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Cruz Azul se corona en la Concachampions en final cardiaco

2014-04-24

La anotación se produjo luego de que Marco Fabián controló un envío por...

La Jornada

En un final cardiaco, Cruz Azul empató 1-1 con Toluca y con el gol de visitante se sacudió algunos fantasmas al llevarse el título de la Liga de Campeones de la Concacaf.

El 0-0 con el que llegó esta noche al estadio Nemesio Diez terminó siendo positivo para La Máquina, que se ganó el derecho de acudir al próximo Mundial de Clubes, en Marruecos.

El tanto que terminó siendo decisivo para los Cementeros fue de Mariano Pavone, al minuto 40, y el que puso suspenso al duelo de vuelta fue de Édgar Benítez (63).

El conjunto celeste ya ganó la Copa Mx (2013) y ahora la Concachampions (había perdido las finales de 2009 y 2010), por lo que su única cuenta pendiente es la liga local.

Apenas se trataba del primer tiempo, pero una cosa ya era segura: no habría tiempo extra en esta final. El tanto que consiguió Pavone fue muy valioso para Cruz Azul, pues al marcar como visitante obligaba a los Diablos Rojos a anotar dos, porque el empate inclinaba la balanza en favor de los Cementeros.

La anotación se produjo luego de que Marco Fabián controló un envío por la banda izquierda y mandó el pase para que Pavone únicamente tocara el balón al fondo de la red. Al portero Alfredo Talavera sólo le quedó pedir fuera de lugar.

El arquero escarlata terminó con más trabajo que su colega Jesús Corona, pese a que el duelo era de ida y vuelta.

La Máquina incluso dio el primer aviso, cuando al minuto cuatro Mauro Formica remató en el área y el balón se fue por encima del arco mexiquense.

Toluca respondió inmediatamente con un disparo de Wilson Tiago, que salió a un lado de la meta de Corona.

El mismo Tiago dio otro susto a los celestes unos instantes después, porque su remate terminó siendo desviado por Corona.

Al 17 fue Talavera el exigido. Joao Rojas incursionó bien en el área y sacó un tiro que atajó el arquero de los Diablos Rojos, recostándose hacia la izquierda.

Obligados a ganar, y con un cambio –entró Raúl Nava por Juan Manuel Salgueiro–, salió Toluca en la parte complementaria.

Sin embargo, a los dos minutos (47) la que se vio amenazada fue la portería local, con el cabezazo de Formica que salió encima del travesaño.

Cinco minutos después vino la respuesta del cuadro mexiquenese, al anticiparse Pablo Velázquez a una salida de Corona; alcanzó a rematar con la cabeza, pero el arquero lo rechazó al final.

El mismo Velázquez dejó ir una gran oportunidad después, al aparecer con ventaja en el área, pero su cabezazo salió a un lado de la meta.

El que no falló fue Édgar Benítez, quien al minuto 63 recibió un pase y entró por la izquierda al área para fusilar a Corona. era el 1-1 y ahora sí el estadio se convirtió en un verdadero infierno para los Cementeros.

Ante la presión de los Diablos Rojos, el técnico de Cruz Azul, Luis Fernando Tena, buscó cuidar el empate y mandó al zaguero Luis Amaranto Perea en lugar de Joao Rojas.

Por poco le sale caro, porque Perea cometió una falta a los dos minutos de haber entrado y al cobro vino un remate de Velázquez que desvió el cementero Loeschbor, además de que Corona tuvo que emplearse a fondo para dar el manotazo salvador.

A dos minutos del final del tiempo reglamentario los seguidores de la Máquina estuvieron a punto de acabar con el sufrimiento, porque Chaco Giménez cobró un falta por el sector izquierdo y el balón se estrelló en el travesaño.

En tiempo de compensación fue Pavone el que estuvo cerca de anotar, pero Talavera se lo impidió desviando a tiro de esquina el remate.

Instantes antes del silbatazo final de Marco Antonio Rodríguez, Cruz Azul estuvo a punto de dejar ir otro título, pero Velázquez falló.

Mientras algunos seguidores de los Cementeros empezaron a festejar en las tribunas, Pavone reconoció que sufrieron "ante un gran rival, pero somos monarcas. Miren a la gente cómo está, se merecía un campeonato".

El técnico Luis Fernando Tena, por su parte, también recordó que le debían desde hace mucho este título "a la gente y al licenciado Guillermo Álvarez, que siempre empuja, y a toda la cooperativa".

También reconoció que Toluca siempre ha sido un cuadro difícil, pero resaltó "la sed de triunfo" de sus dirigidos. "La hombría de nuestros jugadores nos lleva a este cetro".

Chaco Giménez recordó que "han sido muchas finales perdidas", pero "con nervios supimos sacar adelante el compromiso" ahora. "Es lo máximo dar un título a la gente; estoy emocionado".

Los celestes festejaron hoy, pero a partir de mañana "vamos a pensar en la liguilla", indicó.



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