Internacional - Población

Presidente de Filipinas está bajo presión por entrega de ayuda para víctimas de tifón

2013-11-14

Alrededor de 300 cadáveres serán enterrados en una fosa común el jueves y una...

Por Stuart Grudgings y Andrew R.C. Marshall

TACLOBAN, Filipinas (Reuters) - El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, estaba bajo una presión cada vez mayor el jueves para que acelere la distribución de alimentos, agua y medicamentos a los sobrevivientes del tifón Haiyan y para que haga que los gobiernos locales paralizados vuelvan a funcionar.

Saqueos generalizados en busca de arroz y otros suministros se registraron el miércoles en la golpeada provincia de Leyte a pesar del despliegue de soldados para mantener el orden público tras el azote de uno de los tifones más feroces del que hay registro.

Si bien los esfuerzos de ayuda internacional han aumentado, muchos propietarios de estaciones de servicio cuyos negocios se salvaron se niegan a reabrirlas, dejando poco combustible para los camiones necesarios para trasladar los suministros y los equipos médicos a las zonas devastadas casi una semana después del paso de la poderosa tormenta.

"Aún hay cadáveres en el camino", dijo Alfred Romualdez, el alcalde de la capital devastada de Leyte, Tacloban. "Es atemorizante. Recibimos una petición de una comunidad para ir a recoger cuerpos, diciendo que son cinco o 10. Cuando llegamos allí son 40".

La escasez de camiones presentaba opciones sombrías. "La opción es utilizar el mismo camión ya sea para distribuir alimentos o recoger los cuerpos", agregó.

Alrededor de 300 cadáveres serán enterrados en una fosa común el jueves y una tumba más grande será excavada para otros 1.000, dijo a Reuters el administrador de Tacloban, Tecson John Lim.

El gobierno de la ciudad continúa diezmado, con sólo 70 trabajadores en comparación con los 2.500 usuales, agregó. Muchos murieron, resultaron heridos, perdieron familiares o simplemente están demasiado abrumados por el duelo para trabajar.

El portaaviones estadounidense USS George Washington debía llegar a Filipinas el jueves por la noche, con 5.000 marineros y más de 80 aviones. Japón también planea enviar hasta 1.000 soldados, así como buques de guerra y aeronaves, en lo que podría ser el mayor despliegue militar de la posguerra de Tokio.

AQUINO EN PRIMER PLANO

Aquino ha defendido los preparativos de su Gobierno antes de la tormenta, cuando ofreció advertencias repetidas de su fuerza proyectada, así como del ritmo actual en los esfuerzos de asistencia.

El presidente ha dicho que la cifra de muertos podría haber sido mayor si no hubiera sido por la evacuación de las personas y la preparación de suministros de ayuda.

Filipinas solicitó ayuda formalmente a Washington el sábado, un día después de que la tormenta golpeó ciudades y pueblos en el centro de Filipinas, dijo el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Aquino también ha avivado el debate sobre la cantidad de víctimas fatales, citando una cifra de muertos muy por debajo de los 10.000 estimados por las autoridades locales. Las muertes oficiales confirmadas ascendían a 2.357 el jueves, una cifra que los trabajadores de ayuda esperan que aumente.

El administrador de Tacloban Lim, quien estimó previamente que 10.000 personas probablemente murieron sólo en esa ciudad, dijo que Aquino podría haber minimizado deliberadamente las víctimas fatales.

"Por supuesto que no quiere crear mucho pánico. Tal vez él está lidiando con el hecho de que desea reducir el pánico, para que la vida continúe", dijo.

La cifra preliminar de desaparecidos hasta el jueves, de acuerdo con la Cruz Roja, era de 22.000. La organización ha advertido que la cantidad podría incluir a personas que ya han sido localizadas.

Más de 544.600 personas fueron desplazadas por la tormenta y casi el 12 por ciento de la población del país fue afectada directamente, dijo la ONU.

La rabia y la frustración han ido creciendo debido a que los suministros esenciales no han sido entregados a muchos de los necesitados. Los alimentos y otros bienes han sido amontonados en el aeropuerto de Tacloban, por ejemplo.

Algunas zonas han caído en un estado cercano a la anarquía en medio de saqueos a tiendas y almacenes en busca de comida y agua.

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) describió una situación sombría en Guiuan, que alberga a 45.000 personas.

"La gente está viviendo a la intemperie (...) Las necesidades son inmensas y hay una gran cantidad de pueblos de los alrededores que aún no han sido cubiertos por ninguna de las organizaciones de ayuda", dijo Alexis Moens, líder del equipo de evaluación de MSF, en un comunicado.



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