Agropecuaria

Agricultores de maíz estadounidenses reducen cultivos ante creciente competencia global

2014-04-02

Por MARK PETERS  y TONY C. DREIBUS, The Wall Street Journal

John Davidson, que dirige una granja familiar en Illinois, está recortando su siembra de maíz en cerca de dos tercios.

Tras años de enormes cosechas, los agricultores de maíz de Estados Unidos planean ahora reducir sus siembras por primera vez desde la recesión, lo que deja entrever una era de incertidumbre para el mayor cultivo del país.

Los agricultores del Medio Oeste de E.E.UU. (la zona centro norte del país) incrementaron la producción en años recientes a medida que los biocombustibles se dispararon en el mercado interno y la demanda mundial se devoró hasta el último grano. Pero el resto del mundo también aumentó su producción.

El resultado, mercados cada vez más competitivos para los agricultores estadounidenses, cuyas exportaciones de maíz cayeron el año pasado a un mínimo de cuatro décadas. Aunque por mucho tiempo fue el principal proveedor para compradores del exterior, EE.UU. enfrenta hoy una situación en que China, el mercado de mayor crecimiento para el maíz, acude a Sudamérica y a la región del Mar Negro.

"Este es un mundo distinto a lo que era hace solo un par de años", dijo Patrick Westhoff, director del Instituto de Investigación de Política Agraria y Alimenticia en la Universidad de Missouri.

La nueva competencia del exterior y una desaceleración en las normas que incentivan el uso del etanol, están haciendo que los agricultores de EE.UU. se vuelvan más cautelosos. El lunes, los pronosticadores del gobierno federal indicaron que los agricultores tienen los menores planes de cultivo de maíz en cuatro años mientras sustituyen millones de hectáreas con soya. El Departamento de Agricultura prevé una siembra de 37,1 millones de hectáreas de maíz en este trimestre, un descenso de casi 6% respecto de la cosecha récord que los agricultores planeaban plantar el trimestre pasado. Las siembras reales en 2013 resultaron ser menores debido al clima húmedo, pero los agricultores aun así obtuvieron una cosecha récord.

Los precios del maíz han caído en torno de 33% respecto del año pasado, aunque el lunes recibieron un impulso ante expectativas de que la pronunciada reducción en la siembra pueda contrarrestar la mayor producción. Los futuros de maíz con vencimiento en mayo en el Chicago Board of Trade registraron un alza de 2% a US$5,02 el bushel, un máximo de siete meses.

John Davidson, que dirige una granja familiar cerca de Creston, Illinois, está recortando su siembra de maíz en cerca de dos tercios, cambiando la mayoría de esos sembradíos a soya. Aunque los precios del maíz han bajado, los precios de la soya se encuentran por encima de niveles de hace un año en medio de una fuerte demanda global, y los pronosticadores federales prevén una siembra récord este trimestre. Sin embargo, la competencia global está acumulándose, y el año pasado Brasil superó a EE.UU. como el mayor exportador de soya del mundo.

"Nuestras exportaciones están sufriendo un poco, pero el consumo mundial solucionará la mayor parte de esto", apuntó Davidson.

Los agricultores del Medio Oeste han contado durante mucho tiempo con que una creciente demanda global absorbería la nueva producción proveniente de las crecientes cosechas generadas por nuevas tecnologías que van desde semillas genéticamente modificadas hasta tractores controlados por computadoras. Pero los precios récord del maíz alentaron la producción en otros países. Los datos federales muestran que los agricultores de fuera de EE.UU. cosecharán unas 140 millones de hectáreas de maíz en el actual año agrícola, un aumento de 14 millones de hectáreas en hace cinco años: una expansión más grande que la superficie de Grecia.

Este año agrícola América Latina cosechará cerca de 30 millones de hectáreas de maíz, encabezada por Brasil con 14,7 millones de hectáreas, seguido por México con 6,7 millones y Argentina con 3,3 millones, según proyecciones del gobierno estadounidense.

Por buena parte de las últimas cuatro décadas, EE.UU. ha generado dos tercios o más de las exportaciones globales de maíz. Esta cifra cayó a un récord mínimo de menos de 20% el año pasado conforme la sequía de 2012 hizo que el maíz estadounidense fuera demasiado caro para muchos países. Las exportaciones ahora están repuntando, pero se proyecta que representarán 36% del total en el actual año de cultivo, según proyecciones federales.

La competencia global se hace más aguda a medida que se termina el crecimiento rápido en la demanda de maíz en EE.UU. A partir de 2005, las leyes federales requerían que una creciente cantidad de etanol en la mezcla de gasolina en EE.UU., hasta el punto que la producción de etanol fue responsable por 40% del consumo de maíz el año pasado, frente a 15% que representaba en el año agrícola 2005-2006. Pero la acumulación de la demanda de parte de los fabricantes de etanol ha concluido, y la reducción en el uso del combustible, debido a autos más eficientes y a que las personas están conduciendo menos, está motivando a las autoridades a reducir el requisito.

El alza en la producción de etanol se dio en medio de cosechas decepcionantes y una creciente hambre por el maíz de parte de China, a la par de la mayor demanda de carne generada por crecimiento económico de ese país. El resultado: los precios del maíz llegaron a US$8,30 el bushel en 2012 durante el pico de la sequía en EE.UU., frente a un promedio de US$2,90 en los 2000.

Una de las respuestas más rápidas a los precios récord está viniendo de Ucrania, que está en camino a convertirse en el tercer mayor exportador de maíz en el mundo. Este año se prevé que sus envíos alcancen a 18,5 millones de toneladas, un crecimiento de 45%.

El interés de China está impulsando esa expansión, ya que el gigante asiático ha surgido como el gran comprador luego de eludir por años a la importación de maíz. China busca proveedores más allá de EE.UU., y no solo Ucrania sino que Argentina y Brasil también compiten por vender su producción allí. Brasil proyecta exportar 20 millones de toneladas de maíz en este año agrícola, para ubicarse como el segundo mayor exportador después de EE.UU., seguido por Ucrania y por Argentina en cuarto lugar, con 16 millones de toneladas, según proyecciones del Departamento de Agricultura de EE.UU.

China recientemente rechazo cientos de miles de toneladas de EE.UU. ya que contenían un rasgo genéticamente modificado no aprobado por el país.

La creciente competencia está generando volatilidad en los precios para los agricultores en EE.UU. La agitación política en Ucrania se ha propagado por los mercados globales. Los operadores temen que el financiamiento se vuelva escaso y los costos para importar combustible y fertilizantes se disparen, lo que causaría un fuerte declive en las siembras de este trimestre en Ucrania.



EEM

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