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Las cifras muestran que volar sigue siendo seguro, a pesar de la ola de accidentes

2014-07-30

Pero,

ANDY PASZTOR, ROBERT WALL y DANIEL MICHAELS, The Wall Street Journal

La reciente seguidilla de tragedias protagonizadas por aviones comerciales, que se extendió el jueves con la aeronave de Air Algérie que se estrelló en Mali, puede ofrecer una imagen inquietante de viajar en avión. Sin embargo, es un hecho que los accidentes aéreos están disminuyendo a nivel mundial.

Un día después de que un avión de turbohélice de TransAsia se estrellara cuando intentaba aterrizar en medio de mal clima en una remota isla taiwanesa, la caída del viejo McDonnell Douglas MD-83 de Air Algérie en medio de informes de tormentas severas ha amplificado las preocupaciones públicas sobre la seguridad aérea.

Pero los expertos de la industria aseguran que nunca ha sido más seguro volar, según casi cualquier medida, y los incidentes de la semana pasada sólo reflejan la aleatoriedad de los accidentes. Además, sostienen que los desastres de alto perfil protagonizados por los Boeing 777 de Malaysia Airlines en los últimos cuatro meses no deberían ser incluidos en las cifras totales de accidentes globales.

Dado el torrente de informes de los medios en días recientes, "muchas personas, comprensiblemente, preguntarán sobre la seguridad de la aviación", indicó Tony Tyler, presidente ejecutivo de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), el principal grupo comercial global de la industria.

Pero, "subirse a un avión sigue siendo una de las actividades más seguras que se pueden realizar", agregó Tyler en un comunicado.

Las tendencias y estadísticas a más largo plazo muestran avances constantes por partes de reguladores y aerolíneas en todo el mundo, incluyendo buena parte de África, a la hora de combatir las causas más probables de accidentes. Estas incluyen estrellarse contra montañas, estancamientos aerodinámicos, salirse de las pistas y perder el control del avión por confusión en la cabina o dependencia excesiva de la automatización.

La estrategia principal ha consistido en mejorar la capacitación y la concientización de estos peligros, y luego reunir cantidades enormes de datos de incidentes para identificar amenazas incipientes.

Los avances han sido dramáticos y han logrado que la aviación comercial se volviera más segura que nunca en 2013 a pesar de un crecimiento rápido de la cantidad de pasajeros a nivel global.

Según el más reciente análisis integral de seguridad de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un total de 90 vuelos comerciales programados se estrellaron en todo el mundo en 2013 comparado con 99 en 2012 y 118 en 2011. La tasa de accidentes disminuyó a 2,8 por un millón de salidas, la más baja desde que OACI comenzó a registrar esas cifras.

Incluso en 2014, las cifras siguen mejorando. Hubo 70 accidentes de aviones comerciales a nivel global en lo que va del año, frente a 81 durante el periodo equivalente del año anterior, según la Red de Seguridad de Aviación, una división de la Fundación para la Seguridad Aérea, una organización sin fines de lucro.

Las cuatro pérdidas más recientes de aeronaves no muestran ningún vínculo o patrón obvios, según James Burnley, que se desempeñó como secretario de Transporte de EE.UU. a fines de años 80.

"Es fundamentalmente erróneo llegar a la conclusión de que la seguridad de la aviación se está deteriorando repentinamente", apuntó Burnley.

África, que representa alrededor de 2% del tráfico global de pasajeros y 10% de los accidentes reportados, ha sido un foco particular de los expertos en seguridad aérea.

En África y otras regiones en desarrollo, "uno identifica accidentes en muchos lugares que habrían ocurrido hace 30 o 40 años en Occidente, ya que falta supervisión", según Dominique Fouda, vocero de la Agencia Europea de Seguridad Aérea. "También se ven accidentes diferentes vinculados a condiciones locales".

Varias organizaciones, grupos de seguridad y fabricantes de aviones emplean categorías y definiciones de accidentes levemente distintas, por tanto es a veces difícil obtener una imagen definitiva. Pero más allá de las cifras concretas, los expertos parecen coincidir de manera unánime en que la seguridad ha estado mejorando.

Un trío de aviones se estrellaron en siete días, con un saldo más de 460 vidas. Pero "tres accidentes juntos no dicen nada sobre la seguridad", según Paul Hayes, director de seguridad en la consultora de aviación Ascend. "Se trata de la tendencia a largo plazo. La seguridad aérea está mejorando, y en general está mejorando más rápido de lo que se está expandiendo la industria".

En Europa, EE.UU. y otras regiones con sistemas de seguridad avanzados, hace mucho tiempo los pilotos debían valorar la importancia de evitar células de tormenta potencialmente peligrosas y este tipo de decisiones ya no son consideradas temas de alta prioridad para la seguridad.

Pero no ocurre lo mismo en todos lados. En un extenso estudio del desempeño de la industria en los últimos cinco años, IATA indicó que las condiciones climáticas como ráfagas de viento, mala visibilidad y tormentas se presentaron en más de un tercio de todos los accidentes en la región Asia-Pacífico.

La naturaleza dispar de los accidentes de la actualidad está obligando a los expertos en seguridad a investigar más a fondo para lograr dar un paso adicional para mejorar la seguridad, anotó en junio Kevin Hiatt, vicepresidente de seguridad y operaciones de vuelos de IATA. "Estamos llevando la seguridad aérea de ser proactiva a predictiva" por medio de mejores intercambios de información, señaló Hiatt.



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