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Rio apuesta a un auge hotelero a largo plazo

2014-08-01

El gobierno municipal proyecta que 75 nuevos hoteles con 19.500 habitaciones estarán en...

Paul Kiernan y Luciana Magalhães, The Wall Street Journal

RIO DE JANEIRO—Un auge hotelero impulsado por los Juegos Olímpicos está en camino de convertir a Rio en un destino de primera clase para los viajeros de negocios, con la esperanza de que traiga beneficios a largo plazo.

Décadas de una baja inversión en el sector hotelero de Rio de Janeiro han dado lugar a un auge de la construcción. El gobierno municipal proyecta que 75 nuevos hoteles con 19.500 habitaciones estarán en operación para el inicio de los Juegos, en agosto de 2016, un incremento de 60% en sólo seis años.

Marcas globales, entre ellas Hyatt y Hilton, están incursionando en un mercado dominado desde hace tiempo por operadores brasileños, gracias en parte a generosas reducciones de impuestos a la propiedad y otros incentivos ofrecidos por la ciudad. Las zonas alrededor a las famosas playas de Copacabana e Ipanema ya están desarrolladas por completo, por lo que muchos de los nuevos hoteles están siendo construidos en partes más alejadas. El gobierno de la ciudad estima que las inversiones ascienden a unos 4.000 millones de reales (US$1.800 millones), una cifra que algunos expertos del sector consideran baja.

"Es un mercado muy fuerte con gran potencial", dice Guilherme Cesari, vicepresidente de desarrollo en Brasil de Marriott, empresa que está expandiendo su presencia en el país. "Siempre fue muy difícil desarrollar nuevos proyectos en Rio debido, principalmente, a la geografía de la ciudad".

La mayoría de las obras tiene lugar en el suburbio de Barra da Tijuca. Ubicada a unos 16 kilómetros al oeste de Copacabana, esta creciente comunidad es una de las pocas áreas costeras de Rio con espacio para construir.

Cerca de 10.000 nuevas habitaciones de hotel están en construcción en el distrito, donde también estarán ubicadas la Villa Olímpica y varias instalaciones deportivas para los Juegos de 2016.

Todo forma parte de una apuesta multimillonaria de Rio para atraer a viajeros de negocios a lo largo del año, así como a los turistas que llegan por el Carnaval. Barra da Tijuca ya cuenta con el mayor centro de convenciones de la ciudad y uno de sus ingresos per cápita más altos.

De todos modos, habrá que esperar para ver si la apuesta dará resultados.

Dependiendo del tráfico, el barrio queda a una hora o más del centro de Rio, donde se encuentran las sedes de grandes empresas como Vale SA y Petróleo Brasileiro SA, o Petrobras. Turistas que se alojen en los hoteles de Barra deben atravesar kilómetros de vías congestionadas para visitar atracciones como el Cristo Redentor y el Pão de Açúcar.

Las autoridades de Rio afirman que los proyectos de infraestructura planeados para los Olímpicos deberían ayudar. Incluyen tres líneas de autobuses que transitarán por un carril exclusivo y una nueva línea de metro para conectar por primera vez el distrito con la red de trenes urbanos de Rio. Todas las obras avanzan según el cronograma para estar listas para los Juegos.

La cadena hotelera local Windsor confía lo suficiente en el futuro de Barra por lo que está construyendo, entre otros proyectos, un hotel cinco estrellas de 434 habitaciones, según el gerente de marketing Paulo Marcos Monteiro Ribeiro. El ejecutivo prefirió no revelar el monto de la inversión.

El hotel planea abrir en enero, con tarifas que irían desde US$270 a US$3.000 la noche, según Ribeiro. El complejo, que tendrá 34 salas de conferencias, busca atraer eventos corporativos además del turismo tradicional después de los Juegos Olímpicos.

Algunos grupos hoteleros tradicionales también le apuestan a Barra. Radisson y Hyatt son algunas de las cadenas que ya operan o planean abrir nuevos hoteles allí, con instalaciones de lujo que no están disponibles en las zonas turísticas más importantes de Rio.

Famosa por sus playas y su vida nocturna, Rio también es conocida por sus hoteles anticuados y costosos. Además, las altas tasas de delincuencia y la falta de financiación han desalentado a los constructores en Copacabana e Ipanema, señalan los expertos.

Carlos Alonso, director gerente para América Latina de la consultora PKF Hospitality, con sede en EE.UU., afirmó que un obstáculo de larga data para las marcas internacionales es que prefieren administrar los hoteles, en lugar de ser propietarios, como suelen hacer las cadenas brasileñas.

Claudio Magnavita, secretario de Turismo del estado de Rio de Janeiro, afirma que el gobierno ya está promoviendo activamente a Barra en reuniones comerciales y exposiciones de turismo internacional, con la intención de aumentar el interés entre los empresarios, para sostener las tasas de ocupación luego de los Juegos Olímpicos.



EEM

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