Reportajes

"Soy dura en la vida porque sin disciplina no hay nada": "Mamá Rosa"

2014-07-23

Ciudad de México, 23 jul (dpa) - La fundadora del intervenido albergue mexicano "La Gran Familia", Rosa del Carmen Verduzco, admitió tener un carácter fuerte y que con su avanzada edad menguaron sus fuerzas y hubo cosas que no pudo vigilar, en una entrevista con la cadena estadounidense Univisión difundida hoy por la prensa local.

Vestida con un saco rojo con el nombre del albergue y una falda a cuadros, la octogenaria mujer, a quien en México se conoce como "Mamá Rosa", reconoció que utilizaba cachetadas como práctica para reprender a los menores.

"Me hice dura. Yo sé que sin disciplina no hay nada (...) Yo era muy buena para el soplamocos (se da una leve cachetada), para el solapado", señaló la mujer en la entrevista que publica el diario "El Universal".

El albergue que fundó la mujer hace más de cinco décadas en la ciudad mexicana de Zamora, ubicada en el estado de Michoacán (oeste), fue intervenido hace una semana por el gobierno federal por denuncias de maltrato, abuso sexual y retención de menores.

Del lugar fueron rescatados 438 menores de edad, entre ellos seis bebés, y 159 adultos, de los cuales 50 eran mujeres. En el albergue además fueron decomisadas más de 20 toneladas de basura, acumulada en las áreas de dormitorios y alimentación de los menores.

Verduzco y ocho de sus colaboradores fueron detenidos pero "Mamá Rosa" fue puesta en libertad el pasado fin de semana por su estado senil. Dos colaboradoras más también fueron puestas en libertad y seis de sus trabajadores permanecen detenidos acusados de los delitos de privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro, trata de personas y delincuencia organizada.

"Mamá Rosa", que de acuerdo a un peritaje médico-psicológico hecho por la Procuraduría General de la República (PGR) tiene problemas de deterioro físico, orgánico y mental, afirmó en la entrevista con el medio estadounidense que se deben de castigar los abusos de sus colaboradores si se prueban.

"La ley tiene que averiguar y cumplir con lo que tiene que hacer. Yo podría ser madre del asesino, no del Papa (...) pero soy su madre. Tengo que ir a verlo, decirle que lo quiero. La ley es la que tiene que castigar", señaló la mujer, quien asegura que empezó a adoptar menores cuando tenía 13 años.

La PGR ha recibido más de 150 denuncias contra personas que trabajan en el albergue de Verduzco y confirmado el abuso sexual en al menos cinco casos.

"Si yo les fallé con omisión de cuidado a los niños no sólo me arrepiento sino que me duele. Y les digo: perdónenme", afirmó Verduzco, quien ha recibido el respaldo de personalidades como el ex presidente Vicente Fox, la escritora Elena Poniatowska, y el premio Nobel de Literatura Jean Marie Le Clezio.

Verduzco afirmó que los menores eran llevados al albergue por sus padres, autoridades mexicanas y que en el tiempo que lo controló pasaron unos 4.000 niños por su casa hogar.

"Dejaban la tutela en la casa. Nunca me los vendieron, nunca di ni un centavo. De hecho la inscripción valía. Antes 10 pesos (menos de un dólar), últimamente más. Y había cuotas de recuperación: fluctuaban entre tres y 100 pesos mensuales", señaló.

Verduzco dijo que exigía a los padres la tutela de los menores en un contrato notariado para que luego no le reclamaran su entrega.

"No vamos a estar rompiendo diario la vinculación con la familia (...) A quien se los quería llevar les decíamos que hiciera una petición por escrito que se iba a considerar y le decíamos que tenía que pagar los gastos del niño dentro de la institución", indicó.

Frente a las acusaciones sobre el encierro de los menores a modo de castigo en un lugar que le apodaban Pinocho, la mujer dijo que se trata de la enfermería y que era un cuarto en el que se llevaba a los menores con hepatitis, que no podían caminar o que estaban lastimados.

La mujer también señaló que las condiciones insalubres en las que se encontraba el albergue fue porque le hizo falta personal para sacar las basuras.

"La gente que tiene un nivel de vida muy alto piensa que tomar un refresco vencido es muy malo. Yo apenas llevo comiendo así 80 años y me encuentro sana", señaló.

Verduzco admitió que los menores pedían dinero en Zamora para recolectar recursos para el albergue.

 



EEM

Notas Relacionadas

No hay notas relacionadas ...