Migración

Congreso de EU analiza cambios en estatus temporal migratorio

2013-03-14

Los presidentes y legisladores estadounidenses han hecho vista gorda en el último tiempo al...

Por Alistair Bell, Reuters

WASHINGTON (Reuters) - Mientras se profundiza el debate sobre inmigración en el Congreso de Estados Unidos, demócratas y republicanos coinciden en que el sistema que da residencia temporal a cerca de 300.000 extranjeros en el país presenta fallas.

El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) fue introducido en 1990 con el propósito de ayudar a países que enfrentan guerras o desastres naturales, pero miles de inmigrantes que lograron el estatus temporal terminaron finalmente quedándose mucho tiempo después de que sus países superaran las crisis mediante la renovación de su visa cada 18 meses.

Los presidentes y legisladores estadounidenses han hecho vista gorda en el último tiempo al vacío legal con el fin de no perder los votos latinos, pero a juicio de muchos esto ya no puede ser ignorado.

Un asesor del Congreso dijo que un grupo bipartidista de senadores está estudiando los cambios en el TPS, tal como establece la ley sobre reforma migratoria solicitada por el presidente Barack Obama.

"Tenemos gente que ha estado en estatus temporal durante 20 años", dice Zoe Lofgren, la demócrata de mayor rango en la Subcomisión de Inmigración de la Cámara de Representantes.

Lofgren dice estar a favor de la búsqueda de un camino para que los inmigrantes temporales se conviertan finalmente en ciudadanos estadounidenses. "Su vida en estos momentos está aquí y debemos regularizar eso", dijo.

Sin embargo, los opositores a la ley, muchos de ellos republicanos, quieren limitar el número de veces que un extranjero puede renovar una visa temporal.

Grupos de legisladores en el Senado y la Cámara baja están intentando acordar temas de inmigración más amplios, entre ellos la posibilidad de regularizar la situación de los inmigrantes ilegales y la forma de asegurar la frontera con México.

Si consiguen superar esos obstáculos, los legisladores tendrán que considerar otras temas complicados, incluyendo una propuesta para crear una base de datos nacional para que las empresas comprueben el estatus del inmigrante.

Por esto, algunos creen que solucionar el tema de la visa temporal podría retrasar la reforma migratoria más amplia.

"Hay un montón enorme de temas. Las personas no deberían sorprenderse porque un proyecto de ley como éste necesite tanto tiempo para ser aprobado", dijo Muzaffar Chishti, abogado del centro de estudios Migration Policy Institute.

Para los defensores de los controles de inmigración más estrictos, el estatus temporal es un ejemplo de un sistema que es demasiado indulgente con los inmigrantes.

"Es una muestra de la falta de voluntad de la clase política hacer cumplir los controles de inmigración en toda una variedad de áreas, pero este es uno que realmente se destaca", dijo Mark Krikorian, director ejecutivo del Center for Immigration Studies, un grupo que aboga por bajos niveles de inmigración.

"SEGUNDA CLASE"

Creado en 1990 en respuesta a la guerra civil en El Salvador, el TPS se extendió posteriormente a otros países con conflictos o desastres naturales, tales como Honduras, Somalia, Haití y, a partir del año pasado, Siria.

Muchos salvadoreños perdieron el estatus temporal después de terminado el conflicto en su país en 1992, pero lo recuperaron tras un devastador terremoto ocurrido en el 2001. Actualmente, unos 209.000 salvadoreños representan por lejos el mayor grupo de inmigrantes con TPS.

Miles de hondureños también se unieron al programa después del huracán Mitch de 1998.

No obstante, con el tiempo los inmigrantes temporales han comenzado a irritarse por las limitaciones en sus vidas que le genera el sistema, como la necesidad de pedir permisos para salir del país. Esto sin considerar los grandes honorarios a abogados que deben pagar cada 18 meses.

"Es una especie de ciudadanía de segunda clase", dijo Abel Núñez, un defensor de derechos de los inmigrantes en Washington. "Al principio (el TPS) es muy bueno, pero luego se convierte en una carga para las personas que quieren integrarse", agregó.

En estricto rigor, las personas con este estatus podrían ser expulsados ​​de Estados Unidos si la reforma migratoria pone fin a la visa TPS, pero es poco probable una deportación masiva.

Además de alterar a los votantes latinos, El Salvador, un aliado de Estados Unidos, podría verse desestabilizado por el regreso de 200.000 deportados.

El futuro del programa dependerá probablemente de si los dos partidos logran acordar los temas de inmigración más grandes. Si es así, los beneficiarios del TPS probablemente obtendrán las "tarjetas verdes" de residencia permanente como parte de un acuerdo más amplio, dijo el activista de inmigración Krikorian.

"Estoy razonablemente seguro de que incluirán (...) el TPS en alguna disposición que permita convertirlo en una tarjeta verde", dijo.

Sin embargo, si las conversaciones en el Congreso se desmoronan, el estatus temporal podría permanecer intacto.



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