Internacional - Población

Sudafricanos, algunos temerosos, enfrentan futuro sin Nelson Mandela

2013-12-06

Los sudafricanos oyeron al presidente Jacob Zuma anunciar a el jueves última hora que el ex...

Por Peroshni Govender y Pascal Fletcher

JOHANNESBURGO (Reuters) - Los sudafricanos comenzaron el viernes una vida sin Nelson Mandela, y algunos dijeron que temen que la muerte del héroe anti-apartheid podría dejar a su país vulnerable a las tensiones raciales y sociales que tanto se esforzó en aplacar.

Al romper el alba y mientras los pasajeros se dirigían a trabajar en la capital, Pretoria, el eje comercial del país, Johannesburgo, y Ciudad del Cabo en el sur, muchos aún estaban en estado de shock por la muerte de un hombre que fue un símbolo mundial de la reconciliación y la convivencia pacífica.

Los sudafricanos oyeron al presidente Jacob Zuma anunciar a el jueves última hora que el ex mandatario y Premio Nobel de la Paz falleció pacíficamente en su casa de Johannesburgo, en compañía de su familia después de una larga enfermedad.

A pesar de las garantías de los líderes y figuras públicas de que la muerte de Mandela, aunque triste, no detendrá el avance de Sudáfrica desde su amargo pasado de división, algunos todavía expresaban una sensación de malestar por la ausencia física de un hombre famoso por ser un pacificador.

"No va a ser bueno. Creo que (Sudáfrica) va a convertirse en un país más racista. La gente va a enfrentarse y van a perseguir a los extranjeros", dijo Sharon Qubeka, de 28 años, una secretaria del municipio de Tembisa mientras se dirigía a trabajar en Johannesburgo.

"Mandela era el único que mantenía las cosas unidas", declaró.

Una avalancha de homenajes continuaba llegando el viernes para Mandela, que estuvo aquejado durante casi un año por una enfermedad pulmonar recurrente que se remontaba a los 27 años que pasó en las cárceles del apartheid, incluyendo la famosa colonia penal de Isla Robben.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro británico, David Cameron, fueron algunos de los líderes mundiales y dignatarios que rindieron tributo a Mandela como un gigante moral y un ejemplo para el mundo.

La presentadora estadounidense de televisión Oprah Winfrey añadió su voz a los tributos, diciendo que Mandela "siempre será mi héroe".

"Su vida fue un regalo para todos nosotros", dijo en un comunicado.

Pero para Sudafrica, la pérdida de su líder más amado llega en un momento en que la nación ha estado experimentando sangrientos disturbios laborales, protestas crecientes contra los malos servicios, la pobreza, la delincuencia y el desempleo y los escándalos de corrupción que empañan al gobierno de Zuma.

Muchos ven a la Sudáfrica actual -la mayor economía del continente africano, pero también una de las de más desiguales del mundo- aún lejos de ser la "Nación Arcoiris", el ideal de paz social y prosperidad compartida que Mandela proclamó en su salida triunfal de la cárcel en 1990.

"Me siento como si hubiera perdido a mi padre, alguien que habría cuidado de mí. Ya como una persona negra sin conexiones estás en desventaja", dijo Joseph Nkosi, de 36 años, un guardia de seguridad del municipio de Alexandra, en Johannesburgo.

Refiriéndose a Mandela por su nombre de clan, añadió: "Ahora, sin Madiba siento que no tengo una oportunidad. Los ricos se harán más ricos y simplemente se olvidarán de nosotros. Los pobres no les importan. Mira nuestros políticos, no son nada como Madiba".

Las banderas ondeaban a media asta en todo el país y Zuma ha anunciado un funeral de estado para el primer presidente negro de Sudáfrica, quien salió de la cárcel para ayudar a guiar al país hacia la democracia, dejando atrás el derramamiento de sangre y la agitación.

"LA VIDA CONTINUARÁ"

Apenas unas horas después de que se conoció la noticia de la muerte de Mandela, uno de sus compañeros en la lucha anti-apartheid, el ex arzobispo de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu, trató de disipar los temores de que la ausencia del venerado estadista podría revivir algunos de los fantasmas violentos del apartheid.

"Sugerir que Sudáfrica podría arder en llamas -como algunos han predicho- es desacreditar a los sudafricanos y el legado de Madiba", dijo Tutu en un comunicado tranquilizador.

"El sol saldrá mañana, y el día siguiente y el próximo (...) puede que no parezca tan brillante como ayer, pero la vida continuará" , dijo Tutu.

Zuma y su gobernante Congreso Nacional Africano (ANC, por su sigla en inglés) se enfrentan a elecciones presidenciales y legislativas el próximo año, que se cree revelarán un amplio descontento entre los votantes acerca de la persistencia de la pobreza y el desempleo dos décadas después del fin del apartheid.

Pero se espera que el antiguo movimiento de liberación mantenga su dominio sobre la política sudafricana, a pesar de la ausencia de una de sus figuras más prominentes.

"Es doloroso perderlo, pero el ANC va a mantenerse fuerte y será dominante. El partido es poderoso y permanecerá en el poder", dijo el empleado de oficina Tumi Matshidiso, de 27 años.

Marcos Rosenberg, analista senior para África en el Eurasia Group, dijo que aunque la muerte de Mandela podría dar al ANC un impulso de simpatía en las elecciones del año que viene, dañará al partido en el largo plazo.

Rosenberg cree que la ausencia de Mandela "debilitará la legitimidad histórica del partido y alentará el rechazo de parte de los votantes que creen que el ANC no ha logrado cumplir sus promesas económicas y se ha visto inmerso en la corrupción".

"En pocas palabras, la muerte de Mandela desvinculará adicionalmente al ANC de la lucha de liberación en la que se sigue basando gran parte de su legitimidad", dijo Rosenberg en una nota informativa.

Aunque el anuncio inicial de Zuma sobre la muerte de Mandela dejó al país silencioso, más tarde, una multitud se reunió durante la noche fuera de la antigua casa de Mandela en Vilakazi Street, Soweto, a cantar canciones en su alabanza.

"Mandela nos trajo la paz", fue una de las canciones.



EEM

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