Salud

El uso terapéutico de la mariguana

2014-03-19

Una alternativa idónea y económicamente viable, hasta este momento, es la mariguana....

Por Enrique Carpizo

Camino digno a la muerte

Se ha creído que la principal responsabilidad del Estado estriba en preservar la vida y su desarrollo, sin embargo, los problemas crónicos de salud han puesto a prueba la empatía de la sociedad con el objeto de comprender que el ejercicio del derecho a mantenerse con aliento debe regularse. Tal es el caso de la eutanasia, que finiquita la vida de quien ostenta una causa justificada para ello; otro está en la muerte natural, accidental o en el tratamiento de una enfermedad terminal, últimos dos supuestos donde se autoriza el consumo de heroína o morfina para mitigar dolores extremos.

Ahora, ¿sabían que ese remedio acorta la vida del paciente? Ante esa circunstancia, ¿es correcto el suministro? si bien la visión del Estado es optimizar recursos en el cuidado de personas moribundas como son los enfermos terminales de sida-VIH, cáncer, esclerosis múltiple, etc., y evitar el uso reiterado de la droga, lo cierto es que debiera preservar el derecho a una muerte digna sin omitir emplear medios alternos para un ocaso sin tanto sufrimiento para el paciente y sus familiares.

Se sabe que la heroína o morfina pone en grave riesgo la integridad física del consumidor al reducir sus hábitos alimenticios, provocarle estreñimiento, sueño la gran parte del tiempo o que permanezca despierto quejándose del dolor y requiriendo aumento constante de la droga, deseando vivir pero también morir o estar sedado para superar u olvidar los síntomas del padecimiento.

Una alternativa idónea y económicamente viable, hasta este momento, es la mariguana. Su aplicación contra el dolor es efectiva, mejora el estado de ánimo del usuario, le regresa el apetito, aumentan sus defensas, evita el estreñimiento, duerme horas normales y la muerte llega en el momento menos oportuno pero sin haberlo mantenido vivo de manera indigna.

Lamentablemente, la cannabis es incendiada por el Estado mexicano sin aprovechar su efectividad y bajo costo de producción. El uso terapéutico de la mariguana no se ha debatido lo suficiente, la sociedad no está informada respecto a las ventajas o desventajas del uso medicinal y se abusa del temor a la intoxicación de personas ajenas al enfermo que estén en el hospital, clínica o casa donde se aplique la cannabis, olvidando que el suministro puede ser vía inyección, pastillas, jarabes, pomadas o inhalada a través de vaporizador. Sin duda, se desperdicia un área de oportunidad en salud pública y economía nacional.

La legislación permite ahora la portación de hasta cinco gramos para consumo personal con fines recreativos, y así lo disponen los artículos 194 y 195 del Código Penal Federal y 478 y 479 de la Ley General de Salud, y diversas iniciativas proponen incluso incrementar ese gramaje, aunque no se considera con fines terapéuticos. Debería revisarse, cuando cada vez son más los científicos de la medicina y los juristas que avalamos la autorización terapéutica en forma responsable y en concordancia con las necesidades de hoy, con el único fin de preservar el derecho a una muerte digna y garantizar a la familia el menor desgaste y sufrimiento.

* El autor es doctor en Derecho Constitucional. Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.



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