Ciencia y Tecnología

El mar es la nueva meca para la energía

2014-03-12

El Departamento del Interior dio vía libra al primer proyecto de energía...

Por JOEL MILLMAN, The Wall Street Journal

Los inversionistas se toman en serio el potencial de las olas, las mareas y el viento

El mar del estado de Oregón, en el noroeste de Estados Unidos, está por convertirse en terreno de prueba para la generación de energía verde, en la medida en que los avances tecnológicos han animado a empresarios a tratar de aprovechar las olas y el viento del Pacífico.

El Departamento del Interior dio vía libra el mes pasado al primer proyecto de energía eólica en alta mar de la costa del Pacífico, a unos 30 kilómetros de Coos Bay. Justo al norte, otro proyecto utilizaría boyas productoras de energía para generar electricidad a partir del movimiento de la marea.

"Nos gusta lo que Coos Bay tiene para ofrecer", dice Kevin Banister, vicepresidente de desarrollo de negocios y relaciones con el gobierno de Principle Power Inc., la compañía de Seattle que recibió un permiso de la Oficina de Administración de Energía Marítima de EE.UU. para el proyecto eólico. "Está en medio de una franja muy rica en energía eólica marina". Principle dice que podría tener cinco enormes turbinas en funcionamiento para mediados de 2017.

Partidarios de la energía renovable han promocionado las fuentes mar adentro, pero los proyectos en tres lugares de la costa este estadounidense que están más cerca del borde costero han enfrentado la oposición de ecologistas e intereses del sector turístico. El sitio frente a Oregón contaría con una serie de ventajas, incluida una caída continental profunda que genera olas más grandes y permite el uso de turbinas flotantes, en lugar de las usadas en el Atlántico, que están ancladas al suelo marino. "Hay más océano, antes que todo", explicó Kevin Watkins, consultor de energía de Portland, en Oregón.

Las iniciativas por generar energía a partir del movimiento del mar también están encontrando impulso en América Latina. El Banco Interamericano de Desarrollo ayudará a financiar dos programas pilotos, uno mareomotriz y otro de olas, frente a las costas del sur de Chile, con un desembolso de US$2,4 millones. El país, que según el BID importa alrededor de 75% de la energía que usa, está decidido a asegurar el suministro energético a futuro.

"Chile tiene una gran necesidad, primero de innovar en el tema energético, porque no tiene muchas fuentes de energía fósil, pero sí muchas fuentes renovables, con mucho potencial en sus olas", dice Christoph Tagwerker, consultor de cambio climático del BID y encargado del proyecto en Chile.

Según Tagwerker, en Brasil se han explorado algunos sistemas de generación mareomotriz y el mismo BID ha considerado proyectos en México y Barbados, pero de concretarse, el de Chile sería el primer sistema comercialmente disponible. Está pendiente una licitación para seleccionar las empresas que se encargarían del proyecto, algo que se ha retrasado por el cambio de gobierno en el país.

"Vemos que un potencial mercado podría estar en todas las salmoneras que hay sobre todo en el sur. Los barcos de las salmoneras suelen tener un generador a diésel", dice Tagwerker. El diésel es también la principal fuente de energía de muchas comunidades remotas que necesitan llevar el combustible en barcos. Además de su impacto ambiental negativo, el costo del diésel sube debido al transporte. "Los dos tipos de energía (de corrientes marítimas y de olas) pueden ser útiles", agrega Tagwerker.

El gobierno de Chile y el BID estudian en particular el canal de Chacao, en la isla Chiloé, "el cual tiene mucho potencial para la energía de corriente", añade Tagwerker.

En Oregón, Principle Power prevé un conjunto de turbinas eólicas flotantes, cada una capaz de generar seis megavatios de electricidad, suficiente para abastecer a unos 10.000 hogares. Desde 2011, el grupo desarrolló un proyecto similar que ya opera en la costa de Portugal.

En contraste con los parques eólicos tierra adentro, un proyecto en alta mar significa que prácticamente no hay límite en el tamaño de las aspas de las turbinas porque cada una podría ser ensamblada cerca de la costa y luego remolcada hacia el mar, sin tener que pasar por túneles o puentes en tierra.

Principle Power todavía necesita recaudar unos US$200 millones, estiman personas al tanto del proyecto, y someter a consideración de los residentes locales un plan de negocios.

"¿Ha sido muy controversial? Yo no diría eso", afirma Elise Hamner, gerente de asuntos de la comunidad para el Puerto de Coos Bay. "Algún día, el ensamble de turbinas podría crear puestos de trabajo significativos aquí, o por lo menos empleos ligados a su instalación en el mar".

Aun así, cualquier desarrollador eólico marino se enfrenta a un arduo proceso de permisos. Entre las cuestiones que se plantean está la presencia de aves marinas, la acústica (que afecta la migración de ballenas) y la pesca. Eso podría conducir a enredos con los cables que transportan electricidad a la costa.

Las preocupaciones medioambientales también están en el radar de la iniciativa de Chile. "Los proyectos tienen que cumplir los estándares ambientales del BID, que son muy exigentes", asegura Tagwerker.

Watkins, el consultor de energía, dice que la "batimetría" (el equivalente marítimo a la altimetría) de la profunda plataforma costera de Oregón alimenta las condiciones para energía generada por las olas, posiblemente, una tecnología más prometedora. "Las olas son más predecibles que el viento", explica.

Watkins ha estado trabajando con un grupo de Nueva Jersey, Ocean Power Technologies Inc., en planes para instalar boyas productoras de energía en la costa de Oregón, cerca de Reedsport, al norte de Coos Bay. La compañía ha invertido US$6 millones en un prototipo que genera electricidad a partir del movimiento de la marea.

El grupo planea lanzar su primera boya en 2015, y después nueve adicionales para 2017 en un parque de olas a unos cuatro kilómetros de la costa.

La oposición a este tipo de proyectos podría provenir de la industria pesquera de Oregón, que contribuye con US$350 millones a la actividad económica a lo largo de la costa, de acuerdo con una comisión del sector. Los pescadores de cangrejos han seguido a Principle Power en todas las audiencias públicas para garantizar que sus preocupaciones sean escuchadas.

Aunque ninguna compañía ha anunciado formalmente su interés en la licitación del proyecto de Chile, Tagwerker dice que la lista de posibles participantes podría incluir a las alemanas Siemens y Voith, la austriaca Andritz Group, la francesa Alstom y la estadounidense Verdant Power.



EEM

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