Cultura

Murió Gabriel García Márquez, genio de la literatura universal

2014-04-17

Los lectores de sus libros han deleitado en las historias pobladas con dictadores de pacotilla,...

Por JUAN FORERO, The Wall Street Journal

El Premio Nobel Gabriel García Márquez popularizó el realismo mágico en la literatura latinoamericana escribiendo novelas fantásticas inspiradas en los cuentos populares y las historias de fantasmas que escuchó de niño en la empobrecida y soleada costa Caribe colombiana.

García Márquez, quien murió este jueves en su casa de Ciudad de México a los 87 años después de ser hospitalizado por infecciones, era mejor conocido por su obra maestra "Cien años de soledad ", publicada en 1967, que registra las tribulaciones del abundante y obsesivo clan familiar Buendía.

Traducido a decenas de idiomas y con 30 millones de copias vendidas en todo el mundo, el libro es considerado el principal ejemplo del realismo mágico literario, que generando innumerables imitaciones e inspirando a una generación de escritores de América Latina y más allá.

Aunque el García Márquez no inventó la técnica, se convirtió en el principal exponente de esa literatura, que combina viñetas de ensueño y fantasía con un agudo realismo, todo ello solemnemente entregado a través de un excéntrico reparto de caprichosos personajes. Los lectores de sus libros han deleitado en las historias pobladas con dictadores de pacotilla, vacas que nadan, personajes obsesionados consigo mismos que no envejecen y pretendientes con el corazón roto.

En una carrera que abarcó más de 60 años, García Márquez escribió algunos de los libros más venerados de la lengua española. Entre ellos están "El otoño del patriarca", sobre un tirano del Caribe; "Crónica de una muerte anunciada", que narra minuciosamente un asesinato en un pueblo pequeño; "El amor en los tiempos del cólera", sobre dos amantes que esperan medio siglo para reunirse, y "El general en su laberinto", detallando los días finales y día carentes de gloria del héroe de la independencia Simón Bolívar.

García Márquez también fue un periodista consumado cuyas historias, lírica y profundamente reporteadas, capturaron la atención de los lectores en Bogotá, a comienzos de la década de los 50. Más tarde se hizo famoso no sólo por sus perfiles de presidentes y déspotas sino por los estrechos lazos que cultivó en la vida real con líderes que van de Fidel Castro en Cuba a Bill Clinton al presidente francés Francois Mitterrand.

García Márquez sentía una cierta emoción al codearse con los poderosos. "Todavía no me acostumbro a la idea de que mis amigos se convierten en presidentes, ni he superado aún mi susceptibilidad a ser impresionado por los palacios de gobierno", escribió una vez en un artículo, como recoge "Gabriel García Márquez: A Life", la biografía que Gerald Martin publicó en 2009.

Orgullosamente izquierdista y antiimperialista, usó su fama para tratar de ejercer presión a favor de la unidad latinoamericana y el fin de la injerencia estadounidense en la región.

La amistad de García Márquez con Fidel Castro, sin embargo, le causó problemas. Otros escritores latinoamericanos, entre ellos el exiliado cubano Guillermo Cabrera Infante, lo criticaron por sus cercanos lazos con el dictador.

El escritor peruano Mario Vargas Llosa llegó a llamarlo "cortesano de Castro".

García Márquez dijo que era capaz de usar su línea directa con Castro para lograr la liberación de disidentes encarcelados.

"Yo sé hasta dónde puedo ir con Fidel", dijo el autor a The New Yorker. "A veces él dice que no. A veces, viene después y me dice que yo tenía razón".



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