.

Dice también que era hijo legítimo del señor Apolinar Maldonado y de la señora Micaela Lucero, ya fallecidos, y que tenía siete hermanos. Que la causa de su muerte fueron lesiones en el cráneo, y que se trataba, presuntamente de un homicidio.

El juez dispuso también que se verificara la inhumación del cadáver ese mismo día a las dieciocho horas en el Panteón de Dolores, en el lote particular de la familia Enríquez.

Firme y constante creencia popular de que murió como mártir

Como se ve, la suposición del juez, basada en la autopsia, sobre la causa de muerte del sacerdote, es que fue por homicidio, cosa que posteriormente sería probada por los testigos oculares y los documentos relacionados con el caso, realizado bajo el abrigo de la ley.

Para el pueblo de Chihuahua, así como para sus hermanos sacerdotes y el obispo diocesano, don Antonio Guízar y Valencia, el Padre Maldonado fue un mártir.

Esta firme y constante creencia popular fue confirmada por la voz oficial de la Iglesia cuando el Papa Juan Pablo II lo declaró beato en 1992 lo canonizó en el año 2000.

El Padre Maldonado fue el único sacerdote sacrificado durante los largos y tortuosos años de persecución religiosa en Chihuahua y por esa misma razón su caso amerita atención especial.

Todavía más que la muerte de Pancho Villa, el asesinato del P. Maldonado conmocionó no sólo al pueblo de Chihuahua sino también más allá de las fronteras del estado y de México.

Lo que más horrorizó a la gente fueron los métodos bestiales y la brutalidad empleados en el asesinato.

El Padre Maldonado fue asesinado en un tiempo en que la persecución religiosa de los años treinta, desatada en México bajo el gobierno del general Lázaro Cárdenas, estaba declinando.

En Chihuahua, Gustavo Talamantes había sucedido al despótico Rodrigo M. Quevedo en la silla gubernamental algunos meses antes.

La conmoción que provocó el asesinato del P. Maldonado no benefició al gobierno recién instalado de Talamantes y provocó el escepticismo en los esfuerzos y la autenticidad de Cárdenas por pacificar a México.

Plutarco Elías Calles vivía en exilio en los Estados Unidos, deshonrado públicamente y arrojado del poder por su propio hijo político. Lo acompañaba Luis L. León, ex-gobernador de Chihuahua y ex-ministro de gobierno.

La sombra de Rodrigo M. Quevedo perseguía al gobierno de Talamantes, para quien el alcalde de Ciudad Juárez, hermano de Quevedo, se había convertido en un verdadero dolor de cabeza. Los políticos, que se llamaban a sí mismo revolucionarios, de la noche a la mañana se volvieron ricos y también los miembros de sus familias.

La tortura y el asesinato eran comunes en los calabozos de los cuarteles de policía. Los gritos de los prisioneros eran ahogados por los trenes que pasaban en medio del silencio de la noche en la ciudad de Chihuahua.

El 23 de octubre de 1985 la Santa Sede dio el ´Nihil obstat" (nada obsta) para que se abriera oficialmente la Causa.

El 13 de julio de 1986 Mons. Adalberto Almeida y Merino publicó el decreto por medio del cual se daba inicio oficialmente a la Causa de Canonización del Padre Maldonado.

El 4 de febrero de 1992 la Santa Sede aprobó por unanimidad la Causa de los Mártires Mexicanos, conocida como "Causa del Siervo de Dios Cristóbal Magallanes y sus 24 compañeros mártires", entre los cuales se contaba al Padre Maldonado.

De ellos 22 eran sacerdotes y tres eran laicos.

El que estos mártires fueran "compañeros" no significa que hubieran muertos todos juntos, sino que el proceso de beatificación y canonización los englobaba a todos en el mismo grupo.

Casi todos estos mártires murieron entre 1926 y 1928, excepto el P. David Galván Bermúdez, que fue asesinado en 1915, y el P. Pedro Maldonado, que fue asesinado en 1937.

Los esfuerzos anteriores culminaron el 22 de noviembre de 1992, cuando el Papa Juan Pablo II beatificó solemnemente, en la basílica de San Pedro, al P. Cristóbal Magallanes y a sus 24 compañeros mártires, entre éstos al padre Pedro Maldonado.

Después de la beatificación el proceso siguió adelante para obtener también la canonización, que es la culminación del proceso y que autoriza a venerar a estos mártires no sólo en sus propias regiones sino en todo el mundo.

El 28 de junio de 1999, en presencia del Papa Juan Pablo II, la Congregación de las Causas de los Santos promulgó los decretos para la canonización de los mártires.

Finalmente, el 10 de marzo del año 2000, en Consistorio ordinario público, el Papa Juan Pablo II señaló oficialmente la fecha del 21 de mayo del Año del Gran Jubileo del 2000 para la canonización de nuestros mártires. 



EEM