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Obama quiere desmilitarizar la política exterior de EU

2014-08-10

Thomas Sparrow, BBC Mundo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, utilizó este miércoles la ceremonia de grado de una nueva generación de militares para defender por qué su política exterior no puede basarse sólo en el poder de las armas.

Hablando desde la Academia Militar de West Point -uno de los bastiones del militarismo estadounidense- Obama explicó que recurrirá a la fuerza militar sólo cuando sea estrictamente necesario y más bien centrará sus esfuerzos en fomentar consensos internacionales en desafíos como el conflicto en Siria, el programa nuclear de Irán, las acciones rusas en Crimea o las disputas marítimas en Asia Pacífico.

"Debemos ampliar nuestras herramientas para incluir la diplomacia y el desarrollo, las sanciones y el aislamiento, los llamados al derecho internacional y -si es justo, necesario y efectivo- las acciones militares multilaterales", aseguró Obama ante el nuevo grupo de oficiales.

"Debemos hacerlo así porque es más probable que la acción colectiva en estas circunstancias sea exitosa y pueda ser sostenida y menos probable que lleve a errores costosos".

Este interés en forjar alianzas que trasciendan el componente militar responde tanto al estilo de gobierno del mandatario como a la realidad de unas fuerzas militares diezmadas por dos guerras costosas y una serie de restricciones presupuestarias.

Eso sin contar que varias encuestas han señalado que una proporción considerable de estadounidenses quiere que el gobierno se enfoque en los problemas locales y deje al resto del mundo encargarse de los suyos.

En ese sentido, el discurso de Obama de 46 minutos ha sido descrito como una hoja de ruta que marcará sus decisiones de política exterior en los dos años y medio que le restan en la Casa Blanca.

Repase con BBC Mundo tres elementos clave de esa estrategia.

La principal amenaza seguirá siendo el terrorismo

Uno de los principios más importantes de la política exterior de Obama desde que asumió el poder en 2009 ha sido reducir el impacto militar de Washington en países como Irak y Afganistán y redistribuir esos recursos para afrontar otras prioridades.

Apenas un día antes del discurso en West Point, Obama explicó cómo planea retirar a sus soldados de Afganistán hasta que al final de 2016 la presencia de Estados Unidos en ese país sea casi como la de una embajada normal.

La retirada responde a un cambio progresivo de enfoque de parte de la Casa Blanca: mientras al comienzo, el mandato de Obama estaba basado en perseguir al núcleo de al Qaeda y en especial a los responsables de los atentados del 11 de septiembre de 2001, tras la muerte de Osama bin Laden en 2011 el gobierno ha intentado detener a lo que describe como extremistas descentralizados de al Qaeda.

Según Obama, este cambio reduce la posibilidad de un ataque como el de las Torres Gemelas, pero aumenta las amenazas contra el personal estadounidense en el extranjero.

De ahí que el presidente explicara que la estrategia de su país no puede estar basada en "invadir cada país que tenga terroristas", sino más bien asociarse con naciones donde estén establecidas las redes criminales.

"Necesitamos una estrategia que concuerde con esa amenaza difusa, una que expanda nuestro alcance sin enviar fuerzas que no den abasto o generen resentimiento local", dijo.

El presidente anunció en ese sentido que le pedirá al Congreso que apoye un "Fondo de Alianzas Antiterroristas" de hasta US$5.000 millones para entrenar y ayudar a países afectados, especialmente en Medio Oriente y el norte de África.

La clave estará (casi siempre) en las alianzas

Uno de los hilos conductores del discurso de Obama en West Point fue la necesidad de forjar alianzas, fomentar el respeto al derecho internacional y fortalecer a instituciones multilaterales -como la ONU, el FMI o la OTAN- para afrontar conflictos internacionales.

Obama, sin embargo, hizo una salvedad: cuando los intereses estadounidenses se vean directamente afectados, el país utilizará la fuerza militar, incluso unilateralmente.

Por el contrario, cuando se trate de temas de preocupación global que no representen una amenaza directa a Estados Unidos, el gobierno buscará fomentar una posición común con sus aliados.

Esta ha sido una actitud frecuente en el estilo de gobierno del presidente estadounidense. Si bien Obama no ha dudado en recurrir a su poderío en acciones como el ataque contra bin Laden o el uso de drones, su estrategia general ha estado basada en la búsqueda de consensos.

El presidente ofreció la crisis en Ucrania como ejemplo: dijo que las acciones de su país para "moldear la opinión mundial" ayudaron "instantáneamente" a aislar a Rusia y destacó la labor realizada por entidades como el FMI, la OTAN y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

EE.UU. resaltará la asistencia extranjera

El presidente Obama explicó que una manera de "reducir el espacio para el terrorismo" (y a la vez abrirles mercados a los productos de su país) es a través de la asistencia financiera y las inversiones.

"El respeto a los derechos humanos es un antídoto a la inestabilidad y a las quejas que fomentan la violencia y el terror", dijo Obama.

En la visión del mandatario, la asistencia directa de Estados Unidos puede ayudar a fortalecer la democracia alrededor del mundo y asegurarle alianzas a su país, lo cual a su vez reduce las posibilidades de que se desencadenen guerras.

Uno de los ejemplos que mencionó Obama fue el caso de las más de 200 estudiantes secuestradas por el grupo islamista Boko Haram en Nigeria.

Obama aseguró que ninguna operación de seguridad estadounidense sería capaz de erradicar la amenaza de ese grupo rebelde, por lo que su país no sólo está enfocado en recuperar a las niñas, sino también en "apoyar los esfuerzos nigerianos para educar a sus jóvenes".

"La asistencia extranjera no es una ocurrencia tardía, algo bonito para hacer aparte de nuestra defensa nacional. Es parte de lo que nos hace fuertes", dijo Obama al final de su discurso.



EEM

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