Reportajes

El infierno al que llegó el Ejército mexicano

2014-05-17

Osorio Chong señaló que se llevará a cabo una limpia de la Secretaría...

Por Enrique Pérez Quintana | Proyecto sin fin

En la comunicación las noticias compiten entre sí, es por ello que algunos temas son muy vistos, escuchados y leídos algunos días y desaparecen para ceder el paso a otros que los desplazan para ocupar la atención. No obstante, esta competencia noticiosa no significa que los problemas no existen sino que posiblemente bajaron su intensidad.

Esta descripción de las jerarquías noticiosas es lo que nos llevó a dejar en segundo plano la noticia sobre la violencia en Tamaulipas; fue desplazada por la novedad que significó la aparición y actividad de las autodefensas de Michoacán, organización de la sociedad civil en busca de la seguridad, la paz y la certidumbre perdidas ante los embates de la delincuencia organizada.

Michoacán no ha recuperado la seguridad, ni la paz, ni sus ciudadanos viven sin zozobra e incertidumbre pero con la ocupación, en términos reales, de los espacios de poder estatal por parte de la Federación al nombrar un Comisionado y mandar al Ejército, la Armada y la Policía Federal, "guiados" por las autodefensas que desde siempre han sabido donde están y quiénes son los integrantes de Los Caballeros Templarios. En la entidad se configuró un "modelo" para la recuperación del dominio del Estado como la única fuerza capaz de garantizar lo esencial para el ciudadano: la seguridad de su integridad física y el respeto a sus bienes.

Tamaulipas volvió a ser noticia por la acción violenta de los grupos que se disputan el dominio de los caminos que llevan al domicilio del mayor consumidor de drogas en el mundo. Las bandas combaten entre si ante la pasividad de las autoridades locales y estatales que no tienen los recursos para enfrentar a los delincuentes que matan, secuestran, extorsionan y retan al Estado, sobre todo en las ciudades fronterizas.

En el caso de Tamaulipas, todavía falta precisar la penetración de la corrupción en los ámbitos de la política y los cuerpos de seguridad porque los grupos de la delincuencia organizada, en este caso los Zetas y el Cártel del Golfo, para poder actuar necesitaron antes corromper a las autoridades y a la policía para lograr la impunidad que les permite delinquir en pleno día robando, secuestrando y asesinando porque el dinero y el miedo paralizaron la acción del Gobierno estatal y municipal.

Es sabido que la delincuencia organizada en Tamaulipas fue capaz de involucrar al exgobernador Tomás Yarrington, que hoy se encuentra prófugo y con investigaciones en México y Estados Unidos que tratan de establecer el origen de su cuantiosa fortuna y sus relaciones con estas bandas delictivas.

Los grupos delincuenciales en esta entidad no tienen temor de retar al Estado y la evidencia es que mataron al candidato del PRI, hermano del gobernador, Egidio Torre Cantú, hace 3 años y por los días que corren emboscan a las caravanas de vehículos del Ejército y la Armada en las calles de la Ciudad de Reynosa, sólo por el hecho de que les estorban para la ejecución de sus maniobras de exportación de drogas e importación de millones de dólares por la frontera más transitada del país.

En Tamaulipas, como en otras entidades, se percibe la ausencia del Estado en el cumplimiento de su función básica de garantizar la vida y los bienes de los ciudadanos. Los tamaulipecos se manifestaron hace unos días en Tampico exigiendo a su gobierno acciones para recuperar la paz, seguridad y normalidad en su vida cotidiana que les fue arrebatada por las bandas que matan, extorsionan, secuestran y violan a la población. Además hacen ostentación de impunidad al transitar por las calles en autos robados y portando armas de grueso calibre que supera al armamento de los policías locales.

Muchos en Tamaulipas han gritado a la Federación su intervención para combatir a la delincuencia organizada y la demanda creció a partir de lo visto en Michoacán donde la acción de los grupos de autodefensa generó un "modelo" de combate que tiene como base la participación de la población en la lucha en contra de los delincuentes. El riesgo del "modelo" radica en que la acción de la población tiene como efecto el surgimiento de liderazgos naturales, capaces de rebasar a las autoridades legalmente constituidas, pero que no han podido, no han sabido o no les conviene terminar con el conflicto.

Para rescatar a Tamaulipas de la violencia, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue a la entidad y anunció el inicio de una operación federal para restituir el orden, con la llegada de nuevos mandos militares en cuatro regiones del estado, la ejecución de operativos de seguridad y el combate a Los Zetas y el Cártel del Golfo.

El secretario Osorio Chong señaló, acompañado del gobernador, Egidio Torre Cantú, que se llevará a cabo una limpia de la Secretaría de Seguridad Estatal, así como de la Procuraduría del estado, dependencias que serán sometidas a revisión mediante exámenes de control de confianza para encontrar elementos corruptos. "No se tolerará a aquél servidor público que tenga vínculos con el crimen organizado".

Muchos tamaulipecos comentaban hace meses que el Gobernador se oponía a la intervención de la federación en su territorio. La presión popular y la vecindad con los Estados Unidos operaron para que el Gobierno federal se involucre en   Tamaulipas. Otro frente de lucha y los que faltan.



ROW

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